Las universidades revisan su forma de examinar ante la irrupción de la Inteligencia Artificial

Barajan introducir pruebas orales, ampliar el peso de la defensa pública de los trabajos de fin de grado, e incluso la resolución de problemas en clase sin medios digitales

La Inteligencia Artificial lo cambia todo: «ya no podemos seguir preguntando lo mismo»

Alumnado estudiando en una de las bibliotecas de la Universitat de València

Alumnado estudiando en una de las bibliotecas de la Universitat de València / Germán Caballero

Rafel Montaner

Rafel Montaner

Las universidades valencianas estudian nuevas formas de evaluar al alumnado ante la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA), con herramientas de modelo de lenguaje como ChatGPT que ya utilizan gran parte de universitarios en sus trabajos. Unos cambios que, según los expertos en IA de las diferentes universidades, apuntan hacia la introducción de exámenes orales, ampliar el peso de la defensa pública de los Trabajos de Fin de Grado (TFG), la resolución de problemas en clase sin medios digitales e incluso formar al alumnado en el buen uso de la IA.

El vicerrector de Planificación Académica y Transformación Digital de la Universitat Politècnica de València (UPV), Juan Pedro García, destaca que con la IA «ya no se puede saber a ciencia cierta quién hace los trabajos». García sostiene que ante este riesgo «la única salida quizás sea introducir exámenes orales en los que el profesor pueda evaluar los conocimientos del alumnado».

Formación del profesorado

Tanto la UPV, como la Universitat de València (UV), la Universidad Católica de València (UCV), como la Universidad CEU Cardenal Herrera (UCH-CEU) preparan o están impartiendo ya actividades de formación en IA al profesorado.

Uno de los expertos que forman al profesorado de la Politècnica es Jordi Linares, docente e investigador del Instituto Universitario Valenciano de Investigación en Inteligencia Artificial de la UPV. Según Linares, «la IA nos obliga a cambiar el paradigma de la evaluación, pues ya no podemos seguir preguntándole lo mismo al alumnado». «Debemos formar al estudiante en el buen uso de la IA, para que pueda abordar proyectos de más envergadura y con objetivos más ambiciosos y próximos a problemas reales, unos retos en los que tenga que demostrar habilidades comunicativas y saber trabajar en equipo», añade.

El dominio de la Inteligencia Artificial por parte del profesorado, según Linares, le puede ayudar a diseñar mejor las preguntas de los exámenes, y «aunque la corrección de las pruebas y trabajos no sería ético delegarla en esta tecnología, si que la puede usar para detectar en qué ha fallado el alumno y sus incoherencias». Es decir, recalca, «si el profesor domina la IA, el tiempo que ahorra corrigiendo trabajos con esta herramienta lo puede dedicar a establecer un diálogo directo con el alumno para detectar qué sabe y las competencias adquiridas».

Uno de los expertos que forma en IA al claustro de la UCV es el profesor Enrique Estellés, miembro de la Unidad de Innovación Docente. Es partidario de repensar algunas pruebas de evaluación, «de darle una vuelta de calcetín para que sea más significativa y vaya a cuestiones concretas».

En el caso de los TFG, en opinión de este investigador docente «se debería, en primer lugar, replantear cuál es el objetivo de hacer un TFG. Qué se busca. A parte, se podría dar más peso no solo a la defensa en público del trabajo, sino también ampliar el contacto entre el docente y el alumno durante la elaboración del mismo con el fin de abordar dudas, objetivos y conocer qué es lo que quiere plantear con su estudio, pues así podrá detectar mejor si domina o no la temática del trabajo».

En este replanteamiento de la evaluación Estellés también considera que «el escribir más en clase» es una opción a tener muy en cuenta; el plantear la resolución de problemas en clase en los que el alumno tenga todos los recursos necesarios para responder sin tener a mano medios digitales».

La Universitat genera exámenes a través de la Inteligencia Artificial

El Centro de Idiomas de la Universitat usa la IA para crear materiales de las pruebas de acreditación

«La Inteligencia Artificial (IA) ha venido para quedarse». Esta es la frase que más repiten los responsables de transformación digital de las universidades valencianas, da igual que sean públicas que privadas. Prueba de ello es que algunas de ellas, como la Universitat de València (UV) ya emplea esta tecnología para mejorar el diseño de sus exámenes. No lo hace aún en las titulaciones de Grado pero sí en su Centro de Idiomas, donde utiliza la IA para generar los materiales que emplea en las pruebas de acreditación de los diferentes niveles de idiomas.

El director del Centro de Idiomas y catedrático de Informática de la UV, Pedro Morillo, explica que con esta tecnología «estamos generando materiales de forma más rápida y de mejor calidad para las pruebas de acreditación». Por ejemplo, si antes para generar el texto de una prueba de compresión oral se tardaba varios días, ahora lo hacemos en pocos segundos, y el profesorado, que siempre es quien supervisa que el material creado es el adecuado, puede dedicar ese tiempo a otras tareas de su asignatura».

ChatGPT, la punta del iceberg

Desde el CEU-UCH su vicerrector de Transformación Digital, Juan Manuel Corpa, sostiene que es necesario integrar la Inteligencia Artificial en el currículum. «Los estudiantes deben salir de la Universidad con competencias en IA, ya que el mercado laboral las está reclamando, y debemos enseñarles a utilizarla de forma profesional y responsable», asevera.

En la misma línea, Jordi Linares, profesor e investigador del Instituto Universitario Valenciano de Investigación en Inteligencia Artificial de la UPV, recalca que «formar al alumnado en está tecnología ya no es opcional, sino obligatorio porque ChatGPT solo es la punta del iceberg de las herramientas que están por llegar y, por tanto, el elemento diferencial de cualquier profesional cualificado en el futuro más inmediato será saber aprovechar la Inteligencia Artificial para resolver problemas más complejos».

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