Koldo García, el hombre para todo de Ábalos caído en desgracia

El asesor del exministro valenciano es un agente de seguridad privada que se forjó de escolta en el País Vasco en los años de plomo de ETA y en cuyo expediente figuran un par de agresiones. Exconcejal socialista, conoció a Ábalos en Ferraz y, tras su paso por el Ministerio de Transportes, residía en la comarca valenciana de la Marina, donde ha sido detenido

Koldo García, al lado de Ábalos, en una imagen de 2020.

Koldo García, al lado de Ábalos, en una imagen de 2020. / Hellín

Alfons Garcia

Alfons Garcia

 “Un tipo raro”. “La sombra de Ábalos”. “Hombre para todo”. ¿Quién es Koldo García Izaguirre? Es la pregunta de este día, aunque este tipo robusto de gesto severo viene siendo objeto de atención mediática desde poco después de la fulminante destitución de José Luis Ábalos del Ministerio de Transportes y de la Secretaría de Organización del PSOE.

¿Quién es Koldo García? Cualquier periodista que tuvo trato más o menos cercano con el socialista valenciano en sus años dorados en el Gobierno reconoce su rostro. El hombre que estaba casi siempre a escasos metros de Ábalos, en una mesa cercana en una cafetería, junto a la puerta del edificio donde entrara, el que conducía el coche si hacía falta, el que contactaba con la familia si había que enviar algún mensaje, el que guardaba el teléfono cuando el ministro estaba ocupado… Todo eso era Koldo. Un hombre de confianza total del dirigente socialista. El premio fue su nombramiento a finales de 2019 como consejero de Renfe. Su mujer también consiguió un empleo en el ministerio. Ábalos aún era ministro todopoderoso. Aún eran los buenos tiempos.

La relación entre ambos, cuentan fuentes socialistas, es anterior a la entrada del valenciano en el Gobierno de Pedro Sánchez. Coincidieron en Ferraz. Según estas fuentes, el introductor de Koldo sería el también navarro Santos Cerdán, hoy secretario de Organización del partido, entonces número dos de Ábalos en la reestructuración realizada tras el triunfo de Sánchez en las famosas primarias contra Susana Díaz.

Ábalos, esta mañana, en el Congreso de los Diputados.

Ábalos, esta mañana, en el Congreso de los Diputados. / Chema Moya

García es un agente de seguridad privada que fue concejal socialista en Uharte, municipio navarro. El de ahora no es su primer encontronazo con la justicia, sí el primero por presenta corrupción. Hace más de diez años fue condenado por golpear a un menor el día de la final del Mundial de fútbol de Sudáfrica. Según algunas crónicas, el joven llevaba una camiseta independentista.

No es la única bronca en la que se vio envuelto, antes había sido condenado por golpear a un vecino con otros vigilantes. Lo indultaron y no pisó cárcel, según distintos medios de comunicación.

También ejerció de portero en locales nocturnos.

Cuentan las fuentes del socialismo valenciano que se forjó en los tiempos duros del terrorismo etarra, como uno de los agentes de seguridad privadas que ejercían labores de escolta en el País Vasco y Navarra. En estas funciones habría estado protegiendo incluso a Nicolás Redondo Terreros.

El propio Ábalos, cuando el PP y Vox forzaron su comparecencia en el Congreso para conocer su papel en la visita de madrugada en 2020 al aeropuerto de Barajas al vuelo en el que viajaba Delcy Rodríguez, la vicepresidenta de Venezuela (Koldo era quien lo acompañaba), respondió sobre su asesor que «salvó la vida a dos policías», en alusión a esa tarea durante los años de plomo en Euskadi.

García Izaguirre pasó de Ferraz al Ministerio de Transportes al lado de Ábalos cuando este se convirtió en ministro. Era su hombre de confianza absoluta. El que lo acompañaba en aquel extraño episodio nocturno o el que acudía en nombre del ministro a recoger cualquier tipo de documentación oficial, señalan ex altos cargos valencianos. Al final de ese 2020, también estaba en el viaje del ministro a Canarias con su familia que fue objeto de polémica por el coste y el momento.

Después, en 2021, vino la fulminante caída de Ábalos y se levantaron decenas de tesis para interpretar aquella decisión de Sánchez sobre el ministro que había sido mano derecha y estrecho colaborador desde los tiempos de su defenestración. Una de ellas, que luego quedó arrinconada, como tantos, era una posible implicación de alguien cercano en una operación extraña de compra de mascarillas.

Lo que está claro es que el partido empezó a tomar distancia con Koldo García. Así, Ferraz le dijo que no cuando pidió acudir al último congreso del PSPV, celebrado en Benidorm en 2021. En la comarca valenciana de la Marina tenía su residencia estos últimos años. Allí ha sido detenido y trasladado a Madrid, según fuentes de la investigación.