Los afectados por la viruela del mono ya superan los 400 en la Comunitat Valenciana después de que el viernes la Conselleria de Sanidad confirmara otros 31 contagios en las tres provincias y el cuenteo saltara hasta 405 casos. La cifra de infectados por este virus zoonótico no ha dejado de crecer desde principios de junio y, a falta de vacunas suficientes que ayuden en el control epidemiológico, la evolución es "incierta".

Así lo apuntan los expertos y hasta las autoridades sanitarias españolas lo han reconocido. Eso sí, los posibles afectados sí están acudiendo a consulta ante la más mínima lesión en la piel compatible con las que provoca esta viruela y que son muy características. Al menos es la sensación que tiene Magda García, responsable de la sección de Salud Internacional del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital General de València donde también tratan otras enfermedades importadas, tropicales o virus como el VIH. "La gente está asustada con la viruela del mono. Vienen a la consulta al menor síntoma", asegura. Este servicio, junto con el del General de Alicante, son las dos unidades de referencia que hay en la C. Valenciana en Enfermedades Emergentes.

Según la especialista, las personas que piensan que pueden haberse contagiado están acudiendo de forma temprana "ante lesiones mínimas" por lo que García considera que no se están "escapando infectados sin diagnosticar", algo que complicaría el control del brote. "La gente está asustada y vienen rápido, sobre todo con dos muertes sobre la mesa", añade.

Con todo, en el servicio de Infecciosas del Hospital General de València "no estamos viendo casos graves. Alguno hemos tenido pero la mayor parte de los infectados cursan con sintomatología leve que les permite estar confinados en sus domicilios". Según informes oficiales en toda Europa solo han necesitado hospitalización un 5,8 % de los más de 17.800 infectados pero ha sucedido y, de hecho, ya se han registrado dos muertes en España una de ellas en la C. Valenciana.

Diagnóstico, aislamiento y ¿vacuna?

Como en cualquier brote de una enfermedad infecciosa, el primer paso para controlarlo como ya se vio con la covid-19 es diagnosticar lo más rápido posible a los infectados, aislarlos e identificar también a sus contactos estrechos para que también tomen precauciones.

Este control epidemiológico, que lleva a cabo Salud Pública, sí parece que se está haciendo correctamente, empezando por las consultas. Además, después de dos meses y medio de brote, los expertos han mejorado en detección de lesiones compatibles con viruela del mono "porque no siempre son lesiones 'de libro', no siempre se muestran de forma clara".

Magda García: «La gente está asustada con la viruela del mono. Vienen a la consulta al menor síntoma»

Aún así, García entiende que también está habiendo contagio por contacto estrecho entre infectados antes de la aparición de las lesiones porque una vez aparecen o hay sospecha, "lo primero que hacemos es decretar el aislamiento y en 24 o 48 horas máximo hay un resultado".

Pese a la rápida detección de casos y su aislamiento (contando con que se haga de forma correcta) para controlar del todo el brote aún faltaría la ayuda de las vacunas. Su escasez está retrasando este control efectivo de los casos, según ha reconocido el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) que tacha de "incierta" la evolución del brote.

Sin proteger a la población "en riesgo"

Las pautas marcadas por el Ministerio de Sanidad establecen que ante un caso, se vacune no solo a sus contactos estrechos para mitigar el desarrollo de la enfermedad y la carga viral que desarrollen sino que se inmunice también a colectivos en riesgo de contagio como pueden ser los hombres que tienen sexo con hombres, colectivo donde se están encontrando la mayoría de casos.

Hay 405 contagiados pero hasta la semana pasada solo se había inmunizado a 76 contactos estrechos

Y es ahí donde, al menos en la C. Valenciana no se está llegando. Según confirmó la Conselleria de Sanidad la semana pasada, desde el 2 de junio se han puesto 76 dosis, pese a que en ese momento había más de 300 casos diagnosticados y que, hasta que haya más vacunas, se estaba priorizando la inmunización en contactos estrechos sobre todo a los más vulnerables (personas inmunodeprimidas o mujeres embarazadas y niños).

Pero se está dejando fuera esa profilaxis preexposición que también está recomendada y que ayudaría a controlar la situación.

Un hombre recibe una dosis de la vacuna contra la viruela en Lille, al norte de Francia. V. RAFFIO | FRANCOIS LO PRESTI

"Está claro que si hubiera vacunas para todo esto se acabaría igual que se llegó a erradicar la viruela", razona Magda García. Precisamente la erradicación de la viruela propició que solo quedaran existencias mínimas de la vacuna "para prevenir ataques biológicos" por lo que no se preveía una necesidad a gran escala. Ahora los laboratorios están intentando producir a toda velocidad para atender a la demanda creciente en todo el mundo.

España ha recibido hasta ahora unas 12.400 dosis (la pauta completa se consigue con dos pinchazos) que se han venido repartiendo entre las comunidades pero ya se han pedido más ante la envergadura del brote: hay 5.792 infectados y un número indeterminado de contactos estrechos.