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El molino del XIX que iba a ser aula de estudio del agua está ya en ruinas

El techo se ha desplomado y en su interior apenas quedan piezas de valor por culpa de los continuos saqueos - El Molí Sarrampedra de Xàtiva fue cedido al ayuntamiento por su propietario hace siete años

El molino del XIX que iba a ser aula de estudio del agua está ya en ruinas

Los más de cien años que estuvo en manos privadas permaneció prácticamente intacto. En los siete años que lleva a nombre del Ayuntamiento de Xàtiva ya ha sido saqueado varias veces y su estado es de ruina. El Molí Sarrampedra, del siglo XIX, está prácticamente en el suelo. Su propietario lo entregó al consistorio a cambio de un mayor aprovechamiento en el PAI de la zona donde está el inmueble, entre la carretera del Genovés y la línea de tren Xàtiva-Alcoi. El ayuntamiento, que en principio iba a derribarlo, lo protegió; lo aisló de la parcelación que lo condenaba al derribo y anunció la habilitación en su interior de un aula de estudio del agua, puesto que el molino „según un estudio de la Universitat de València, en concreto del profesor Jorge Hermosilla„ era el mejor conservado de la Costera y una joya del aprovechamiento hidráulico del siglo XIX.

Han pasado siete años y no hay rehabilitación ni aula didáctica ni vigilancia ni salvaguarda. Este diario ya denunció en 2011 que el interior fue saqueado. Aunque poco queda ya de valor „tanto porque lo han robado o porque lo que permanece está destruido„ ha habido posteriores acciones delictivas. Pero la puntilla parece haber llegado días atrás con el hundimiento de gran parte del techo. El inmueble presenta un avanzado estado de ruina sin que, de momento, se conozca acción municipal alguna para frenar esa situación o con miras a consolidarlo.

En el colosal inventario Los sistemas de regadío en la Costera, de 2003, el profesor Hermosilla decía del Molí Sarrampedra o dels Cremats (de finales del XIX) que era un molino harinero movido por turbina y salto de agua en rampa con balsa interior. Ese año aún conservaba «dos juegos de muelas con tambor de cinc; limpias y cernedores en perfectos estado, y cabria y tolvas bien conservadas». El molino se alimentaba del caudal de las acequias Murta y de Bellús. Estuvo en funcionamiento hasta finales de los años 60. Cuando en 2004 se proyectó un PAI en la zona, uno de los viales pasaba exactamente por encima del molino, lo que lo condenaba al derribo. El entonces líder de la oposición socialista, Ramón Ortolà, propuso una alternativa técnica para salvarlo. Fue desoído. Pero el edil de Urbanismo, Vicent Parra „posiblemente influenciado por el trabajo de Hermosilla„ lo protegió. Se varió el proyecto. Y el dueño del inmueble lo cedió al consistorio.

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