Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Obras

Xàtiva se queda con la plaza de toros a medias

El coso, cerrado desde 2016, necesita 400.000 euros en obras para mejorar su seguridad y otros dos millones para terminar la cubierta - El gobierno local ve «inviable» finalizar una infraestructura que está deteriorada y tomada por la vegetación

La plaza de Toros de Xàtiva, donde no se celebran corridas desde 2015, ha sido bautizada por los vecinos como «el platillo volante». perales iborra

La plaza de toros de Xàtiva no figura en la agenda del gobierno municipal. Ni siquiera las obras de seguridad que necesita para poder reabrir sus puertas al público aunque sea provisionalmente parecen encaminadas. El coso no alberga corridas de toros desde la Fira d'Agost de 2015. Y ningún tipo de espectáculo desde 2016. Su aspecto, pese a tratarse de una obra prácticamente nueva ya que del coso anterior queda poco, causa asombro: la estructura metálica está oxidada, hay desperfectos, ha crecido la vegetación silvestre por todas partes y la suciedad se acumula. Pero el equipo de gobierno es tajante. Por boca del edil de Hacienda, Ignacio Reig, el ayuntamiento considera «inviable» terminar la cubierta. Y «muy difícil», añadió el concejal en manifestaciones a los medios, el viernes, realizar al menos las obras de seguridad que permitirían su uso.

La plaza de toros, inaugurada en 1919 y obra del arquitecto Demetrio Ribes (autor de la estación del Norte de Valencia) fue sometida a una profunda remodelación en 2006. La finalidad, muy criticada por su coste, era convertirla en una plaza cubierta. El objetivo se cumplió parcialmente. Sobre las gradas del viejo coso descansan ahora otras nuevas (como si se hubieran superpuesto) y una gigantesca cubierta de planchas metálicas sobre una estructura de acero cubre la zona de asientos. Parece un inmenso platillo volante vista desde una perspectiva exterior.

Sin embargo, falta lo más importante para ser la instalación completamente cerrada que el anterior alcalde, Alfonso Rus, soñaba: una cubierta central retráctil (la tapadera, la llamaron en su día) que cierre el óculo central pero, a la vez, se pueda deslizar a modo de párpado para que en verano sea abierta. Esto costaría más de dos millones de euros, una cantidad que el consistorio no ve por qué lado puede obtener. Lo invertido hasta ahora en el coso ronda los doce millones de euros

En todo caso, que la plaza sea totalmente cubierta es innecesario. De ahí que sin esa segunda cubierta, el coso, que estuvo totalmente activo desde 2007 hasta 2016, podría seguir igual. Pero no. En todos esos años de funcionamiento provisional la plaza requería un permiso especial del arquitecto municipal para acoger cada acto, ya que el inmueble necesita una inversión de 400.000 euros para infinidad de obras de seguridad: señalética, suministro eléctrico, rampas de minusválidos, derribos parciales de restos del anterior coso... Y aunque sin contar con ello, el quipo de gobierno que preside Roger Cerdà usó la plaza en 2015 y 2016 ya no está dispuesto a hacerlo más. De ahí su cierre en este 2017, primer año en que no ha habido actividad alguna.

Existe una ayuda de la Diputación de Valencia de cerca de 250.000 euros que ha sido solicitada por el ayuntamiento pero no aprobada. Además, el alcalde de Xàtiva ha prohibido las corridas de toros tras el referéndum de 2016. Y no tiene prisa alguna en acelerar esa obra.

Compartir el artículo

stats