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Salud Pública urge a los alcaldes a actuar para frenar el avance del mosquito tigre

La conselleria instruye en Xàtiva a los ayuntamientos sobre cómo hacer frente a la proliferación - Los expertos atribuyen a los municipios las competencias de prevención y tratamiento del insecto y la mosca negra

Salud Pública urge a los alcaldes a actuar para frenar el avance del mosquito tigre

La lucha contra la mosca negra y el mosquito tigre es cosa de los ayuntamientos. La directora general de Salud Pública, Ana María García, dejó claro ayer en una reunión mantenida en Xàtiva con alcaldes y concejales de la Costera, la Canal, la Vall d'Albaida y la Ribera que las competencias de la Generalitat para contener el avance del insecto asiático se limitan a una labor de seguimiento, apoyo e información a los municipios. García admitió que el mosquito tigre se ha convertido en «un problema de salud pública», pero pidió «dimensionarlo», sin crear alarma, antes de recalcar que, por ahora, no se ha producido ningún contagio autóctono de las enfermedades que transmite, como pueden ser el virus del Zika, el dengue o la chikunguaña.

Aunque la Generalitat mantiene un sistema de vigilancia epidemiológica activo para evitar el riesgo de transmisiones cuando se detecta un caso, la directora general subrayó la importancia de la concienciación ciudadana y del papel de los ayuntamientos «para controlar los focos domésticos», teniendo en cuenta que el insecto suele criarse en espacios privados. Hasta ahora, los registros oficiales no han detectado su presencia en las poblaciones de la Costera, la Canal o la Vall, pero los especialistas piden estar alerta y en guardia dada su rápida propagación.

«Estamos ante un mosquito urbano, que no está en ríos y lagos, sino en pequeñas masas de agua». El coordinador autonómico de Sanidad Ambiental, José Vicente Martí, hizo hincapié en que los consistorios son «un eje nuclear» para combatir al mosquito tigre, puesto que tienen las competencias de tratamiento biológico mediante la contratación de empresas, con la ayuda de los fondos de la diputación. Martí guió a los alcaldes sobre los pliegos de condiciones que han de regir estos servicios de biocidas para evitar problemas con las empresas.

Macetas, bebederos de animales, pilas para el lavado de ropa, botellas rotas, latas vacías, pero también espacios públicos como imbornales, parques con árboles, jardines, rotondas o neumáticos. El mosquito tigre es capaz de criar en cualquier pequeña acumulación de agua que permanezca más de cinco días estancada. Por eso, los expertos enfatizaron ayer la importancia de que los vecinos renueven el agua de los recipientes de las plantas —en un balcón, por ejemplo— transcurrido ese periodo de tiempo, puesto que las larvas se desarrollan en recovecos donde existen pequeñas cantidades de líquido, sobre todo si se hallan en lugares sombreados.

Durante el encuentro celebrado en la sede de la Mancomunitat de la Costera, Ricardo Jiménez, catedrático de control de plagas de la Universidad de Valencia, advirtió de que «en tres años la Comunitat Valenciana estará llena de mosquitos tigre» y dijo que esta especie «ha venido para quedarse, no se va a ir y cada vez vamos a tener más». Ahora bien, el catedrático puntualizó que «eso no significa que vayan a picar más, si hacemos lo que hay que hacer».

«Se controla con poco dinero»

Jiménez aseguró que la alerta sobre el insecto se ha sobredimensionado y pidió calma a los representantes municipales porque «se puede controlar y no cuesta mucho dinero». El mosquito tigre, que mide entre 2 y 10 milímetros, llegó procedente del continente asiático a través del comercio internacional y se desplaza aprovechando los diferentes medios de transporte humanos. Se caracteriza por una picadura muy agresiva, porque ataca de día y porque transmite enfermedades.

Jiménez instó a los ayuntamientos a coordinar programas de vigilancia y control de la especie, llevando a término inspecciones en lugares con agua y medidas preventivas para, posteriormente, aniquilar posibles focos. Roberto Bermell, de la Federación de Municipios y Provincias, recomendó a los alcaldes que impulsen un plan integral de actuación y que creen una comisión de trabajo que implique a las áreas de Participación, Urbanismo, Sanidad o Educación. Bermell emplazó a los asistentes a «aprovechar los dos primeros años de legislatura» para adoptar decisiones. En el turno de preguntas, algunos asistentes se quejaron de la falta de coordinación entre administraciones y de las dificultades de los consistorios, dada la falta de medios.

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