Vicente Mompó: "La diputación no puede ser un mero transmisor de dinero a los pueblos, hay que ayudarles a ejecutar"

Tras lograr la investidura en un pleno de vértigo, el también alcalde de Gavarda quiere aprovechar el foco para dotar de más protagonismo a la institución. «La diputación ha de ser un lugar de reivindicación de lo nuestro, de la valencianía y de los pueblos», asegura

Vicent Mompó, en el plenario de la Diputación de Valencia

Vicent Mompó, en el plenario de la Diputación de Valencia / Germán Caballero

Mateo L. Belarte

Mateo L. Belarte

Vicente Mompó (Gavarda, 1981) recibe a Levante-EMV como nuevo inquilino del Palau de Batlía tras una negociación de película. Jura y perjura que no supo que sería presidente hasta el mismo día del pleno y celebra la buena conexión con Ens Uneix, el partido del exsocialista Jorge Rodríguez que le dio la diputación. Como casi siempre, se expresa en valenciano, una lengua que pide «promover» desde las instituciones. La suya, avanza, lo utilizará siempre en sus comunicaciones.

¿Cómo ha sido su primer mes y medio como presidente?

Como siempre que llegas a un cargo nuevo. Ha sido un poco extraño porque cuando te presentas a unas elecciones, el día que acaban tú ya sabes más o menos si eres alcalde o no, si eres president o no...pero en este caso no ha sido así. Hasta el mismo día de la investidura no supe que sería president y por tanto, tampoco tuve esos días previos para preparar la presidencia. Pero contento con el equipo que hemos hecho, con la predisposición de todos y con el trabajo que ya están haciendo los diputados, sobre todo de radiografiar sus áreas y conocer la casa. Me gusta trabajar en equipo y para mí eso es delegar. Ahora toca ir hablando con ellos y sobre todo salir a la calle, que es lo que más me gusta, y comenzar a hacer provincia.

Nunca la diputación había tenido tanto protagonismo. ¿Le gusta esa exposición o es de los que prefiere trabajar más alejado del foco?

A todos nos gusta la calma, se trabaja más cómodo. Pero eso es personal. La institución, que es lo importante, ha estado muy fuera de foco y tiene que tenerlo. La diputación ha de ser un lugar de reivindicación de lo nuestro, de la valencianía, de los pueblos. Ha de tener mucha más presencia y ser más respetada y trascendente.

¿Cómo se consigue eso?

Trabajando. Hemos de representar a la ciudadanía. No solo en sus problemas, también en su forma de ser. Me gustaría que todos los valencianos estuvieran orgullosos de nosotros y para eso han de empatizar contigo y tú con ellos, has de ser su reflejo. Que vean que reivindicamos, esté quien esté. Reivindicar lo valenciano y todo lo nuestro y que la gente vea que hacemos ese trabajo, que no estamos aquí para ocupar sillones e intentar no molestar y pasar desapercibidos. Los políticos nos hemos de meter en problemas en ese sentido, en el sentido de luchar por lo nuestro.

¿Cómo se ha encontrado la institución tras los años de Toni Gaspar al frente?

La institución está bien. Yo de Toni Gaspar no tengo nada que decir. Me supo mal que en mi discurso de investidura se me pasó leer el párrafo que tenía pensado dedicarle. Lo hice luego públicamente. Creo que hace falta más gente como Toni en política, por su forma, muy similar a la mía, de llegar a acuerdos más allá del color del pueblo. Más allá, y también lo digo, he echado de menos, no sé si por Gaspar, más protagonismo de esta institución, que hay que volver a ponerla en el foco.

¿Cuál será su primera medida como presidente?

Apoyar todo lo que es nuestro. Por tanto, todas esas subvenciones a entidades que apoyan cosas que no son nuestras o de otras comunidades no voy a mantenerlas. Va a haber un antes y un después a entidades catalanistas o que quieran fomentar cosas que no son de esta comunidad.

¿Qué convierte a una entidad en catalanista?

Que en sus estatutos digan que promueven el catalán o els Països Catalans.

¿Cuáles son los grandes retos de la legislatura?

Me gustaría un gran reto para cada diputado. Pero de lo que ya tengo claro, desburocratizar la administración para facilitar las tareas administrativas a los pueblos pequeños, apoyar lo nuestro, nuestra cultura, tradiciones y lengua. La diputación ha de ser una bandera del valencianismo y ha de ayudar a fomentar lo nuestro. A nivel de cultura, es la legislatura que hemos de restaurar el Teatro Principal. Y muy importante, colaborar con los pueblos y con la conselleria para mejorar las condiciones de nuestras montañas y barrancos. Nunca se van a acabar los incendios o las DANA pero si trabajamos para que esté todo más limpio, harán menos daño.

¿Puede dar algunos detalles del próximo presupuesto? ¿Será expansivo?

Todavía no hemos empezado. No soy de cambiar cosas por cambiar. A grandes rasgos las cosas están claras: ayudar a los pueblos. Sí que digo que la diputación no puede ser un mero transmisor de dinero a municipios, ha de ayudar a poder ejecutar. No podemos sacar planes y que estén tres años para ejecutarse por esa falta de personal. Si a un ayuntamiento en vez de darle un millón de euros le das un secretario, le ayudas a ejecutar mejor.

¿Necesitan más ese personal que dinero?

Dinero hace falta y ningún alcalde te dirá que no. Pero obviamente hace falta personal, sí. Soy defensor de las oficinas comarcales. Es más fácil tener equipos comarcales y que conozcan el territorio, porque las fronteras son difusas y si el técnico es el mismo, igual es más fácil pedir las subvenciones o pensar en proyectos comunes. La diputación además representa una provincia y me gustaría que emprendiera proyectos interesantes más allá de subvenciones.

¿Mantendrá los 60 millones que aportó al fondo de cooperacion con la Generalitat?

No tengo ni idea. Tengo que hablarlo también con el president de la Generalitat, que también tiene que decidir. Es un tema más morboso que otra cosa. Al final, el dinero seguirá llegando con o sin fondo. Antes no estaba y también llegaba dinero. No sé cómo, pero seguirá llegando dinero.

¿Pero considera que ha sido un buen instrumento de ayuda a los ayuntamientos?

Sí, sin duda. No tengo nada en contra del fondo de cooperación. A los ayuntamientos nos viene bien tener dinero para gasto corriente y tapar agujeros, por supuesto. Es una línea interesante que puede ir bien.

¿Es partidario de continuar con planes de colaboración con la Generalitat como aportar dinero para Centros de Día?

Son cosas que aun no hemos hablado, pero claro que tendremos colaboración.

¿Es una ventaja que la diputación tenga a un alcalde de president y que la Generalitat tenga al frente a un expresidente de diputación?

Es una ventaja tener a un president que ha dirigido una diputación, claro. Porque lo que le cuente ya se lo sabrá. Las necesidades que yo le muestre él ya las habrá vivido, y eso es una ventaja. Igual que yo entiendo a los alcaldes, es lo mismo.

¿Contempla dar ayudas desde la corporación a los ‘bous al carrer’?

Es una seña de identidad nuestra. La diputación no ha de taparse los ojos y ayudar a que nuestras tradiciones se mantengan. El debate no es si ‘bous’ si o ‘bous’ no. El debate ha de estar en cómo mejorarlos. Cómo mejorar la seguridad, el bienestar animal... Mejorar para que no haya tantos accidentes, o menos accidentes, que los animales sean más felices… El debate es ese porque, entre otras cosas, nadie hoy en día tiene el poder para decir ‘no’ a la fiesta. Ha habido partidos, Compromís, que parecía que quería atreverse a poner en duda los ‘bous’ y tenía a sus alcaldes haciendo ‘bous al carrer’. Lo que el pueblo pide y lo que el pueblo quiere y está acostumbrado a hacer, las instituciones deben continuarlo.

¿Pueden entonces ser seguras esas fiestas y compatibles con el bienestar animal?

Es un todo. Si pensamos en que sea tan seguro como ir a la playa, pues obviamente no. Pero sí creo que pueden ser más seguros que los de hace 20 años. Antes entraban menores, no había médicos, con los animales también hay más medidas...se ha de ir en esa línea. Ha de ser una fiesta para todos. El peligro siempre estará ahí, es parte de la fiesta, y la gente ha de saber también dónde va. Si hay voluntad, que la hay, entre todos se puede mejorar.

Uno de los grandes retos, sobre todo de pueblos pequeños como el suyo, es la despoblación. ¿Cómo retendría a los jóvenes o cómo los atraería?

Ideas tengo muchísimas, pero es un tema que no se puede hacer solo desde diputación. Hay que abordarlo a nivel de conselleria, nacional y europeo. Mientras no entendamos que no puede tener los mismos impuestos una empresa que se instala en un pueblo de 400 habitantes y a 20 minutos de la autovía que la que llega a un pueblo con polígono ya hecho y pegado a la autovía... Si creemos en esto, la Administración está para hacer estas cosas. Igual que nadie se plantea si un hospital es sostenible o no. Hacen falta y punto. Con pueblos, lo mismo. Hacen falta y hay que decidir si creemos en ellos o no. Vicent Mompó sí que cree. Pero cada día es más difícil si no podemos recursos, ayudamos y creamos trabajo, que al final es lo que sujeta a todo.

El asunto entronca con el debate de las renovables, que aterrizan en este tipo de municipios. ¿Qué política desplegará en este sentido?

No podemos querer energía sostenible pero no querer esas infraestructura. Como en todo, tiene que haber un equilibrio. De lo que estamos cansados en los pueblos es de que los hospitales, las oficinas de Hacienda o los teatros vayan siempre a pueblos grandes y los ecoparques, las fotovoltaicas y los molinos vayan a los pequeños. A ver, es normal, pero hay que buscar ese equilibrio, un término medio.

¿Hay margen para completar las bajadas de impuestos de Mazón desde la Diputación?

Con el IAE (Impuesto de Actividades Económicas) podemos, sí. Presentamos una moción estando en la oposición. En esta época es momento de ayudar. Nuestro enemigo no es quien crea riqueza y trabajo sino la pobreza. Hay que ayudar a quien menos tiene, por supuesto, pero también a los que más tienen para que inviertan y creen más trabajo y riqueza.

«En la negociación con Ens Uneix no obvié que teníamos la Generalitat»

¿Le costó mucho pedir perdón público ante Rodríguez?

Qué va. Al final, los políticos somos personas y uno cuando se equivoca ha de pedir perdón. Es verdad que la línea que llevábamos era errónea, pero es la que llevábamos. A veces los políticos nos hacemos daño a nosotros mismos, y en este caso yo llego de portavoz con el procedimiento ya comenzado y solo le doy continuidad. Si empezara de nuevo, posiblemente volveríamos a hacer lo mismo. Nosotros y cualquiera.  

Su giro llega en un momento muy oportuno...

Es muy fácil de explicar. En el momento que se pronuncia el Ministerio Fiscal y dice que no hay indicios de ninguna cosa extraña o delictiva, y el equipo jurídico nos dice que está muy claro y que no tiene sentido que el PP siga adelante. Y es lo que pasa. Coincide con la investidura, cierto. Cuesta creerlo, cierto, yo también soy persona y sé que cuesta de creer porque ha coincidido todo tanto...pero yo cuento mi verdad.

¿Cree que ese perdón pesó más que los millones pactados?

No sé qué decirte. Jorge, Natalia, son personas al final. Supongo que influyó todo. El ir allí, el conocernos... Creo que tenemos la misma forma de hacer política, y esto no solo ha pesado para yo convencerlos a ellos sino ellos a mí. Para mí no vale todo en política y yo con Ens Uneix me encuentro cómodo. Es un partido que ha demostrado como gestionar y que son personas normales y corrientes. Natalia va a llevar su área como una más del Gobierno. Hay mucha sintonía y estamos muy a gusto con ellos.

¿En el municipalismo hay ideología?

No. Me sirve el ejemplo de Rodríguez. Qué pasa, que Ontinyent era del PSPV y ahora son ‘uneixistes’? ¿La gente de Gavarda era de Compromís y ahora son populares?

¿El proyecto expansionista de Ens Uneix puede beneficiar al PP al dividir a la izquierda?

O perjudicar. Yo no sé si quieren expansionarse o no. Lo he leído pero no sé hasta qué punto...no lo sé. Si lo hacen, no sé como puede encajar en el tablero político. No sé cuál es su proyecto.

¿Teme que la convivencia entre Ens Uneix y Vox derive en bloqueos en asuntos clave? 

Yo he de convivir con Ens Uneix, con nadie más. Mi equipo de gobierno es PP y Ens Uneix. Eso no quiere decir que no se vaya a tener en cuenta a Vox, evidentemente. Como se va a tener en cuenta a PSPV y Compromís. Es verdad también que yo soy presidente porque Ens Uneix se votó a sí mismo y Vox me votó a mí. Si el PSPV me hubiera apoyado no estaríamos hablando de esto. Yo voy a intentar sacar las cosas por unanimidad. Hay alcaldes de todos los colores, no podemos hacer política en función de qué alcalde hay en cada pueblo. 

Hubieras preferido el apoyo de PSPV o Compromís para no depender de Vox?

Hubiera preferido el de todos como fuerza más votada. Sé que era difícil por parte del PSPV, pero ¿por qué Compromís no me pudo apoyar a mí? En el PSPV lo entiendo, tienen representación importante y quisieron presentarse a la investidura, eso lo entiendo. Pero los otros, que no presentaron candidato, ¿por qué no me pudieron apoyar?

Usted es valencianoparlante y firme defensor del ‘bilingüismo cordial’. ¿Cree que discutir a la AVL y usar un valenciano no normativo fomenta esa convivencia pacífica entre las dos lenguas oficiales de la Comunitat Valenciana?

Hablar del valenciano ayuda al valenciano. Está bien que esté este discurso. Ni ningún partido es la bandera del valenciano ni ninguno es el que va en contra. Yo tengo claro que las normas están para cumplirse y que l’Estatut dice lo que dice. Ahora mismo la AVL es la que regula el valenciano. Creo que hay otras entidades como Lo Rat Penat o la RACV que deberían también sentirse cómodas. Son entidades centenarias y que tienen mucha historia dentro de nuestra cultura y que podrían aportar su grano de arena.

¿Habla de integrarlas en la AVL?

No lo sé yo tampoco ni voy a hacerlo desde la diputación. Pero los valencianos deberían sentirse a gusto con sus instituciones. Lo he dicho muchas veces: siguiendo las normas se puede usar un valenciano más de la calle que el que usan los medios, las entidades o las instituciones.Yo lo intento, siguiendo las normas. Hablo valenciano y hay palabras normativizadas que se sustituyen por otras que dices, ¿por qué? Tenemos fobias a todo. Fobia a usar palabras catalanas, a usar castellanismos...pero luego vamos todos con que si qué ‘cool’, el ‘email’ y el no sé qué. La lengua está viva y la Comunitat Valenciana no es una isla donde no hay influencias. La lengua cambia y evoluciona y no hay que tener miedo. Sé que cada pueblo habla de una forma y no quiero que uno de Rocafort hable igual que uno de Gavarda. Lo que no entiendo es por qué el de Rocafort quiere hablar como el de Gavarda. Eso es lo que no entiendo. Me refiero, obviamente, a por qué tenemos que querer hablar catalán.

¿Pero quién quiere que hablemos catalán?

Muchas veces usamos términos que se asimilan más al catalán de Barcelona que al valenciano de aquí.

¿Significa que se ha sentido alejado de la AVL como dijo Mazón?

No, no. No hablo de la AVL, hablo en general. Instituciones, medios… Creo que muchas veces, por desconocimiento, hay formas verbales admitidas por la academia que no las usamos porque hay quien dice que una terminación en ‘eix’ es más culta que ‘ix’. ¿Por qué ‘gaudim’? Nunca he oido a nadie de Gavarda decir ‘gaudir’. Si lo dicen es porque lo han aprendido y creen que así son más listos o algo. Aquí ‘disfrutem’. Y es correcte. No tengo nada en contra de ninguna cultura ni ninguna comunidad autónoma, pero soy propenso a defender lo nuestro. Si hay algo nuestro, ¿por qué buscamos otras cosas? Y no me refiero a la AVL. Yo sigo las normas, pero intento representar a la gente de a pie.

¿Esos son los gestos que pedirá Mazón a la Acadèmia?

No sé a qué se referirá él. Uno de los grandes acuerdos pendientes en la Comunitat Valenciana es el de la lengua. Nos hemos de pegar si hace falta en las Corts, pero es un tema en el que hemos de ir todos a una.

¿Y adoptar un uso no normativo y después directamente omitirla, ayuda a la lengua?

No sé qué está haciendo Vox ni por qué. Lo que digo es que aquí hay dos lenguas oficiales y eso es una realidad. Nadie defiende la lengua más que yo, pero por qué uno de Requena es menos valenciano que yo por ser castellanoparlante?

Le pregunto a nivel institucional.

Sí, pero hay consellers castellano parlantes. ¿Por qué tienen que hablar valenciano?

Me refiero a las comunicaciones de sus conselleries, no a nivel personal.

Ah, eso sí. Todas comunicaciones de la diputación van a ser todas en valenciano. Y creo que las instituciones valencianas hemos de promover, apoyar y ayudar a que toda la Comunitat conozca el valenciano. No por nada, sino porque enciendes la tele y hay un canal en valenciano. Todas las comunicaciones literarias son en castellano. El castellano no creo que esté en peligro. El castellano tiene otras instituciones que velan por él. Creo humildemente que las instituciones valencianas por lo que se tienen que preocupar es por el valenciano. Eso sí, si tengo que dirigirme a un compañero de Utiel desde la diputación, lo haré en castellano.