"Hemos pasado dos largos meses sin poder comer ni dormir por si nos echaban"

La imagen de la calle Argila ha cambiado diametralmente en dos meses. Mientras el 8 de diciembre de 2020 los vecinos y vecinas de esta calle estaban anímicamente devastados, ayer reinaron la alegría y los aplausos entre las familias que iban a ser desahuciadas ayer y que gracias al trabajo de la Generalitat, el Ayuntamiento de la Pobla de Vallbona y la PAH, mantendrán su vivienda. Lo harán porque la expulsión ha sido nuevamente aplazada al 8 de mayo, pero antes de esa fecha se ejecutará el convenio firmado entre la Conselleria de Vivienda y Divarian, el fondo que adquirió el edificio, para materializar la compra de 29 viviendas. De ellas, 21 serán para los residentes que han sobrevivido estos dos meses de «angustia», como explicó Ana María Amado, una de ellos. «Quiero mostrar mi agradecimiento por la implicación y ayuda de las instituciones tras dos largos meses de no comer ni dormir por el inminente desahucio», dijo, tras tomar la palabra en la visita que realizaron al inmueble el vicepresidente segundo y conseller de Vivienda, Rubén Martínez Dalmau, y el alcalde de la Pobla de Vallbona, Josep Vicent Garcia.

«Esto es un ejemplo a seguir, quien lucha lo consigue, y no habría servido de nada sin este equipo donde no ha habido partidos políticos ni colores, han trabajado hasta en Navidad», continuó Ana María. Los aplausos continuaron durante su intervención, pero iban dirigidos tanto al vicepresidente segundo como al alcalde, además de al secretario autonómico de Vivienda, César Jiménez, y la directora general de Emergencia Habitacional, Puri Peris, quienes han negociado con el fondo buitre el convenio de compra venta de los pisos.

Así, el vicepresidente Dalmau, explicó que la adquisición de las 29 viviendas se cerrará «por un precio justo», 1,7 millones de euros (58.000 euros la vivienda) , por debajo del precio medio de la vivienda en la localidad y la comarca. A ellas hay que añadir otros tres inmuebles que la Generalitat ha comprado a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (sareb) y las ha destinado al parque público de vivienda de la Pobla de Vallbona, por lo que se ha pasado de tener 0 casas a 32 en tan solo dos meses, «lo que sitúa a este municipio como un referente en vivienda social», destacó Dalmau.

Mientras, el alcalde, visiblemente emocionado, resaltó que la Pobla de Vallbona es el municipio donde la vivienda social más crece de la comarca, y destacó la coordinación entre administraciones y la presión ejercida por la sociedad civil, tanto por parte de los vecinos como de la PAH. «Ha resultado que hoy, en lugar de un desahucio, hay una adquisición», señaló.