La Plataforma Xàtiva Digna, que aglutina la oposición vecinal al emplazamiento del museo subterráneo de arte contemporáneo que Inelcom proyecta en la ladera del castillo, va a remitir un escrito a todos los partidos políticos representados en el ayuntamiento para convocarles a una reunión abierta a la ciudadanía en la que les insta a asumir un posicionamiento en torno a los planes de la empresa propietaria del hotel Montsant de levantar un Centre d'Art i Arqueologia en una superficie de 14.500 m2 de su propiedad, que linda con las murallas de Levante, ocupa la vaguada de Sant Onofre y se extiende hasta el complejo hotelero.

Así lo decidieron ayer por mayoría las decenas de vecinos que acudieron a la asamblea celebrada en la Casa de la Cultura. Solo quedó por concretar la fecha de la reunión, que, en cualquier caso, se demoraría hasta comienzos de mayo. Por segunda semana consecutiva, la cita no atrajo a ningún representante político. Como ocurrió el miércoles 29 de marzo, la asamblea volvió a coincidir con un acto organizado por el ayuntamiento a la misma hora en el mismo edificio: esta vez fue la presentación del documental sobre la represión franquista Fills del silenci, producido por la diputación.

El silencio fue precisamente lo que que muchos de los asistentes le reprocharon ayer al gobierno municipal tripartito. Ha pasado un mes desde que Inelcom presentó públicamente su iniciativa y ni el PSPV, ni Compromís ni Esquerra Unida han abandonado el terreno de la indefinición respecto a la obra, bajo el pretexto de que no conocen el proyecto de manera detallada y de que, en todo caso, deberá ser Patrimonio el que determine la conveniencia o no del mismo, en una zona sujeta a un Bien de Interés Cultural (BIC), blindada por la normativa y de alto valor paisajístico y arqueológico.

Las diversas voces que tomaron la palabra en el transcurso de las dos horas que duró la reunión de ayer coincidieron en emplazar a las fuerzas políticas a «dar la cara» y a «mostrar su opinión» para responder a las «inquietudes» que asaltan a la ciudadanía. «El silencio les puede estallar en la cara», advirtió uno de los vecinos, para quien «la falta de información no es excusa, porque ya hace mucho tiempo que se conocen los planes de la empresa». Tras un acalorado debate, los asistentes -más de medio centenar- votaron a mano alzada entre dos opciones: interpelar a los concejales en el próximo pleno municipal o bien convocarlos a una reunión para que «se retraten». Esta propuesta ganó por amplia goleada.

Comisiones de trabajo y firmas

Xàtiva Digna hizo ayer acopio de un buen número de firmas en contra de la ubicación del museo en una primera tanda del proceso de recogida que se extenderá hasta la semana de Sant Vicent, cuando está prevista la próxima asamblea. En la plataforma change.org la cifra de firmas casi alcanza las 800. Una de las portavoces de Xàtiva Digna, Cáliz Vila, recordó el firme respaldo del PSPV, Compromís y EU a las movilizaciones iniciadas en 2007 contra la construcción de una senda de cemento en las inmediaciones de la muralla, cuando gobernaba Alfonso Rus. A las dos última asambleas, sin embargo, Vila recalcó que «se les ha invitado y ninguno ha venido».

Ayer, por otra parte, se acordó la creación de varias comisiones de trabajo en el seno de la Plataforma, que se encargarán de recopilar documentación para ir tejiendo una argumentación sólida en contra del proyecto, antes de dirigirse a las administraciones que han de autorizarlo. Una comisión ahondará en las implicaciones legales y jurídicas de la intervención, en una zona que precisaría de una modificación de la normativa y de permisos especiales para ser edificada; otra área velará por los aspectos ecológicos y ambientales y elaborará un inventario de las especies de flora y fauna en el enclave, mientras que otras dos comisiones explorarán los aspectos de la obra vinculados a la arqueología y el patrimonio y se encargarán de gestionar el aparato comunicativo para fomentar la movilización.

Los miembros de la Plataforma, en todo caso, se mostraron abiertos a dialogar y a reunirse con los promotores del museo para conocer «las razones de porqué no puede ubicarse en un sitio con menos afección e impacto ambiental».