El comportamiento incívico de un grupo de vándalos la noche del pasado domingo en Chiva quedó patente el lunes por la mañana en su piscina municipal. Así lo comprobaron los empleados de la instalación pública, que cuando llegaron a su lugar de trabajo vieron cómo diversos objetos como sillas, mesas, bancos o sombrillas flotaban en el agua. E incluso otros, como los pesos con los que se sostienen las sombrillas para que no se las lleve el viento, permanecían en el fondo del vaso.

Al parecer, unos desconocidos entraron en el complejo durante la noche y se dedicaron a arrojar cuanto podían al agua, lo que provocó que algunos de estos objetos incluso se rompieran y quedaran inservibles para un posterior uso.

No obstante, durante la mañana del lunes los trabajadores de la instalación se apresuraron en recoger el mobiliario arrojado a la piscina para poder dar servicio lo antes posible a los vecinos de Chiva que quisieran usar la piscina.

Ante estos actos vandálicos, el concejal de Deportes de Chiva, Joaquín Furriol, lamentó «la falta de civismo de cuatro personas que perjudican a todos, ya que hay que emplear recursos y reponer materiales para mantener abierto el servicio».