El escudo antivertidos para l’Albufera suma un nuevo retraso y tampoco estará en mayo

La finalización de las obras se demora a noviembre, por lo que los seis tanques de tormentas no estarán operativos para las lluvias de primavera y otoño

La empresa pública encargada del proyecto acaba de licitar contratos con plazos de ejecución de 12 meses

Obras para ejecutar uno de los tanques de tormentas en la marjal de Catarroja, junto a la autovía V-31.  |

Obras para ejecutar uno de los tanques de tormentas en la marjal de Catarroja, junto a la autovía V-31. | / D. TORTAJADA

Rafel Montaner

Rafel Montaner

Ni para 2015, ni para principios de 2023 ni tampoco para finales de dicho año, ni incluso para mayo de este 2024... Las obras del escudo antivertidos para proteger el lago de l’Albufera de la contaminación acumulan un nuevo retraso y ya suman cuatro fechas de finalización incumplidas después de que comenzasen los trabajos en marzo de 2010, hace ahora justo 14 años. Noviembre es el nuevo horizonte de finalización que baraja el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo.

Estas obras de reordenación de la infraestructura hidráulica de la huerta y red de saneamiento del área metropolitana de València son claves para la regeneración de l’Albufera ya que aspiran a interceptar hasta la mitad de la contaminación llega al lago en los episodios lluviosos.

Contemplan el desvío de la acequia de Favara por fuera de las zonas urbanas y los polígonos industriales alrededor de la Pista de Silla para evitar su contaminación, construyendo 8,8 kilómetros de nuevos ramales de esta artería de riego, y también la ejecución de una extensa red de colectores interceptores con 9,6 km de canalizaciones diversas, así como la construcción de seis tanques de tormenta, con una capacidad total de 100.000 m3.

La función de estos depósitos es retener el agua contaminada interceptada en episodios de lluvias, para su posterior bombeo al sistema de aguas residuales del Colector Oeste y tratamiento en la depuradora de Pinedo, cuando las condiciones hidráulicas de la red de saneamiento lo permitan.

Pese a la importancia de su entrada en funcionamiento antes de las lluvias de primavera y otoño, es poco probable que esté operativo antes de que acabe 2024 a la vista de las licitaciones y adjudicaciones realizadas en febrero por la empresa pública Tragsa, a la que la sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed) encargó en 2021 la finalización de las obras.

El mes pasado Tragsa licitó o adjudicó una docena de contratos relacionados con esta infraestructura que suman en conjunto casi 1,5 millones de euros. Cinco de ellos incluyen plazos de ejecución de 10 a12 meses, con lo que no estarán acabados hasta 2025. Entre ellos hay dos licitaciones en las que las empresas tienen hasta el próximo 18 de marzo para presentar sus ofertas. Ambos contratos tienen un plazo de ejecución de 10 meses, que empezará a contar a partir de la formalización de la adjudicación. Uno de ellos es el alquiler de grupos electrógenos y el otro, por más de 190.000 euros, corresponde a la instalación de poliplastos y cucharas bivalvas, el sistema para extraer el lodo del fondo de los tanques de tormenta.

Acuamed, empresa pública del Ministerio para la Transición Ecológica, no ha respondido a las preguntas de Levante-EMV sobre la nueva demora de las obras.

Plazo ampliado al 27 de diciembre

Una de las razones podría estar en las instalaciones eléctricas de media tensión, cuyo contrato de adjudicación se vio obligado a modificar Tragsa en febrero para ampliar el plazo de ejecución en 8 meses. La fecha de finalización del contrato era el 18 de abril pero, según la resolución del órgano de contratación, «dado que los trabajos contratados dependen de la aprobación de los proyectos eléctricos por parte de la compañía suministradora de energía y actualmente los mismos están pendientes de aprobación, se hace imprescindible la ampliación del plazo hasta el 27 de diciembre». Sin suministro eléctrico es imposible que funcione el sistema de automatización y control remoto del escudo antivertidos

Todas estas obras inicialmente suponían una inversión de 39,2 millones. Cuando en julio de 2012 se suspendieron, ya se habían ejecutado trabajos por 27,4 millones de euros. En la encomienda a Tragsa de julio de 2021 se estimaba que la inversión necesaria para finalizar las obras era de 9,8 millones, pero casi dos años después, en junio de 2023, el Consejo de Ministros actualizó el presupuesto del encargo elevándolo a 14,4 millones. Por tanto, en estos momentos, la inversión final prevista del escudo antivertidos rondaría los 41,8 millones.

Un lago hipertrófico por el mal diseño del alcantarillado de 14 municipios

Desenchufar las acequias de la red de saneamiento y acabar con el colapso del Colector Oeste

El escudo antivertidos de l’Albufera aspira a acabar, según el informe de viabilidad del proyecto, con «el mal funcionamiento de la red de saneamiento -de 14 municipios-, que ha provocado que l’Albufera sea un lago hipertrófico que se encuentra lejos de su buen estado ecológico».

Este estudio apunta que «el principal problema del Colector Oeste es que fue diseñado únicamente para recoger las aguas residuales de Silla, Picassent, Alcàsser, Beniparrell, Albal, Catarroja, Massanassa, Paiporta, Picanya, Alfafar, Lloc Nou de la Corona, Sedaví, Benetússer y tres pedanías de València (La Torre, Forn d’Alcedo, Castellar y l’Oliveral), y conducirlas hasta la depuradora Pinedo II», pero «además de las aguas negras», también «se confía el drenaje general al Colector Oeste», por lo que éste colapsa «durante episodios de lluvias o de puntas en los caudales de aguas residuales, ya que en estas ocasiones la conducción y sus impulsiones no disponen de capacidad suficiente para transportar todo el agua hasta la depuradora, produciéndose alivios a la red de acequias que finalmente llegan al lago». Precisamente, el agua más contaminada es la de las escorrentías del inicio de la lluvia, pues arrastran todos los contaminantes de la superficie de carreteras y zonas industriales.

Además, añade el informe, «la red de acequias de riego está conectada en algunos puntos con la red de saneamiento», lo que contamina el agua que llega a l’Albufera por las acequias «aumentando los riesgos de deterioro de la calidad del lago», de ahí que sea clave desviar la acequia de Favara de áreas urbanas e industriales. R. M. Coll. València

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