El concejal de Obras y Servicios, Rafael Miró, hizo público hoy este informe, que también incluye soluciones inminentes para la reparación de esa pared.

El documento aporta la existencia de diferentes factores que, combinados, pudieron provocar el desprendimiento de parte del muro, según fuentes municipales.

Entre ellos destaca la antigüedad de la construcción que data del año 1835, pero también son importantes la falta de drenaje transversal y el peso de los árboles allí plantados.

Los técnicos destacan como circunstancia atenuante las recientes obras de reurbanización del parque que, según explican, han supuesto una mejora en cuanto a la estabilidad del muro al sustituir un riego por inundación mediante manga por un sistema por goteo.

Según Miró, el informe subraya que el resto del muro no presenta signos de mal estado y remarca que tampoco había nada que hiciera pensar en la posibilidad de un desprendimiento.

Tras la retirada de los elementos peligrosos, el edil anunció la realización de un drenaje sobre todo el perímetro del parque, además de reforzarse todo el muro y de rehabilitarse la parte siniestrada con el empleo de geotextiles.

También se comprobarán el estado de las líneas de riego y las diferentes conducciones que atraviesan el parque.

Las obras se contratarán por procedimiento de emergencia para que se ejecuten de la manera más rápida posible.