Un gran riesgo para el patrimonio natural turolense

Gonzalo Aupí

Nuestra vecina provincia de Teruel esconde algunos de los más valiosos patrimonios naturales de la península Ibérica. Comarcas como las del Matarraña, Maestrazgo, Albarracín, Jiloca, Gúdar-Javalambre y otras tantas albergan inmensas áreas de un incalculable valor natural y paisajístico, a los que se suma el enorme atractivo de los cielos turolenses, considerados entre los mejores del continente europeo para la observación astronómica. El extraordinario valor de este patrimonio de la naturaleza, unido a su proximidad geográfica, han hecho de estas zonas un pulmón para miles de valencianos, que tienen en ellas uno de los tesoros naturales más queridos y cercanos. Todo ello puede estar amenazado ante la posible puesta en marcha de numerosos proyectos de macroparques eólicos en estas áreas, cuyo paisaje corre el riesgo de una degradación sin precedentes. Estos macroproyectos, en caso de llevarse a cabo, supondrían un potencial punto de no retorno. Hablamos, por tanto, de un gran riesgo ante el que es fundamental alzar la voz. No en contra de las energías renovables, sino del sinsentido de sacrificar un patrimonio tan valioso por no ser capaces (o no querer) de encontrar soluciones más ecuánimes, que permitan encontrar un punto de equilibrio entre las necesidades energéticas y el respeto y conservación del entorno y el patrimonio natural, cuya defensa es incuestionable.