Los dirigentes del PSPV y Compromís-MoVe en Llíria, después de permanecer varias horas esta tarde negociando un pacto de gobierno para los próximos cuatro años, se han emplazado a continuar con el diálogo esta noche a partir de las 22 horas. Al parecer, está asumido que la alcaldía será compartida, pero está por ver el orden y la cantidad de tiempo que la ostentará cada partido.

En este sentido, el actual alcalde en funciones y candidato del PSPV, Manolo Civera, ofreció mantener él la vara de mando durante dos años y medio y dársela al aspirante de Compromís-MoVe, Joanma Miguel, el último año y medio. Para ello, los socialistas recuerdan que ellos han obtenido seis concejales por los cinco de la formación valencianista.

Por su parte, al parecer, Compromís-MoVe exige un pacto en el que la alcaldía sea de dos años para cada partido, y que empiece la legislatura su candidato, Joanma Miguel. En su favor sostienen que ellos han mantenido su número de regidores respecto a 2015, mientras que el PSPV ha perdido dos.

Las negociaciones podrían alargarse durante la noche, con la premisa enviada por las direcciones de cada partido, que exigen que haya un acuerdo que evite que el PP se alce con la vara de mando. De hecho, si no hubiera acuerdo, Reme Mazzolari sería la nueva alcaldesa de Llíria al liderar la fuerza más votada.

No obstante, la incertidumbre sigue presente ya que esa directriz de las direcciones de ambos partidos no incumbe a dos de las concejalas de Compromís-MoVe, Elena Jiménez y Mari Cruz García. Ambas son de MoVe, una formación independiente asociada a Compromís en Llíria, que podrían no seguir las normas del partido.