«Hay que desestigmatizar a las personas con obesidad, son enfermos crónicos»

Un factor clave para combatir la enfermedad es el abordaje multidisciplinar, según los participantes en el debate organizado por Prensa Ibérica con el apoyo de Novo Nordisk

Uno de cada cuatro valencianos vive con obesidad y uno de cada tres tiene sobrepeso 

La obesidad se ha convertido en un problema de salud mundial

Lluís Pérez

Lluís Pérez

Cintillo obesidad.

Cintillo obesidad. / ED

Siempre que viaja en avión Mª Victoria Buiza lleva en el bolso su propio cinturón extensible. Padece obesidad, la longitud de la correa convencional no le sirve y el personal aéreo no le proporciona una solución a su problema: «Lo debo llevar porque no te lo dan». Ha sido siempre así, hasta esta pasada semana, cuando una azafata se le acercó para darle una ampliación del cinturón. Es sólo un ejemplo de las múltiples dificultades a las que se enfrenta durante su día a día. No puede sentarse en las paradas de autobús porque las medidas de los asientos son normativas e, incluso, tiene dificultades cuando visita el hospital porque no puede subirse a las camillas. La sociedad «no está adaptada para las personas con obesidad; la estigmatización de esta enfermedad está en todos lados desde que te levantas», explica detalladamente a Levante-EMV.

La casualidad quiso que la anécdota en el avión se produjera en su viaje para participar en el debate ‘La obesidad: claves para su óptimo abordaje como problema de salud pública’, organizado por Prensa Ibérica con el apoyo de Novo Nordisk. Ella es presidenta de ABHíspalis Nacional, la asociación de pacientes bariátricos y de obesidad, y aportó el punto de vista del paciente en un debate diverso, ya que también incluyó el punto de vista del sector público, con la presencia del secretario autonómico de Sanidad de la Generalitat Valenciana, Francisco José Ponce; y la perspectiva del personal médico con la participación del Dr. Carlos Morillas, jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición en el hospital Doctor Peset de València; y de su compañera y psicóloga, Carmen Grau

Carmen Grau, Carlos Morillas, Juanma Romero, Francisco José Ponce y Mª Victoria Buiza conversan durante el debate celebrado en el plató de Levante TV.

Carmen Grau, Carlos Morillas, Juanma Romero, Francisco José Ponce y Mª Victoria Buiza conversan durante el debate celebrado en el plató de Levante TV. / Germán Caballero

Una de las principales ideas repetidas durante el debate fue que la obesidad es una enfermedad crónica y que, por lo tanto, debe tratarse como tal. Sin embargo, según Buiza, «son muchas las personas con obesidad que no saben que son enfermos porque ésta es aún una enfermedad entre comillas». Lo es para muchos enfermos y, también, para algunos profesionales sanitarios, cuya prescripción se reduce a «tienes que comer menos y caminar más», a pesar de que la enfermedad es multicausal; responde a cuestiones genéticas, pero también a otras distintas.

Afortunadamente esta estigmatización se está revertiendo y la obesidad es considerada ya como «la gran pandemia del siglo XXI», reconoció Morillas. Los datos avalan esta afirmación, puesto que la prevalencia de la obesidad no ha dejado de crecer desde los años 70, hasta alcanzar los 988 millones de adultos que la padecen en la actualidad en todo el mundo. De hecho, uno de cada cuatro valencianos la vive en primera persona y uno de cada tres tiene sobrepeso; España está entre los diez países más obesos del mundo, según recalcó Morillas. La obesidad no es sólo un problema de salud aislado al causar otras enfermedades como la diabetes tipo 2 o problemas cardiovasculares, sino que su impacto económico alcanza los 28.000 millones de euros anuales en España, «un gasto difícilmente asumible por un sistema sanitario público», aseguró Ponce.

Mª Victoria Buiza, presidenta de ABHispalis.

Mª Victoria Buiza, presidenta de ABHispalis. / Germán Caballero / ger

«Los pacientes desconocemos los motivos y nos sentimos culpables de vivir con esta enfermedad»

Mª Victoria Buiza

— Presidenta de la asociación ABHispalis

Sentimiento de «culpabilidad»

La obesidad genera prejuicios externos entre los amigos, la familia y el sistema sanitario; pero la estigmatización, como afirmó Morillas, comienza por uno mismo. A diferencia de otras enfermedades de las que se conoce el origen o qué las causa, la mayoría de personas con obesidad desconocen los motivos que la generan y, por tanto, «no te sientes responsable de padecerla, sino culpable y es muy duro vivir así», confesaba Buiza. Por eso, la obesidad suele tener «un gran impacto psicológico —, apuntó Grau— porque viven con culpabilidad. El 50 % de los pacientes generan síntomas depresivos o nerviosos como si estuvieran viviendo un período de duelo por el deceso de un familiar o hubieran perdido su trabajo». 

Carmen Grau, psicóloga en el Hospital Peset de València.

Carmen Grau, psicóloga en el Hospital Peset de València. / Germán Caballero

« El abordaje se basa en enseñar a regular las emociones, eliminar la culpa y vivir con la obesidad»

Carmen Grau

— Psicóloga en el hospital Peset de València.

Si la convivencia con la enfermedad es ya compleja en la edad adulta, aún lo es más en la infancia o en la adolescencia porque, como incidió la psicóloga, «los menores no cuentan con los mismos recursos, ni las mismas habilidades sociales que nosotros». Se trata de un factor a tener muy en cuenta porque los índices de obesidad están creciendo en mayor proporción entre los niños; un 40 % de la población infantil vive con obesidad. «Hay que prevenir la enfermedad, especialmente en la infancia y la adolescencia —, aseveró el Dr. Morillas —. Un niño con obesidad tiene muchas probabilidades de ser un adulto con esta enfermedad».

La clave para el abordaje psicológico «no es tanto intervenir, sino más bien enseñar». Según explicó Grau, el tratamiento se centra en «enseñar a regular las emociones o a gestionar determinadas situaciones sociales». Estos objetivos persiguen evitar el aislamiento de las personas con obesidad que, en muchas ocasiones, «evitan sociabilizar y se van encerrando cada vez más en sí mismas». 

«Las personas con obesidad somos pacientes de segunda categoría»

Sentir que la obesidad no es una enfermedad no es sólo responsabilidad de los pacientes, sino también del sector sanitario que, en muchas ocasiones, «nos trata como pacientes de segunda categoría —, explicó Mª Victoria Buiza, presidenta de la asociación ABHíspalis Nacional durante el debate de Prensa Ibérica celebrado con el apoyo de Novo Nordisk—. Hay facultativos a los que no les gusta que se lo diga».

Como apuntó, la obesidad no suele determinarse como una enfermedad en los historiales médicos: «Se indica que acudes a consulta por dolor de rodillas o porque tienes un trombo, cuando el causante de ello es tu sobrepeso». Falta, por tanto, «aprender a convivir con la enfermedad». 

Más allá de la genética, los ambientes son otro de los factores que «más influyen», afirmó Buiza. De hecho, hay estudios y experiencias piloto que analizan los ambientes obesogénicos. La Generalitat Valenciana importará en breve una iniciativa alemana que analiza las tasas de obesidad según los ambientes. «El código postal también influye —, dijo Ponce—. Hay barrios con mayores tasas de obesidad porque no tienen espacios verdes, no hay recursos municipales o porque su población no tiene capacidad económica para tener una buena alimentación».

Mucho del trabajo de apoyo y formación se realiza desde asociaciones como ABHíspalis Nacional. «Siempre les digo a los médicos que la mejor receta es prescribir asociaciones», concluyó Buiza.

Enfoque multidisciplinar

La psicología es una de las especialidades que se está incorporando al tratamiento de la obesidad, dentro de la necesidad de ofrecer una «respuesta multidisciplinar de por vida». Así lo apuntó el Dr. Morillas, quien aportó cierto optimismo: «Los recursos de hace 20 años no tienen nada que ver con los de ahora. Se ha mejorado mucho». Han mejorado los medios y, también, el abordaje de una enfermedad «muy frustrante —, así la calificó Ponce— para el paciente y, también, para los especialistas. Hay que cambiar el paradigma para abordarla mejor».

Entre los nuevos perfiles para combatir la obesidad, están los profesionales de psicología o de la nutrición, incorporados a algunos estudios, aunque el doctor del Peset espera que en el futuro se sumen especialistas en actividad física. Sin embargo, insistió en reafirmar que la «base son los equipos multidisciplinares para prevenir y tratar la obesidad», del que también tiene que forme parte el personal de enfermería y los médicos de atención primaria debido a los altos índices de prevalencia de la enfermedad. «Al final, a los hospitales sólo deberían de llegar los pacientes para una intervención quirúrgica», confesó el Dr. Morillas.

Carlos Morillas, jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del hospital Peset de València.

Carlos Morillas, jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del hospital Peset de València. / Germán Caballero

«Se ha mejorado mucho. Tenemos más recursos que hace 20 años. La base es la multidisciplinariedad»

Carlos Morillas

— Jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del hospital Peset de València

El secretario autonómico de Sanidad explicó que la Generalitat Valenciana está desarrollando el V Plan de Salud 2022-2030, que tiene la obesidad como «uno de sus principales focos». La estrategia pasa por reforzar la atención primaria con el objetivo de hacerla «potente y resolutiva» y, también, por concienciar y prevenir desde la infancia, con campañas en los centros educativos como la eliminación de las máquinas expendedoras con productos no saludables, la promoción de la alimentación saludable y el ejercicio o la implantación de menús basadas en la dieta mediterránea.

Francisco José Ponce, secretario autonómico de Sanidad de la Generalitat Valenciana.

Francisco José Ponce, secretario autonómico de Sanidad de la Generalitat Valenciana. / Germán Caballero

« Es necesario reforzar la atención primaria para que sea potente y resolutiva»

Francisco José Ponce

— Secretario autonómico de Sanidad de la Generalitat Valenciana

Este tipo de campañas son una muestra de que la obesidad no es un tema exclusivamente sanitario. Por eso, desde el Consell, impulsan acciones para combatirla desde otras consellerias como la de Educación ya citada o la de Agricultura porque, según Ponce, «es un trabajo de toda la sociedad» y se debe combatir de «la mejor manera posible». Revertirla supone, además, reducir la mortalidad cardiovascular, la morbilidad y los problemas de insuficiencia cardíaca, responsable esta última del fallecimiento de un tercio de las personas con obesidad.