En la época post-Rus, los plenos del Ayuntamiento de Xàtiva se han vuelto un completo aburrimiento, pero si alguien pensaba que las Fallas se iban a quedar sin material para la sátira política andaba muy desencaminado. Aunque el premio a la mejor crítica local se ha evaporado misteriosamente de los reconocimientos que entrega la Junta Fallera (JLF), raro es el monumento que no se mofa de los «líos» del tripartito en el gobierno.

La división pública y notoria entre los socios que integran el ejecutivo, los «cráteres» levantados en las obras de la plaza del Mercat „que luego tuvieron que deshacerse por su horrorosa estética„, los comerciantes en pie de guerra contra la peatonalización del enclave, el polémico pilón de la calle Àngel, el incremento de las sanciones de la zona azul, el carril bici «fantasma», el controvertido cartel de la Fira d´Agost diseñado por Mariscal...

El último año ha sido prolífico en titulares reconvertibles en combustible para fallas. Sumergirse en un recorrido de tres horas por los 19 monumentos que pueblan las calles deXàtiva permite adentrarse en un universo donde Miquel Lorente (EU) es el «regidor de l´all tendre»; el alcalde Roger Cerdà (PSPV) ora es un Matt Damon con «muy buena planta» ora un oriental rebautizado como «Rogel Celdà» y Cristina Suñer (Compromís) alterna el papel de Cleopatra con el de Geisha.

La analogía entre el «tripartito partido» y un «matrimonio de conveniencia» en crisis resulta recurrente entre los cadafals. El monumento de Juan Ramón Jiménez, obra de Xavier Herrero con el impecable guión de Rafa Tortosa e Iván Benavent, no deja títere con cabeza. En una escena, Cerdà deja a Lorente plantado en el altar, como la novia de Pinet («amb la cara llavà i el monyo fet») para irse con Suñer. Una caricatura del affaire que hizo temblar los cimientos del pacto en verano, cuando Cerdà se fue de vacaciones y delegó la vara de mando en la segunda teniente de alcalde para evitar hacerlo en Lorente (primer teniente de alcalde), con quien la relación es más tirante. El socialista también le pone «los cuernos» con Suñer al de Esquerra Unida en la falla Selgas Tovar, que gira en torno a la temática del triángulo amoroso. Espanyoleto interpreta al concejal de Fallas, Pedro Aldavero, pidiendo matrimonio a la Junta Local. «Segons algú m´ha dit, la relació no és molt intensa i cadascú dorm al seu llit». La escena cuenta como el consistorio «declaró su amor a las fallas» poco antes de la fiesta, anunciando «a toda prisa» un incremento de los premios, pero advierte de que «la ruptura es inminente: cuando pasen Fallas se ha acabado la relación». Benlloch cuestiona las promesas incumplidas de la JLF: «els monuments milloraran, les desfilades amb indumentària adequada, fins i tot un congrés faller tindrem... El temps ha passat i amb un campionat de futbet tot arreglat». La cesión del Gran Teatre para las presentaciones falleras, que pasó del «todo gratis» a quedar sujeta a una serie de condicionantes, es otra cuestión en la que los monumentos ponen el punto de mira, junto a la habitual crítica a los «amiguismos» en el reparto de premios. «Els millors premis repartits estan abans de començar (...) El tauró al peix menut es menjarà. Ja podem pelear les comissions menudes que el nostre sacrifici mai es veu recompensat», claman en la falla del Carmen. En Sant Jordi comparan al jurado con el verdugo que «corta la ilusión». Sus versets emplazan a los jóvenes a «recuperar la dignidad de los monumentos» y «la esencia de las fallas». Dentro de la misma espiral de autocrítica, algunos cadafals advierten de la pérdida de nivel de las creaciones, mientras que en el Raval acusan a la JLF de no valorar lo suficiente a los artistas y de «castigarlos a bofetadas».

El «horroroso» Felipe de Mariscal

Si las Fallas son un buen termómetro de la actualidad, el gobierno municipal de Xàtiva no sale muy bien parado. «Cerdà al capdavant recolzat per Estellés, i el tema del Mecat calent. Que si primer en arbrets, després en pilonets, ja veurem com acabarem...», narra una escena de Benlloch. Las diferentes fórmulas de cierre al tráfico ensayadas en la plaza del Mercat (para ira de los comerciantes) también son motivo de sorna en Juan Ramón Jiménez, donde una valla municipal alerta: «Aneu en compte amb les cagades i amb les caguerades en tota la plaça del Mercat». En el mismo cadafal, se anuncia un «Decreto de nueva planta: adjudicar el cartell (de la Fira) a dit. I el ciutadà s´espanta en vore aquell horrorós Felip V», en referencia a la obra de Javier Mariscal.

La falla reparte estopa a diestra y siniestra. La semiausente oposición: «semblen plantar l´orella però estan més sords que una rella al no encertar en cap acció». Los problemas con el autobús universitario: «A la regidoria d´Educació algun ´peta´ s´han fumat, fent-se un lio en la concessió del bus de la Universitat». O la recaudación de la nueva ORA: «Siguen del color que siguen, ens seguixen donant pel sac». República Argentina, ganadora de la Sección Especial, ironiza sobre los 80 euros de multa a los que se enfrentan ahora los conductores por la zona azul. El monumento del dúo Cimas-Guerrero escenifica el «circo local», con la «charanga del Tripartito», un regidor de Participación caracterizado como Hulk, un Nacho Reig bautizado como «el hombre orquesta» y un joven alcalde que «de seguida que va arribar al poder, va acomiadar de forma fulminant a qui en la policía estava manant». Cerdà aparece como un «domador» que ha de vigilar a sus socios de gobierno para que no se le subleven», mientras en el Mercat «tots els comerciants estan que per la boca trauen foc».

Raval reproduce un ninot de Mariscal, diseñador del «cartel del desficaci». Otra escena recuerda al edil de Movilidad el cuestionado carril-bici, señalado en Espanyoleto como otro desficaci porque «no es pot ni gastar». El cadafal pone el foco en la saturación de eventos en la ciudad a lo largo el año. «Fira Outlet, Arròs al forn, Firall, oktoberfest, Gastroxacex... Amb tanta fira a destall acabarem com una cafetera». Una crítica similar hace la falla Murta, donde un elaborado recorrido acompañado por los versos satíricos de Enric Vila -traducidos al inglés- guía al visitante por un mundo oriental donde Samur-All se convierte en el protagonista de la nueva edición de la Fira de l´all tendre de Xàtiva. El autor pide al consistorio que no abuse de este evento y advierte del peligro de que se convierta en la «cíclica y repetitiva Fira Outlet», que ha perdido fuste y ni siquiera hace ya honor a su nombre. El monumento lanza otro dardo contra el potencial turístico desaprovechado de Xàtiva. «Se´ns ompli la boca que som una ciutat turística de primer ordre i els nostre serveis turístics son clarament millorables».

Los versets recriminan a las autoridades el cierre del museo en el Día de los museos y del castillo en plenas vacaciones navideñas.

Un policía local da el alto a un coche a punto de estamparse con un bolardo en la falla infantil de Sant Jaume. «De la ciutat de les mil fonts a la ciutat dels mil pilons». El monumento tilda de «barbaridad» el bolardo que se colocó para pacificar el tránsito en la calle Àngel. A escasos metros, en el cadafal principal, un caracol intrepreta la lentitud del tripartito para materializar los cambios prometidos.

Las dos asociaciones de comerciantes y empresarios de la ciudad, Adexa y Xacex, no se libran de las pullas. Espanyoleto equipara a las agrupaciones con sirenas cuyos cantos se traducen en «resultados muy pobres». «Cada una prenent un sentit, amb una relació inconnexa i campanyes de poc profit». El monumento de Pere Baenas se muestra especialmente sensible con el éxodo comercial que sufre un casco antiguo cada vez más aislado, «una isla» donde el goteo de cierre de tiendas no cesa. «Hi ha un torneig a Xàtiva que als comerciants ha enfrontat. I mentre lluiten Xacex i Adexa els clients abandonen la ciutat», cuenta Raval. La falla de Xavi Herrero para Corts Valencianes también refleja una «realidad muy mustia» para el comercio y la industria por el traspaso de negocios.

El «mago Russini» sigue presente

La falta de iluminación en las calles de Xàtiva es exprimida por Selgas-Tovar «Hi ha qui l´agrada la foscor, peró no és el nostre cas. La falta de llum és un clamor i no és veu res a un pam de nas». El monumento incorpora un «ninot» de una enfermera para arremeter contra el seximo imperante y la violencia machista: «una imatge que encara existeix i de la que comencem a estar cansats és la de la dona a la que es vesteix per a contentar a quatre depravats».

La sombra de Alfonso Rus es prolongada y los artistas falleros se resisten a abandonarla. En Raval, el exalcalde es ajusticiado por un verdugo llamado caso Taula. En Abu Masaifa recuerdan al «antiguo faraón» con sus memes más populares y una momia simboliza las deudas heredadas por el tripartito en forma de sentencias. En Benlloch, el mago Russini deja un PP dividido en el que, según los pronósticos de la falla, Marcos Sanchis será el relevo.