Alfons Garcia, Valencia -¿Merecen tanta celebración las Normes del 32 Total, son cinco hojas de bases ortográficasÉ -Depende de cómo se mire. En el año 1932 eran importantes, pues ponían fin a una anarquía gráfica. Todo el mundo las siguió blaveros intentaron sabotearlas. Por eso se ha creado alrededor de las Normes una especie de prestigio como valladar para que no triunfe la sinrazón lingüística. Sin esa repulsa blavera , la reforma ortográfica acordada en 1932 no hubiese tenido tal resonancia. Para el castellano, por ejemplo, hubo en 1959 una reforma y ¿quién se acuerda -¿No se han mitificado a partir de los años ochenta planteándolas como referente a seguir de consenso lingüístico -No sé si « mitificado » es el término exacto, pero si se busca consenso, las Normes de Castelló son imprescindibles. -¿No es más su valor simbólico, de unión de diferentes sensibilidades, que su contenido filológico -Quienes las firmaron tenían claro que se iba hacia la unidad, y hubo sacrificios de algunos que pensaban de otro modo y disciplinadamente se sometieron a esas Normes. -¿Sería bueno un acuerdo similar en la actualidadÉ unas Normes del 2007 -Ahora ya existen las Normes y no hay que cambiar lo que está bien. -Pero el disenso sobre la lengua permanece... -Quienes propugnan el disenso tienen unos intereses que no son los lingüísticos. -Unos dicen que las Normes del 32 son fabristas; otros que proclaman la genuinidad del habla valenciana. ¿Cómo lo ve - Las Normes son, guste o no guste, copia de las Normes de l'Institut d'Estudis Catalans (IEC); y eso es lo más sensato que se podía -Y el Pare Fullana, ¿respaldaba realmente las Normes, fue manipulado o cambió pronto de ideas -Fullana las respaldaba y no las respaldaba, pero las firmó. El Fullana de 1932, académico de la Real Academia Española (RAE), no era el Fullana catalanista de 1906, cuando acude al Primer Congrés Internacional de la Llengua Catalana. La historia es divertida, porque en el citado congreso presentó una ponencia sobre la conjugación catalana, pero un lingüista alemán, Bernhard Schädel, la criticó duramente diciendo que con sus elucubraciones había perdido el tiempo y que lo ignoraba todo de la ciencia filológica. Ahí Fullana se retiró a Valencia y aquí se hizo el importante: cabeza de ratón, en vez de cola de león. -La Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) se reclama hija de las Normes del 32. ¿Por qué no suscita el acuerdo social de aquel proyecto -No estoy enterado de lo que hace la AVL. -Y usted, con su prestigio y veteranía en la filología en estas tierras valencianas, ¿cómo es posible que no sea presidente de la Acadèmia de la Llengua y ni tan siquiera miembro ¿Rehuye las bicocas -No tengo la importancia que usted me concede. -Parece reacio a hablar de la AVL. ¿Algún resquemor ¿Es entrar en terreno minado dada la variedad de opiniones que la actuación de esta entidad ha suscitado -No tengo ningún resquemor. Desde el principio vi que todo era una maniobra política; vi que a dedo se designaba a ciertos señores con el pomposo título de académicos , los cuales estaban ayunos de filología,y apenas sabían la lengua (alguno ni la hablaba). Eso me hizo apartarme. -¿Las Normes del 32 hubieran podido promoverse en otra capital que no fuera Castelló -No, en absoluto. Ya lo dijo Azorín. Castelló se había convertido en los años 20 y 30 del siglo pasado en la capital cultural del País Valenciano. Piense, por ejemplo, en la actividad de la Sociedad Castellonense de Cultura. -Desde la distancia y con frialdad suiza, ¿cuál es su diagnóstico sobre el valenciano -Desde lejos no siempre se ven las cosas bien. Fui bastante pesimista ante el poco uso social, pero en los últimos tiempos he notado que hay como un mayor aprecio de la lengua propia, y ahora se escribe y se lee el valenciano más que nunca. No hay que ser pesimista. -Las encuestas dicen que el uso social baja, pero son muchos más los jóvenes que saben leer y escribir en valenciano. ¿El vaso lo ve medio lleno o medio vacío -Es alentador que ahora se sepa leer y escribir en la lengua materna. El vaso estaría colmado si las autoridades, en vez de frenar su uso y buscar triquiñuelas para dividir, favorecieran, como es su deber, el empleo del idioma propio. -¿No cree entonces que se promociona lo suficiente el uso de la lengua -No, en absoluto. Y eso es irresponsable. -Después de los avatares del valenciano en los últimos 30 años, ¿cree en los políticos -No creo en los políticos por aquello de «por sus frutos los conoceréis» . -Valenciano, catalán, valenciano/catalánÉ ¿Con qué nombre se queda -Se puede llamar a la lengua autóctona como se quiera, pero en el uso de la romanística internacional sólo se la conoce como catalán. -Pero valenciano (y lengua valenciana) se consagra en el reformado Estatuto de Autonomía. ¿Le parece irrelevante este reforzamiento legal de la diferencia nominativa o puede ser peligroso de cara a estrategias políticas futuras -No hablo de política. Lo que digo es que valenciano y catalán son la misma lengua. Y ningún filólogo serio lo puede negar. Cuanto hagan o dejen de hacer los políticos me tiene sin cuidado. -Dígame una frase breve (no más de 10 palabras, si es posible) sobre Joan Fuster. -Fue un referente fundamental del despertar valenciano. -Sobre Sanchis GuarnerÉ -Un buen historiador y lingüista al que le hicieron la vida imposible. -Y Xavier CaspÉ -Prefiero no pronunciarme.