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La sarna resurge con fuerza en la Comunitat Valenciana a raíz de la pandemia

Dermatólogos y médicos de Familia confirman el aumento de casos en las consultas | La enfermedad es muy contagiosa y el contacto estrecho durante el confinamiento y los retrasos en ir al médico han ayudado a su proliferación

Manifestación de sarna entre los dedos de la mano, uno de los sitios preferidos de los ácaros Medbullets

Podría parecer cosa del pasado pero nada más lejos de la realidad. La sarna ha vuelto y lo ha hecho con fuerza y la causa principal, según los expertos, ha sido la pandemia de covid. No hay todavía datos oficiales sobre la incidencia actual de esta enfermedad de la piel que provoca muchos picores pero la alerta ya la han lanzado varios expertos, tanto que hasta en el último congreso de la Academia Española de Dermatología y Venereología (ADEV) se le dedicó una sesión de trabajo para intentar saber qué estaba pasando.

Las consultas de los médicos valencianos no escapan a esta realidad. La respuesta es unánime a todos los profesionales consultados por este diario: "Sí, estamos viendo muchos más casos desde la pandemia". Desde sociedad científicas como la de Medicina Familiar y Comunitaria Sovamfic han emitido incluso un documento con recomendaciones sobre los mejores tratamientos farmacológicos y lo que hay que hacer cuando aparece la sarna en una casa ante "el aumento progresivo de la incidencia de casos" en la sanidad valenciana.

La pandemia: por activa y por pasiva

¿Y por qué la pandemia ha hecho resurgir esta enfermedad de la piel que era tan frecuente hasta los años 70? Los dermatólogos han apuntado directamente, primero, a los confinamientos domiciliarios de 2020: ahí aumentó el tiempo que pasábamos en casa y, además, "manteniendo un mayor contacto diario entre convivientes", lo que puede haber favorecido el contagio en las casas donde ya hubiera un infectado, ya que hace falta contacto estrecho piel con piel.

"Yo solía ver casos esporádicos, sobre todo en grupos de riesgo pero desde que se levantó el confinamiento fue como un grifo abierto", asegura el dermatólogo Antonio Sahuquillo Torralba, tesorero de la sección valenciana de la AEDV y miembro del servicio de Dermatología de La Fe.

Y es que el causante de la sarna es un ácaro microscópico, invisible a simple vista al ojo humano que vive, se reproduce y muere en nuestra piel. Este en concreto, el sarcoptes scabiei no nos genera ninguna enfermedad grave pero sí que nos quita, literalmente, el sueño por culpa de los picores que genera su presencia.  Y es que el picor intenso que provoca la sarna, sobre todo por la noche, es el principal síntoma y no es más que la reacción alérgica de nuestra piel a la presencia del ácaro, sus huevos y sus heces en las capas más superficiales de la epidermis.

La enfermedad es, además, muy contagiosa por lo que es habitual que si el ácaro entra en una casa, terminen contagiados todos sus miembros. Y si no se sigue bien el tratamiento (la medicación y las recomendaciones para acabar con el ácaro en casa) puede llegar a ser "muy resistente".

El estar más en casa, más juntos y con mayor interacción piel con piel puede haber tenido que ver pero los expertos, al menos los de la Academia de Dermatología apuntan a otra consecuencia del coronavirus: el impacto en el sistema sanitario que han tenido las sucesivas ondas epidémicas. Hemos tenido más dificultades para acceder a las consultas del médico, se han retrasado visitas que antes se hacían antes y, en esta enfermedad, se puede ser asintomático durante mucho tiempo e ir contagiando al resto de personas con las que vivimos hasta que aparecen los picores y se consulta con un especialista.

"Vemos familias enteras contagiadas y de cualquier clase social"

Y esto es precisamente lo que se está viendo en las consultas de los médicos. Según Mª Carmen Gallego, médico de Familia en el centro de salud de Just Ramírez de València y vicepresidenta de Sovamfic, a las consultas llegan grupos enteros de convivientes: "Vemos familias enteras afectadas y además de todos los niveles socioeconómicos", apunta intentando derribar además uno de los mitos que acompaña a esta enfermedad cutánea. La misma respuesta aporta el dermatólogo Sahuquillo Torralba: "Son familias enteras y de cualquier clase social. Hay diagnósticos que tienen una connotación negativa de forma clásica pero no es cuestión de clases", añade.

Porque sí, decir sarna como decir tiña se asocia a pobreza, hacinamiento y falta de higiene y aunque estos sean factores de riesgo: "La higiene influye sí, pero ahora no es determinante", explica el gerente de un centro de salud de València capital.

El problema ahora, no es solo su reaparición, sino que se ha empezado a detectar que los tratamientos habituales han dejado de ser tan eficaces como lo eran antes. "La enfermedad puede ser muy resistente al tratamiento si no se hace bien", añade el responsable de este centro de salud, algo que corrobora María Garcés Sánchez, pediatra en el centro de salud de Nazaret. "Hay familias que han desarrollado resistencia a la permetrina, el principal tratamiento para abordar la sarna y necesitan incluso otros más fuertes", apunta.

El fármaco suele ser, de hecho, muy efectivo pero se debe de aplicar bien (incluso por debajo de las uñas) y todos los miembros de la familia o los convivientes a la vez. En esto es donde hace más hincapié el dermatólogo. "No creo que el problema sea tanto de desarrollar resistencia al fármaco como que el tratamiento no se hace como toca y hay reinfecciones. Lo tiene que hacer el afectado y todo su núcleo de convivientes pero también los contactos estrechos de estos convivientes, que pueden ser muchos y además hacer a la vez la limpieza de ropa de cama y enseres lavando a más de 60 grados o en bolsas herméticas varios días. Si no se hace todo y todos al mismo tiempo es fácil que llegue la reinfección", explica Sahuquillo Torralba, de la Academia Española de Dermatología.

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