Los habitantes de las profundidades

Las profundidades de los océanos siguen siendo un completo misterio para el campo del conocimiento científico. A día de hoy conocemos mucho mejor el universo del que formamos parte que de las zonas más enigmáticas de los mares. Y, debido a ello, cada nuevo descubrimiento en esta área oceánica se convierte en un auténtico logro. El último se ha conseguido gracias al trabajo de un grupo de investigadores de la Universidad de Australia Occidental y de la Universidad de Ciencia y Tecnología Marinas de Tokio, tras lograr filmar a algunos especímenes de pez caracol a la mayor profundidad conocida hasta ahora. Este increíble hallazgo se ha realizado en la fosa de Izu-Ogasawara, a más de 8.300 metros bajo la superficie marina, dónde se ha podido grabar, gracias a la ayuda de robots submarinos, a un pequeño grupo de esta especie en uno de los ambientes más hostiles que se conocen. Por tanto, este nuevo hito no solo nos permite arrojar algo de luz dónde, paradójicamente, la oscuridad es total, si no seguir comprendiendo cómo algunos seres vivos son capaces de adaptarse a la vida en algunos de los entornos más enigmáticos de nuestro planeta.