La deuda de los ayuntamientos valencianos se reduce más de 2.300 millones en 10 años

Por provincias, València fue la más endeudada en 2022, pero tiene la renta media más alta con 27.874 euros anuales

El ayuntamiento de Castelló logra la deuda cero, mientras que València la ha rebajado 638 millones desde 2013

Un equipo de funcionarios trabajando.

Un equipo de funcionarios trabajando.

Amparo Soria

Amparo Soria

Los ayuntamientos de la Comunitat Valenciana han reducido su deuda pública en un 66 % en una década. Un dato más que positivo para las arcas públicas municipales que muestran el saneamiento al que las administraciones locales han sido sometidas. En total, los consistorios han saldado 2.304 millones de euros desde 2013, con una cifra actual de algo más de mil millones de euros.

La reducción de este lastre económico se ha producido de forma gradual, con descensos de entre 300 y 400 millones cada año. Los datos los ha publicado esta semana el Institut Valencià d’Estadística (IVE) a través de fichas municipales, provinciales y un cómputo autonómico. 

Así, el descenso generalizado y la década analizada coincide con un hecho de gran relevancia y determinante para estas cifras: la Ley Montoro de estabilización presupuestaria y sostenibilidad financiera, introducida en 2012, por la que se exigió un equilibrio presupuestario restringiendo a su máximo exponente su capacidad de endeudamiento, introdujo restricciones al dinero a devolver y estableció como prioridad que los ingresos municipales fueran a amortizar la deuda contraída. De ahí que los datos hayan sido positivos y sólo durante la pandemia la orden cambió, permitiendo a los ayuntamientos a usar el remanente conseguido para hacer frente a los gastos de prevención y sanitarios. 

Con esta contención de deuda anual, los presupuestos municipales han crecido de forma paralela.Los datos solo recogen datos del último lustro, y en 2018 había 4.604 millones de euros mientras que el año pasado el presupuesto inicial fue de 5.169 millones para todos los consistorios. De ellos, solo los municipios de la provincia de València consignaron la mitad de esos fondos, seguidos por los de Alicante, que el pasado ejercicio ascendieron a1.877 millones, lejos de los de Castelló, que se quedaron en 716 millones entre todos los ayuntamientos. El incremento presupuestario en las tres provincias osciló entre los 150 y los 200 millones más entre 2018 y 2022, una subida de 50 millones cada año.

De forma paralela y con un ascenso similar, la renta bruta autonómica se ha incrementado notablemente en la última década: mientras los ingresos brutos anuales de 2014 era de 22.133 euros, en 2021 -últimos datos recabados por el Instituto- ascendía a 26.3456 euros, lastrada sobre todo por la cifra alcanzada en la provincia de Alicante que no superó los 24.000 euros el año pasado, mientras que en la provincia de València casi alcanzó los 28.000 euros de ingreso anual bruto.

El descenso acentuado de la deuda viva sufre algunas diferencias cuando se aplica la lupa sobre ayuntamientos concretos. No es el caso de las capitales de provincia, que incluso se han quedado a deuda cero como el caso de Castelló, con 1,9 millones de euros en 2013 y con deuda negativa en 2022; un dato sorprendente y parecido al de Alicante, que aunque aún lastra deuda de 218.000 euros, ha conseguido eliminar en diez años 149 millones

València lastra 200 millones

En el caso de València, de los 872 millones con los que contaba en 2013, el año pasado aún contaba con 234 millones de deuda viva, la única de las tres capitales que mantiene una cuantiosa cifra de dinero por liquidar.

Por comarcas valencianas, en l’Horta, los 43 consistorios cerraron el ejercicio de 2022 con una deuda viva de 137,8 millones. Esta cifra supone un descenso del 66,1% respecto a 2014, cuando los equipos de gobierno de la comarca llegaron a acumular un pasivo que superaba los 400 millones de euros. Revisando los datos, Torrent es el municipio más endeudado, con 23,3 millones, mientras que Paterna acumulaba de 16,9 millones (en este ejercicio la ha pagado). En el caso de Torrent, eliminó deuda hasta 2021 pero sufrió un repunte en 2022. 

Lo mismo sucedió en dos municipios de la Safor: Xeraco yGuardamar de la Safor. Caso aparte es Gandia, que aún debe a losa bancos 261 millones de euros, una cantidad similar a la de València, con una diferencia exponencial de habitantes.De hecho, Gandia es el único municipio de la comarca sometido a un estricto Plan de Ajuste hasta 2049.

En el caso de la Ribera, Alzira ha visto disminuir su deuda bancaria hasta los 2,9 millones, lejos de los 15,3 que alcanzaba en 2015. Por su lado, en la Vall d’Albaida, Ontinyent ha engordado su deuda en los últimos cuatro años, pasando de deber 7,1 a 11,2 millones a finales de 2022. En la Costera, Xàtiva también ha aumentado su lastre económico hasta los 11,3 millones, rebasando ligeramente el promedio nacional, con un pasivo de 381 euros por habitante.

Los servicios básicos son la mayor inversión

En la ficha autonómica de inversiones medias municipales recogidas en los presupuestos iniciales, los servicios públicos básicos son el mayor grupo de función a donde van los fondos: el 39,4 % del gasto se invierte en este sector a tenor de los datos de 2022, solo un 0,4 % más que en 2018. La siguiente mayor consigna de fondos va a parar a las actuaciones de carácter general, un 21,8 % durante el ejercicio anterior que apenas ha variado en los últimos cuatro años. Un 18,5% del presupuesto va a la producción de bienes públicos de carácter preferente, con un 18,5%. Las actuaciones de carácter económico supusieron el 6,1% de las cuentas (siete décimas menos que en 2018) y la deuda ha pasado de ser el 5,6% de la partida a un 3,4% a medida que se reducía el crédito bancario.

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