Migraciones

Interior libera a un interno del CIE de València con VIH y enfermedad de Chagas tras estar encerrado más de un mes

La campaña CIEs NO advirtió del "grave riesgo para su salud" si era deportado y denunció que durante este tiempo privado de libertad no pudo seguir su tratamiento

El diputado de Compromís en el Congreso Alberto Ibáñez, la diputada en Las Corts Isaura Navarro y Claudia Parreño, miembro de CIES No visitan al interno encerrado en Zapadores.

El diputado de Compromís en el Congreso Alberto Ibáñez, la diputada en Las Corts Isaura Navarro y Claudia Parreño, miembro de CIES No visitan al interno encerrado en Zapadores. / CIEs NO

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

La plataforma CIEs NO ha anunciado esta mañana la liberación de G.L, un interno en el Centro de Internamietno de Extranjeros (CIE) de Zapadores en Valencia con VIH y enfermedad de Chagas, que estuvo privado de libertad más de un mes y a punto de ser expulsado de vuelta a su país.

El Ministerio de Interior notificó el pasado jueves su expulsión, que finalmente no se ha llegado a producir. La campaña CIEs NO alertó entonces del "grave riesgo para la salud" de esta persona migrante, que en los más de 30 días internado no pudo seguir su tratamiento para ambas enfermedades.

El juez de control del CIE, sin embargo, mantiene las medidas cautelarísimas sobre el interno que le obligan a estar localizable. La decisión de permitir la salida del centro se ha tomado al tener en cuenta su situación sanitaria.

Fuentes policiales consultadas por este diario aseguraban que el propio centro ya cuenta con personal médico que asiste a los internos, y defienden que el CIE cuenta con la fiscalización de un Juzgado que decide las medidas oportunas y "vela por sus derechos". Sin embargo, los activistas de la campaña que asesoran a los internos llevaban días denunciando un empeoramiento de su estado de salud por no poder seguir su tratamiento.

Según denunciaba la campaña CIES No, el ingreso en el centro ya había provocado en esta persona "una discontinuidad en el tratamiento que podría tener series consecuencias para su salud". Esto es debido a que el único fármaco válido para tratar su enfermedad es Nifurmitox, un medicamento con problemas serios de acceso, por lo que su médico en Madrid tuvo que solicitarlo directamente a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

¿Qué es un CIE?

Un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) es un lugar donde se interna a las personas que van a ser expulsadas del país por no tener los papeles en regla. Pueden haber cometido, o no, un delito. En la mayoría de ocasiones son personas a las que se les intercepta por la calle y se comprueba que no tienen documentación. Este centro, cuyo funcionamiento es similar a una prisión, sirve como sala de espera antes de subir los migrantes en un ferri o en un avión para llevarlos de vuelta a su país. El tiempo máximo que se puede encerrar a estas personas son 60 días. Las asociaciones en defensa de los derechos humanos llevan décadas denunciando las malas condiciones y opacidad de estos centros.

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712c329e f9a5 4100 84cd f118eb2ab559 16 9 discover aspect ratio default 0Protesta de los activistas de CIEs NO frente al complejo policial de Zapadores, en una imagen de archivo / Levante-EMV

Esta persona estaba siendo tratada por el Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid desde el año 2009. Según la campaña, el propio hospital reivindicó que "lo más adecuado es su puesta en libertad para seguir los controles y tratamiento". A G.L se le acabó este fármaco cuando fue detenido en Madrid y trasladado a Zapadores, y según los activistas "durante ese tiempo nadie se preocupó ni vio oportuno que esta persona pasara por su domicilio a recoger una medicación imprescindible para su salud".

Sin especialistas en el centro

Esta combinación de infecciones SIDA-CHAGAS es, según CIEs NO, una asociación grave que necesita de especialistas en enfermedades infecciosas y parasitarias para que puedan darle un tratamiento especializado. Según fuentes policiales, es el servicio médico del centro el que debía valorar si estos especialistas eran necesarios o no.

Los activistas, además de exigir la liberación del interno por motivos de salud, recordaron que es el propio estado (que lo tiene en custodia) el que debe "garantizar la integridad física y mental de las personas privadas de libertad, por lo que será responsable de cualquier complicación sanitaria que G.L pueda sufrir".