El voto útil ganaría en una repetición electoral

PP y PSOE saldrían reforzados de una hipotética nueva convocatoria, aunque esta pondría en riesgo a sus socios

Colegio electoral durante las votaciones del 23J

Colegio electoral durante las votaciones del 23J / Carlos Luján

Con el recuento finalizado, el escenario que se dibuja en España es el de un país ingobernable porque ni los números son suficientes para reeditar el Gobierno de coalición encabezado por Pedro Sánchez, ni Alberto Núñez Feijóo podrá convertirse en presidente solo con la suma de los escaños de Vox.

Unos resultados que abren la puerta a una tercera repetición electoral desde la llegada de la democracia tras las de 2016 y 2019. Conforme transcurran las negociaciones durante las próximas semanas esta vía podría interesar más a unos partidos que a otros.

Para Aida Vizcaíno, politóloga y consultora de asuntos públicos, los resultados del domingo apuntalan un estado de ánimo positivo en el bloque de la izquierda tras resistir al "envite del 28M", que sin embargo, podría diluirse de aquí a seis meses, que es cuando se celebrarían las nuevas elecciones.

Una teoría también compartida por Alex Comes, director de la consultora LaBase, que recuerda la volatilidad de la memoria en el electorado: "Es probable que apelar a los pactos de PP y Vox ya no sea tan rentable en diciembre, dependerá de si ya marcan la agenda o reducen el ruido en las instituciones".

No obstante, Vizcaíno también duda de que en un escenario similar "la derecha pueda conseguir mucho más". Una opinión compartida por el politólogo Francesc Miralles, quien considera que "el anhelo del Gobierno que pudo haber sido" desmovilice al electorado conservador tras comprobar que ni con unas condiciones aparentemente favorables se ha conseguido sumar.

"La estrategia del PP puede estar más puesta en el año 2027 que en 2023", tras el triunfo en las municipales y autonómicas, opina Vizcaíno. Con el poder territorial del que ahora disponen los populares, no tener el Gobierno nacional "sería el mal menor, ya que pueden llegar dentro de cuatro años vendiendo gestión y ya sin Vox", apunta. "Lo que no está tan claro es que sea bajo el liderazgo de Feijóo", señala Vizcaíno.

Dejando atrás la perspectiva por bloques, Comes defiende que quién menos tendría que perder, "al haber sido ya el más perjudicado en estas elecciones", y por tanto, más que ganar en una hipotética repetición, sería Vox. Al contrario que David Sabater, consultor que ejerce en Atrevia, que sostiene que en caso de volver a abrir las urnas, "el partido de Abascal se quedaría en su mínimo histórico, tocando su suelo".

Una tesis basada en el castigo que los electores harían a la formación ultra tras constatar que los votos a Vox "no han cristalizado en un Gobierno de derechas". En esta línea, Miralles recalca que se produciría una radicalización de su discurso, "entrarían en la lucha por no caer a la cuarta posición y subirían el tono".

Paralelamente, Miralles ve en la hipotética repetición una oportunidad para Sumar, que contaría ahora con más tiempo para organizar el aparato del partido y con más recursos que en la pasada campaña, aunque destaca que todo dependerá de lo que ocurra en las semanas posteriores a la Constitución de las Cortes y las negociaciones de investidura. "Tendrán que saber medir muy bien los tiempos, y quién mejor puede administrarlos es Pedro Sánchez", resume.

Sabater introduce también otra lectura al segregar los partidos no por bloques ideológicos sino por el nivel de apoyo recibido. De este modo a quien más, le podría interesar una repetición electoral sería a los partidos capaces de captar votos: PP y PSOE.

Un escenario, la aglutinación del voto útil en los grandes partidos, que también ve previsible Blanca Nicasio, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad CEU-UCH. "Un paso más en la vuelta al bipartidismo", sostiene Sabater. "Siempre y cuando el electorado perciba que se ha hecho lo posible por evitar la repetición, que se hayan explorado todas las vías", añade Nicasio.

Precisamente la consolidación de los dos grandes partidos pondría en riesgo la capacidad de Sumar, al igual que Vox, de mantener los resultados obtenidos el pasado domingo. En el caso de la coalición de Yolanda Díaz, Sabater parte de la base de que la formación nace para frenar un Gobierno de derechas.

Y si tras estas elecciones no se consigue reeditar la coalición y que Díaz vuelva a ser vicepresidenta, "no habría motivos para que todos los partidos que se han aliado, se mantengan pegados".

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