Caminar casi 400 kilómetros para recuperar su nacionalidad

Un camerunés que reside en Benimaclet saldrá andando hacia la embajada de su país en Madrid para conseguir el documento que ya ha pagado: "El pasaporte es mi vida. Sin él no soy nada aquí"

Michel Mvondo Ndtoungou, en una foto reciente.

Michel Mvondo Ndtoungou, en una foto reciente. / Levante-EMV

Jaime Roch

Jaime Roch

Andar unas seis horas sin descanso, unos 30 kilómetros al día. Casi 400 kilómetros en total. Es el camino que va emprender este lunes a las 7.30 horas Michel Mvondo Ndtoungou, un vecino de Yaoundé (capital de Camerún), hasta la embajada de Camerún en Madrid desde su actual residencia en Benimaclet. El motivo: la ausencia del pasaporte una vez pagado y tramitado.

Llegó en 2013 a España, después de otros 3.648 kilómetros recorridos durante tres días desde Camerún hasta Marruecos: "Salté la valla de Melilla después de vivir un año en Marruecos. Casi muero, estuve ingresado y perdí a varios amigos en el camino", asegura en el metro de vuelta a València tras una mañana de trabajo.

"Un oficial de policía marroquí me salvó la vida porque llamó a una ambulancia. Estuve en un hospital durante nueve días hasta que me echaron. Necesitaba entrar en Europa porque mi mujer estaba embarazada y tenía otros tres hijos más", recuerda tras salir del Monte Gurugú en Nador (Marruecos).

"Ha gastado toda mi vida para salir de Camerún y, al final, el 29 de noviembre de 2013 logré entrar en Europa después de tanto sufrimiento", relata con la voz entrecortada porque no le gusta volver a rememorar este pasaje de su vida.

En 2016, cuando reunió el dinero, logró el pasaporte y ahora, más de cinco años después, necesita obtener de nuevo ese documento, con la validez que le corresponde al tramo de su edad (36 años), porque el anterior se halla dentro de los últimos días de vigencia: "El pasaporte es mi vida. Sin él no soy nada aquí. No puedo mandar dinero a mi familia ni trabajar legalmente", explica.

"Alguna persona de mi embajada me ha bloqueado el pasaporte", manifiesta. Según explica, en verano envió los papeles a la embajada de Camerún en Madrid y pagó la tasa correspondiente pero, ha pasado medio año, y no ha recibido absolutamente nada: "Me dijeron que tenía el pasaporte listo, pero les pedí el favor de que me lo mandaran a València, como hicieron la otra vez. Les pagué el envió exprés y todo, pero no lo he recibido".

Según relata, Michel Mvondo ha perdido dos trabajos por culpa de no tener el pasaporte en regla. Su especialidad es limpiar cristales y su clientela principal está por la zona de la comarca de Camp del Túria, especialmente en los pueblos de Llíria y la Pobla de Vallbona. Solo pide la voluntad a cambio de su trabajo.

"Llegaré a Madrid en dos semanas. Solo puedo ir caminando, no puedo ir de otra forma por motivos económicos. Cuando llamo a la embajada de Camerún, me dicen que no me entienden y que les molesto", declara. A pesar de su delicada situación, Michel Mvondo Ndtoungou no pierde la sonrisa ni el buen humor: "Si usas paz es como si estuvieses usando cash", concluye.