La floración de los cipreses "inaugura" la temporada de alergias

Los niveles de polen de las cupresáceas se disparan un 844 % en marzo y, con ellos, las molestias entre los alérgicos | Es una de las alergias respiratorias que más ha aumentado, sobre todo en las ciudades

Cipreses a modo de setos, flanqueando la entrada a un edificio en Xàtiva.

Cipreses a modo de setos, flanqueando la entrada a un edificio en Xàtiva. / PERALES IBORRA

¿Encadena constipados "de nariz" en invierno? ¿Suele tener épocas de muchos mocos, estornudos pero sin fiebre ni dolor de garganta? Sospeche. Porque aunque esos episodios no se den en plena primavera, puede que se deban a una alergia, en concreto al polen de los cipreses. Los que sufren este tipo de alergia respiratoria (y cada día son más) lo están pasando estos días especialmente mal después de que la floración de los cipreses esté registrando un pico importante.

"Relacionamos alergias al polen con la primavera pero el ciprés es la primera polinización que empieza, lo hace en otoño y va subiendo y tiene un pico entre enero, febrero y marzo", explica el alergólogo Juan José Liñana, presidente de la Asociación Valenciana de Alergología e Inmunología Clínica, Avaic. De ahí que son muchos los "falsos" catarros en enero o febrero que pueden estar escondiendo una alergia a este polen. De hecho, según el experto, es una reacción que se conocía poco ya que quedaba "tapada" en invierno y que ahora se detecta cada vez más.

"Ha ido en aumento con el tiempo y se ha convertido en la segunda causa de alergia respiratoria por detrás de las gramíneas y antes era testimonial", explica. Cierto es que antes se detectaba poco pero también que la utilización de un tipo especial de ciprés para convertirse en seto en paseos y vallas de casas ha ayudado mucho a esta explosión. "El ciprés europeo es el que teníamos pero para hacer los setos se importó una variedad que tiene un polen mucho más alergénico y, con la contaminación se está convirtiendo en más agresivo en la ciudad", añade.

Explosión de polen en València

Estamos ahora en ese pico de polen de las cupresáceas (que incluye a todos los tipos de cipreses y a otros árboles como los enebros). Según la estación de medición de polen que la AVAIC tiene en el Hospital Clínico de València, en la avenida Blasco Ibáñez, la concentración de polen en el aire ha subido un 844 % de la primera a la segunda semana de marzo: del 6 al 12 de este mes había una concentración de 2.115 granos por metro cúbico.

La concentración de polen en el aire ha subido un 844 % de la primera a la segunda semana de marzo

Lo mismo se estaba registrando en el resto de estaciones que la AVAIC tiene activas en la Comunitat Valenciana, donde también está empezando a dar problemas el polen de las parietarias, un tipo de ortiga. El principio del infierno para los alérgicos que este año puede que noten el no llevar de forma habitual la mascarilla.

Este primer pico y, con él, el inicio de la temporada está llegando "cuando toca" y no especialmente adelantada pese a las semanas de inusual calor que se han registrado, según Liñana. En estos días, en consultas como la suya del Hospital de Alzira los pacientes llegan "con bastante más síntomas" por el aumento de polen. "Ya lo están pasando mal", asevera.

Una joven sometiéndose a una prueba de alergia.

Una joven sometiéndose a una prueba de alergia. / Levante-EMV

Gramíneas y olivo después

Cuando pase este pico llegarán el resto de alergias respiratorias según llegue la época de polinización del resto de plantas: las gramíneas después y los olivos en abril. "En Andalucía suelen ser un verdadero problema pero aquí en el interior de Castelló también tenemos mucho olivo", añade el experto que trabaja en el Servicio de Alergología del Hospital de la Ribera.

Entre medias, las alergias al polen del abedul, del castaño, de la morera, del pino, de la palmera (que se deja notar especialmente en Elche), de la ortiga, de la encina y la carrasca, de los chopos y de los plátanos de sombra, muy utilizados en paseos y avenidas de toda la C. Valenciana.

Una "vacuna" para pasar la primavera

Para los que las molestias no sean soportables o se alarguen más de lo asumible, siempre está la ayuda de las vacunas contra las alergias. "Son en realidad tratamientos de inmunoterapia con los que forzamos al sistema inmune para que induzca tolerancia al alérgeno y cuando lo respire no genere tanta reacción creando anticuerpos", explica el especialista. Suele ser en forma de pinchazo una vez al mes o como una pastilla sublingual que se toma a diario, un formato más dirigido a los niños.

Con "vacuna" o sin ellas, Liñana recuerda las recomendaciones básicas para los que son especialmente sensibles al polen. "Evitar salir al campo cuando hace mucho aire o en días de poniente y evitar salir también al amanecer o al atardecer porque es cuando más concentración de polen hay y el tratamiento sintomático o la vacuna, que es el único que puede acabar con la alergia".