La temperatura superficial del Mediterráneo estuvo este verano por encima de los 27 grados centígrados durante 43 días consecutivos. Casi el doble de anteriores registros, donde el máximo se había situado en 26 días seguidos. El último informe estacional del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) certifica que los parámetros han superado ampliamente las medias climáticas, con un calentamiento acumulado desde 1982 de 1,4 ºC y que incrementa el riesgo de lluvias cálidas y las torrenciales.

La intensa y persistente ola de calor marina, con valores extremos, han derivado en un estío «extraordinario» como señala Francisco Pastor. El físico e investigador en meteorología del CEAM recalca que con los termómetros disparados y las olas de calor marina y terrestre retroalimentándose, se debilitó la brisa marina que refrescaba el litoral al caer la noche, provocando una sucesión de noches tropicales, ecuatoriales y hasta tórridas.

Los valores tan elevados han provocado un verano «extraordinario» por lo que el mar requerirá más tiempo para enfriarse

Las aguas más frías se detectaron en el Golfo de León, el mar de Alborán y la mayor parte del Egeo. Las más cálidas en la mitad oriental de la cuenca valenciana, puntos de la costa tunecina y el sureste del Tirreno. El valor mensual de julio fue el más alto de la serie histórica, con la anomalía diaria más elevada el 26 de julio, con 1,8 º C. Agosto, mientras, muestra el segundo registro más importante desde 1982, casi empatado con el de 2018. El máximo se quedó en 26.4 ºC según los análisis llevados a cabo por el CEAM.

Temperaturas de récord

La boya de València, operativa desde el año 2005, mientras, midió 29,94 ºC el día 11 de agosto a las 18.00 horas, superando el valor de su anterior récord de 28,65 ºC obtenido en el mismo mes de 2015. La temperatura del Mediterráneo superó los 31 grados centígrados en los meses en el trimestre junio-agosto, según los datos recogidos por la red de boyas de Puertos del Estado, que detectó una máxima histórica en la boya de Dragonera, en Baleares, de hasta 31,36 ºC el 24 de agosto, como recoge Europa Press.

Pastor incide que aunque la energía acumulada en el Mediterráneo es enorme no es necesariamente sinónimo de lluvias torrenciales. Para ello es necesaria la entrada de alguna inestabilidad atmosférica, recordando que en 2003 en circunstancias similares no hubo proliferación de episodios de gota fría.

La evolución apunta claramente a una ampliación progresiva de la tropicalización del Mediterráneo entre julio y septiembre por lo que las aguas requerirán mayor tiempo de lo habitual para enfriarse a no ser que se registren vientos y lluvias durante el inicio del otoño. De hecho, la Agencia Estatal de Meteorología augura que la nueva estación que arranca este viernes será más cálida y seca de lo normal aunque los próximos días se esperan abundantes precipitaciones.

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El huracán Fiona podría provocar la llegada de una DANA el fin de semana


Samuel Biener, del Departamento de Climatología de la Universidad de Alicante, se agarra a las previsiones del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF) y no cree que el otoño vaya a ser poco lluvioso. «En nuestra zona en un día te puede caer lo de todo el año o la estación», recuerda. De hecho, señala que para los próximos días se espera una gota fría «que puede dejar tormentas y lluvias intensas, algo típico de mediados de septiembre».

Además, también adelanta que el próximo fin de semana «puede descolgarse una Depresión en Niveles Altos de la Atmósfera (DANA)». Eso sí, recalca que no se trata del huracán Fiona, que se quedará «en la otra punta del Atlántico». «Fiona va a causar que el anticiclón se desplace hacia el este, provocando a su vez que una vaguada en el Reino Unido se estrangule y desgaje sobre la Península, generando una gota fría». Biener recuerda que la de 2019 que arrasó la Vega Baja, con numerosos daños y varios muertos, se formó por una ondulación consecuencia del potente tifón Dorian. «También estaba muy lejos», remarca el experto. «Que huracanes o exhuracanes puedan generar gotas frías al otro lado del océano es algo relativamente normal en estas fechas», incide. Pese a ello, comenta que la perturbación del fin de semana parece que dejará poniente, aunque no está nada claro.

Situaciones muy caóticas

Según los modelos que maneja Meteored, entre el miércoles por la tarde-noche y el jueves cruzará la Comunitat Valenciana una gota fría en altura, que tenderá a ser reabsorbida por el chorro polar. «Algo propicio para aguaceros localmente muy intensos y situaciones muy caóticas con el plus de calor que aporta el caldo mediterráneo», destacan desde la Universidad de Alicante.