El pleno del Consell de la Generalitat Valenciana aprobará este martes el decreto de ayudas para las zonas afectadas por los grandes incendios de este verano que han arrasado miles de hectáreas, más de 30.000 solo con los fuegos de Vall d'Ebo y Bejís. Según se ha aprobado en el consellet de esta mañana, la reunión del altos cargos previa a la reunión del ejecutivo en la que se acuerdan los asuntos que deben ir al Consell, el decreto dará 30 días a ayuntamientos y particulares para contabilizar todos los daños que se hayan producido y que deberán presentarse en las oficinas habilitadas por la Generalitat Valenciana para el trámite de los desperfectos medioambientales.
Estos daños, según ha podido saber este periódico, serán los que afecten a viviendas y a aquellas infraestructuras que sean "indispensables" para la actividad diaria, como la reparación carreteras, de tendidos eléctricos, canalizaciones de agua o si se facilitó la toma de agua a los equipos de extinción desde alguna instalación, para que sea posible la cuantificación de esos litros. El decreto no fijará una cuantía específica de ayudas, ya que se deberá esperar a tener todo el listado de deficiencias y su valoración económica. No podrá presentarse una reclamación por lucro cesante por perdida de actividad en los días en que estuvo el fuego sin control.
En segundo lugar, el decreto incluirá todos los grandes incendios que se han producido entre julio y agosto, excepto el de Venta del Moro, que ya tuvo una regulación especial en su momento para poder conceder ayudas a los afectados en esta zona. Así, tal como hizo el hizo el Consejo de Ministros en la declaración de zona catastrófica de la pasada semana, se incluirán, además de Bejís y Vall d'Ebo, las áreas afectadas en Les Useres (800 hectáreas), Petrer (más de 100 ha), Calles (ardieron 220 ha) y Olocau (donde se quemaron 4 ha en plena Sierra Calderona).
Asimismo el texto normativo que salga del Consell de este martes incluirá un punto paraguas para que se puedan incluir planes o proyectos de recuperación de estas zonas devastadas siguiendo el modelo del Plan Vega Renhace que se elaboró y puso en marcha por el Consell para hacer frente a la reconstrucción de la comarca de la Vega Baja tras las inundaciones.