Anna Valentín | experta en biodiversidad urbana de seo/birdlife

«Las llamadas ‘malas hierbas’ son decisivas para otras especies»

SEO/Birdlife aboga por la renaturalización urbana, que favorece la biodiversidad y mejora la calidad de vida

Anna Valentín. | SEO

Anna Valentín. | SEO / m.m.calabuig. valència

Minerva Mínguez

Minerva Mínguez

Los alcorques no hace tanto tenían que estar limpios de hierbas, sulfatados con glifosato y sin ningún insecto…. Ahora, sin embargo, se persigue una mayor presencia de fauna y flora en los espacios urbanos.

Se trata de naturalizar las ciudades y entre las acciones que se pueden llevar a cabo encontramos desde diferentes prácticas de gestión de la vegetación: gestión racional de podas, diversificación de especies, favorecer la sucesión natural y la aparición de especies adventicias, tanto en alcorques como en parques y jardines; fomentar la presencia de polinizadores y de otros invertebrados, colocación de estructuras para nidificación de especies vinculadas a medios urbanos, etc.

Con la pandemia hubo una eclosión en jardines y alcorques que demuestra lo resistente que puede llegar a ser la naturaleza pese a tanta agresión.

Con la pandemia se dejó de ejercer una intensa gestión de la vegetación, lo que favoreció el desarrollo de especies que estaban sometidas a este tipo de gestión por considerarse «malas hierbas», pero que sin embargo juegan un papel fundamental como sustento de muchas otras. De manera muy simplificada, la presencia de plantas en los alcorques contribuye a generar una diversidad estructural en la vegetación, contribuyendo a fomentar la presencia de invertebrados, que posteriormente serán alimento de pollitos de muchas especies de aves, como pueden ser los gorriones.

¿Qué puede aportar a los ciudadanos la renaturalización?

La biodiversidad urbana, más allá de su valor intrínseco, tiene el inestimable valor de aportar servicios ecosistémicos tanto en espacios naturales como en espacios antropizados. Por ejemplo, en pueblos y ciudades, la biodiversidad contribuye a mejorar la calidad de vida de la población, gracias al efecto de las arboledas urbanas como amortiguadoras de la temperatura y depuradoras de aire. También ayuda a fijar el CO2, al tiempo que contribuye a mejorar la salud de los habitantes, simplemente por su presencia y contacto.

Sin insectos en las urbes no hay pájaros, ¿no?

Más bien, yo diría sin plantas no hay pájaros. Y más concretamente, sin una diversidad estructural y funcional de vegetación, en las que las plantas adventicias en las ciudades juegan un papel importante. Estas plantas crecen de manera espontánea bien en parcelas agrícolas o bien en parques, jardines y alcorques, etc. Estas plantas son las que popularmente se conocían como malas hierbas, y aún hoy siguen estando en nuestro imaginario con este nombre, pero realmente deberíamos llamarles buenas hierbas. Antiguamente recibían el mal nombre de malas hierbas debido a la agricultura industrializada de los años 70, que les declaró la guerra, acusándolas de atraer plagas y dañar las cosechas.

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