Medio Ambiente investigará la planta de Requena y pide a la CHJ controles en el río, acuíferos y pozos

La boina de humo y el mal olor remiten tras casi una semana ardiendo mientras Bomberos dejan de enfriar con agua para pasar a la fase de extinción con arena y maquinaria pesada

La empresa tramita la ampliación de la planta mientras los vecinos recogen firmas para que la cierren

Las montañas de residuos siguen ardiendo en la planta de tratamiento de Requena

Las montañas de residuos siguen ardiendo en la planta de tratamiento de Requena

Tras casi una semana ardiendo, el incendio en la planta de tratamiento de residuos de San Antonio de Requena propiedad de la empresa Econova baja de intensidad y se ve más cerca la extinción definitiva. El fuerte olor que durante días han soportado los vecinos parece remitir y el parte diario de la Conselleria de Medio Ambiente aseguraba ayer que los niveles de contaminación por partículas habían entrado en "parámetros normales" aunque la calidad del aire se mantiene en "razonablemente buena" como en los últimos días. Se recomienda así "continuar con las recomendaciones establecidas desde el primer día", esto es, que los niños y personas con enfermedades respiratorias usen mascarilla, no practicar deporte al aire libre y mantener las ventanas cerradas.

Los Bomberos por su parte dan por finalizada la fase de extinción con agua y esperan que la empresa propietaria de la planta empiece los trabajos de aporte de arena con maquinaria pesada para terminar de apagar los residuos. Se trata, explican fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos, de una obligación de la empresa, aunque los bomberos revisarán y superan la operación.

Tras las críticas de vecinos y grupos políticos, la Conselleria de Medio Ambiente, dirigida por Salomé Pradas, anuncia medidas. El director general de Calidad Ambiental, Jorge Blanco, que este sábado visitó, fuera de agenda con los alcaldes de Requena y Utiel, Rocío Cortés y Ricardo Gabaldón, la planta, se reunirá este lunes con los responsables de los servicios de Inspección, Residuos y Calidad Atmosférica para analizar la situación. Se va a investigar si la empresa que gestiona la planta, donde ya se había producido otros conatos de incendios, ha incurrido en infracción de la Ley de Responsabilidad Ambiental y en su casi se ha cometido algún tipo de negligencia. 

La planta de residuos de Requena sigue tirando humo

La planta de residuos de Requena sigue tirando humo / M.G.D.

Riesgo para los acuíferos

Además de los problemas de salud pública que ha provocado o puede provoca el incendio, los vecinos están preocupados por las consecuencias que pueda tener el incendio en el medio ambiente. La planta de compostaje se encuentra sobre el acuífero de Requena, a pocos metros de la planta embotelladora de agua de la población, y también muy cerca de una de las ramblas que desemboca en el Río Magro. En este sentido, la Conselleria de Medio Ambiente va a pedir a la Confederación Hidrográfica del Júcar que tome medidas y lleve a cabo sus propios controles en acuíferos, pozos y cauces próximos a la planta.

Este tipo de plantas de tratamientos deben cumplir unas medidas ambientales muy estrictas entre ellas la impermeabilización de los terrenos sobre los que se ubican para evitar filtraciones al subsuelo. Se desconoce si la planta de Requena, con cuyos responsables ha intentado ponerse en contacto, sin éxito, este diario cumplía con esta medida.

Consecuencias para la agricultura

El incendio también podría tener consecuencias en los cultivos de vid cercanos a la planta que expuestos a las altas temperaturas y el humo podrían haberse perdido o sufrido daños. Hay que recordar que la comarca de Utiel-Requena es una de las principales productoras de vino de la Comunitat y la economía de muchas familias depende de ello. El acuífero de Requena con permeabilidad intermedia se extiende a lo largo de 988 km² y es explotado principalmente para el regadío de viñedos. El río Magro, en proceso de regeneración tras años de vertidos y contaminación, es el más importante de la zona, también depende de los aportes del acuífero.

Se desconoce también el impacto que haya podido tene el fuego tras varios días activo en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) cercana a la planta.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil también llevará a cabo una investigación del incendio en la planta de tratamiento de Requena para determinar el origen, natural o intencionado, sin embargo, los agentes no actuarán mientras el fuego no se de por extinguido. Aunque el humo ya no es visible desde la distancia, de las montañas de residuos sigue saliendo humo, según las imágenes difundidas por vecinos de la zona.

Econova tramita la ampliación de las instalaciones

La empresa que gestiona la planta de tratamiento de residuos de San Antonio de Requena presentó en septiembre del año pasado a la Conselleria de Territorio una solicitu d de ampliación de la declaración de interés comunitario (DIC) de las instalaciones, ubicadas en suelo no urbanizable. La empresa solicita extender la licencia a los terrenos pertenecientes a la planta sin usar lo que acercaría más las instalaciones al cauce de una de las ramblas que desemboca en el Río Magro, con todo la empresa descarta en su solicitud que existan riesgos para el medio ambiente.

Con la ampliación prevista la planta podría llegar a tratar al año 96.000 toneladas de residuos tanto procedentes de poda y restos agrícolas, como restos de procedencia animal (estiercol) y residuos industriales (cartón, plástico y vidrio).

La planta de Econova de Requena es una instalación intermedia que trata y almacena residuos y luego los deriva para valorización al sector industrial. La incineración de los productos de la planta es una de las líneas de negocio que la empresa quiere expandir. Este tipo de plantas de tratamiento pasan por una complicada tramitación administrativa. Se les exigen certificaciones de las medidas de extinción de incendios, de impermeabilización frente a las filtraciones al suelo y a los acuíferos, controles de emisiones a la atmósfera y de lixiviados. Incluso se exigen mecanismos de control para evitar que las bacterias de los residuos puedan llegar a la fauna.

La planta de residuos de San Antonio no es la única que funciona en la comarca de Utiel-Requena donde hay numerosas instalaciones dedicadas al acopio y venta de residuos agrícolas y de la ganadería. Fuentes del sector apuntan que la tramitación administrativa de este tipo de instalaciones es muy exigente, pero los controles e inspecciones posteriores no tanto y las sanciones y ordenes de cierre a los infractores pueden eternizarse