Arranca el año con lluvia de estrellas cuadrántidas

Varias perseidas en el firmamento

Varias perseidas en el firmamento / Getty/CSIC

Natacha Payá

El año 2024 comienza astronómicamente «movidito», ya que la primera lluvia de meteoros ya está en marcha y estrenando el nuevo año. Les hablo de las cuadrántidas, que estarán en nuestro cielo hasta el próximo 12 de enero.

El descubrimiento del cometa causante de esta lluvia de estrellas es un foco de polémica. Ahora se atribuyen al asteroide 2003 EH1, cuyo nombre muestra el año de su avistamiento. Otras teorías, hablan de un posible descubrimiento por parte de astrónomos asiáticos hace aproximadamente 500 años, al que nombraron como cometa C1490 Y1. 

Todos los años sobre estas fechas, la Tierra «choca» con los fragmentos y partículas sueltas del asteroide que, al entrar en contacto con nuestra atmósfera, se desintegran a velocidades de 41 kilómetros por segundo. Aunque son muchos los que conocen el cielo nocturno, otros no sabrán que las cuadrántidas parecen surgir de un único punto de origen, situado al norte de la constelación de Bootes (el Boyero) que es la antigua constelación de Quadrans Muralis, cerca de la cola de la Osa Mayor. 

Según el Observatorio Astronómico Nacional, se prevé que la tasa de actividad se sitúe por encima de los 120 meteoros por hora, lo que la convierte en una de las lluvias de estrellas más activas del año. La máxima actividad de las cuadrántidas suele durar unas pocas horas, por lo que a pesar de su gran actividad, estos meteoros no se dejarán ver tan fácilmente. Como todas las estrellas fugaces o los meteoros más comunes que observamos en el cielo, son partículas de unos milímetros a unos centímetros de tamaño, que se queman a 100 kilómetros de altura.

Este año, su observación se verá dificultada por dos factores, el primero son las condiciones meteorológicas y el segundo es que la Luna se encontrará en su fase de cuarto menguante el día 4 de enero. De esta manera, tanto las nubes como el brillo de la Luna pueden dificultar su observación. 

Ahora bien, al estar en nuestro cielo hasta el día 12 de enero, cualquier lugar que proporcione un cielo oscuro es bueno para la observación: mirador, montaña o punto alejado de la ciudad.

Es preferible ubicarse en un lugar con pocos obstáculos y no utilizar instrumentos ópticos que limiten nuestro campo de visión. Se recomienda llegar al lugar entre media hora y una hora antes de comenzar en serio la observación, así daremos tiempo a nuestra vista para que se acostumbre a la oscuridad.