España urge a reformar la financiación municipal con el consenso político

El secretario de Estado defiende la colaboración entre administraciones para el municipalismo pero pide a los ayuntamientos tener «responsabilidad pública» y dejar de culpar al otro

Arcadi España en el II Foro de Municipalismo.

Arcadi España en el II Foro de Municipalismo. / Fernando Bustamante

Amparo Soria

Amparo Soria

El secretario de Estado de Política Territorial, Arcadi España, intervino ayer en el II Foro de Municipalismo con un mensaje claro: la necesaria responsabilidad compartida de las administraciones en lo que respecta al municipalismo. El exconseller de la Generalitat ha reconocido que una de las trampas que se hacen en política «es no asumir responsabilidades y culpar al resto de administraciones» cuando algo no funciona, por eso ha pedido «responsabilidad pública» a unos ayuntamientos que no son menores de edad y ha apelado a una gestión compartida y eficiente entre los diferentes niveles de la Administración. Ahora bien, España ha reconocido que para el Gobierno es una «voluntad» abordar con urgencia la reforma de la financiación local, «pero necesitamos el acuerdo entre las distintas fuerzas políticas y que nos dediquemos a pensar más en las próximas generaciones y no solo en las siguientes elecciones», dijo. 

España también ha recordado que, a pesar de todo, se han destinado «un 22% más de recursos para todos los ayuntamiento de España». Y en este sentido de mejorar, en general, la administración municipal, pidió dignificar a los responsables públicos que en ocasiones compaginan su representación con trabajos particulares.«Tenemos que mejorar sus condiciones laborales para no perder en muchísimos ámbitos urbanos la calidad de nuestros representantes públicos», sostuvo. El secretario de Estado también pidió una reflexión y aplicar la autocrítica «para no ser irresponsables»

«Ahora bien, si volvemos al juego corto de echar la culpa al otro, de decir que nunca hay recursos suficientes, nunca solucionaremos problemas», lamentó. Enumeró el problema de la vivienda como una de las mayores urgencias a las que se enfrentan los consistorio, porque, «aunque es evidente que no todo es responsabilidad de las alcaldías», sí son los ayuntamientos los que deben gestionar los suelos y el patrimonio. «Hay deberes hacia dentro que no podemos olvidar, como mejorar la eficiencia del funcionamiento de la Administración, de las licencias que se otorgan y de otras actividades que influyen directamente en el bienestar de vecinos y vecinas», asignaturas que deben superares «con la ayuda y complicidad del resto de administraciones». 

Arrancó su parlamento en el Foro de Municipalismo repasando todas las tipologías y diferencias que caracterizan a pueblos y ciudades en la Comunitat Valenciana, desde los turísticos a los industriales, pasando por costa e interior, y los que tienen medio millón de habitantes o solo 500. «Hay una cosa que une a todos los responsables públicos de cualquier ayuntamiento, y es que tienen la gestión a flor de piel, a quemarropa. Para un vecino, el alcalde o la alcaldesa es el responsable de todo, porque el ciudadano no conoce la distribución competencial de España, así que su dirigente es el responsable de todo», reflexionó el exconseller. 

Arcadi España, José Luís Valencia, Maria José Salvador y Sandra Gómez.

Arcadi España, José Luís Valencia, Maria José Salvador y Sandra Gómez. / Fernando Bustamante

De ahí que sean los munícipes los que deban salvaguardar -dentro de su alcance- «el hogar público que es la ciudad». España ha reflexionado que las necesidades de esos espacios de la ciudadanía han cambiado mucho en los últimos años, y hay debates distintos como es el cambio climático que se traduce con temporales comoFilomena o con olas de calor extremo en el sur peninsular. «También hablamos de la contaminación ya no como una molestia, sino como un problema de salud pública, porque mata», señaló, y apeló alCovid-19 como un punto de inflexión en la manera de redefinir nuestras ciudades, «porque nos replanteamos la importancia de tener el hogar público, de tener buenos parques y plazas para vivir y compartir esos dos lugares donde convivimos». 

La otra cara del turismo

En ese mismo sentido recordó que el turismo, otrora «una fuente de ingresos y prosperidad para una ciudad o municipio», genera ahora «otras disfunciones» que hay que corregir como son los apartamentos turísticos, la masificación o la expulsión del vecindario del centro de las ciudades. «Ese afán por parte de algún tipo de turismo no bien regulado o los desequilibrios territoriales que vienen acompañados de las economías de aglomeración», que asumen las ciudades a costa de su área metropolitana. 

España ha pedido «olvidar los negacionismos» y apostar por la sostenibilidad como forma de progreso en las ciudades. Para ello,«hay que poner al ciudadano en el centro y no los vehículos privados» y apostar por una movilidad sostenible que permita reducir emisiones, algo que repercutirá en la calidad de vida de las ciudades.