Con más de un año de retraso, la estructura metálica proyectada sobre el yacimiento arqueológico de la calle Corretgeria ha comenzado a cubrir los restos de los baños árabes de Xàtiva, señalados como los mejor conservados del territorio valenciano. Los trabajos de acondicionamiento del entorno se retomaron hace escasas semanas después de un largo parón, una vez la Conselleria de Cultura autorizó la intervención, sometida a un modificado técnico que alteró el proyecto inicial. Pero el consistorio todavía arrastra otro inconveniente que trata de solventar. Los inquilinos de la finca que linda con el yacimiento han mostrado, desde que conocieron la propuesta, su oposición a la fórmula de cubierta escogida, dadas las grandes dimensiones y la cercanía de la estructura, prácticamente pegada a las viviendas.
Los propietarios del primer piso temen que derive en un incremento de la inseguridad, porque la forma recayente de la cubierta podría facilitar a los amantes de lo ajeno el acceso al balcón trepando por ésta. Otros vecinos sostienen que es «antiestética» y que se encuentra «demasiado pegada a la finca». «Es como una nave y cuando pega el sol hace un efecto reflectante; el calor es insoportable», añade un residente del segundo piso. Los inquilinos mantienen que el consistorio no ha respondido a las reclamaciones presentadas y han puesto el caso en manos de la compañía aseguradora y de sus abogados ante posibles acciones legales.
Pero la visión municipal es otra. Desde el equipo de gobierno matizan que han mostrado siempre «interés» por las quejas vecinales e indican que los inconvenientes planteados han sido tenidos en cuenta y se están «intentando solucionar» conforme avanzan los trabajos aún durarán unos días más para colocar la cubierta, según indicó el concejal de Urbanismo. La propuesta correctiva del arquitecto municipal pasaría por retirar algunas de las láminas de metal inicialmente previstas del lateral que recae sobre la finca para aumentar en más de un metro la distancia entre la estructura y las viviendas, evitando así que alguien pueda trepar y saltar a los balcones.
La cubierta pretende blindar los históricos restos del siglo XI sin dejar de hacerlos visibles desde el exterior, resguardándolos de las inclemencias meteorológicas y de los inconscientes que lanzan basura. Las últimas tareas han consistido en realizar aberturas en los muros que rodean lateralmente el yacimiento para que los transeúntes puedan ver su interior.
Los baños mejores conservados
El proyecto de rehabilitación de los baños árabes figura entre las obras que el ayuntamiento financia a través del Plan Camps, aunque ha sufrido importantes retrasos por los imprevistos técnicos surgidos y por la ampliación de la superficie protegida donde podrían encontrarse nuevos restos. En un futuro se retomarán las excavaciones arqueológicas.
