Las llamadas al 112 relacionadas con el suicidio de chicas jóvenes se triplican en 4 años

Un informe de la Universitat de València y de la Fundación la Caixa analiza las llamadas al 112 entre 2018 y 2022 relacionadas con el suicidio de menores de edad

Los resultados alertan de un "aumento drástico" de llamadas de emergencia de los más jóvenes en la pandemia que se estabiliza después

Imagen de archivo de la sala del 112, en València.

Imagen de archivo de la sala del 112, en València. / E.Press

Mónica Ros

Mónica Ros

Llamadas al 112 relacionadas con el suicidio de menores de edad en la Comunitat Valenciana. Ese es el objeto de estudio de un informe de la Universitat de València y del Observatorio Social de la Fundación la Caixa que ha analizado las llamadas de emergencia relacionadas con el suicidio antes y después de la pandemia, con la mirada puesta en los más jóvenes. Así, se estudian cuatro años de llamadas (entre 2018 y 2022) que demuestran que la pandemia supuso un antes y un después en la salud mental de los más jóvenes, que no se deben diseñar estrategias conjuntas porque los resultados muestran diferencias entre las chicas y los chicos; y que tras la pandemia, el aumento de llamadas llegó para quedarse. Y es que este tipo de llamadas de emergencia no se han reducido para regresar al punto de salida, sino que se han estabilizado. Los expertos ya alertaban, cuando llegó la pandemia, que habría repercusiones a largo plazo en la salud mental de la población en general y de los jóvenes en particular. Y el informe que ahora se publica así lo demuestra.

Los resultados subrayan la necesidad "de tener en cuenta el género" ya que aunque la Comunitat Valenciana registró un "aumento drástico" de llamadas al 112 relacionadas con menores de edad, las cifras se disparan en las chicas. "El incremento ha sido especialmente acusado en las chicas, dado que las cifras se han tripicado en apenas cuatro años", recalca el informe. "Es posible que el aislamiento social, la incertidumbre, el miedo a lo desconocido y otros aspectos psicológicos que acompañaron a esta crisis sanitaria afectara en mayor medida a los menores de edad, que se encontraban en una etapa vital de su desarrollo psicosocial", explica el informe.

El informe recalca que las llamadas analizadas las realizaron tanto los propios menores como sus familiares u otras personas presentes en el momento de la conducta suicida "pero que no derivaron necesariamete en suicidios consumados, sino que contemplaban cualquier situación en la que la personas que realizaba la llamada considerara que la seguridad del menor corría peligro y se precisaba el apoyo de un servicio de emergencia (policía, bomberos o recursos sanitarios)"

En el periodo precovid (entre enero de 2018 y febrero de 202) las llamadas mensuales relacionadas con el suicidio de menores estaban estabilizadas, oscilando entre las 20 y las 40 llamadas al mes (33 llamadas de media). Sin embargo, a partir del confinamiento "se aprecia una clara tendencia al alza, que alcanza su pico máximo en febrero de 2022 con cerca de 100 llamadas al mes; es decir, el triple de las que se había recibido durante el periodo precovid. En total durante el periodo Covid se contablizó una media de 61 llamadas al mes. A medidados de 2022 la tendencia apuntaba a la estabilización, pero los datos se mantuvieron muy elevados con respecto al periodo anterior a la pandemia".

Los datos reflejan un sesgo de género que no pasa desapercibido ya que las llamadas de las chicas son las que reflejan un mayor aumento, pasando de una media de 20 llamadas al mes, al triple en 2022. "Los picos máximos de llamadas de chicas se sitúan en la quita ola, conocida como la 'ola joven', dado que afectó mayoritariamente a jóvenes que empezaban a recuperar sus interacciones sociales". La cifra de llamadas de chicos también aumentó "pero la curva es menos pronunciada, pasando de las 12 llamadas al mes en el periodo precovid a las 20 llamadas de media en 2022". Los picos más altos, también coinciden en la denominada sexta ola.

Si se analiza la edad de los menores protagonistas de las llamadas, son los chicos de 17 años los que más llaman, mientras que en el caso de las chicas, la franja se sitúa entre los 14 y los 17 años. "En el caso de los menores de entre 15 y 17 años, el 13,5% de las llamadas manifestaban que el o la menor sufría algún tipo de trastorno de depresión o de ansiedad", refleja el texto.

De hecho, el informe recalca que durante la pandemia las chicas hacen referencia en las llamadas a problemas de depresión y ansiedad, mientras que los chicos registran un incremento en las alusiones a otros trastornos psiquiátricos y en el número de llamadas de varones que ya estaban en tratamiento. Ahora bien, si en algo coinciden ambos sexos es en las alusiones a autolesiones y a ideaciones suicidas. "Además, se duplicaron las llamadas en las que se informaba de que no era la primera vez que el menor intentaba suicidarse", concluye el informe.

Entre 3 y 5 llamadas diarias, solo en València ciudad

Un segundo estudio de la Universitat de València y de la Fundación La Caixa analiza las llamadas de suicidio al 112 pero, en esta ocación, solo en la ciudad de València y entre 2017 y 2022. En este periodo se produjeron 10.030 llamadas lo que supone entre 3 y 5 casos al día. En el 60% de los casos, la persona en crisis era mujer. 

Durante los dos primeros años del estudio, las llamadas más frecuentes provenían del grupo de mediana edad. Sin embargo, apartir de 2019 hubo un aumento significativo de las llamadas de personas en crisis de 15 a 20 años. Las mujeres confirman esta tendencia, pero no ocurre lo mismo en los hombres. «Aunque las llamadas en el grupo de edad de 15 a 20 años han aumentado, el grupo de mediana edad aún registra un mayor volumen, especialmente entre las personas de 50 a 55 años», apunta el informe.

El estudio también refleja de dónde proceden las llamadas. «Los vecindarios de niveles más bajos de educación y densidad de población presentan llamadas más altas relacionadas con el suicidio», algo que también ocurre «en barrios con mayor movilidad residencial y envejecimiento de la población». 

Además, el estudio asegura que se produjeron más llamadas de hombres desde hogares unipersonales y más llamadas de mujeres «desde entornos donde hay mayor concentración de migrantes». Llama la atención el efecto estacional «con un pico de llamadas de mujeres durante la primavera y de hombres durante el verano».

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