El Ayuntamiento de Millares ha aprobado una batería de medidas para incentivar el incremento demográfico en la localidad. La señal de alarma es la posible desaparición de la escuela, puesto que para el próximo curso sólo hay dos niños en edad de estudiar primaria. Las medidas son de cierto calado: el consistorio que preside Ricardo Pérez, del PP, ha lanzado un bono escolar de 1.200 euros al año (100 euros al mes, incluidos julio y agosto) para aquellas familias que matriculen a su hijo en el centro escolar de la localidad. Y otro bono de 1.200 euros para la familia que empadrone a su bebé en Millares. Estos dos bonos se han de consumir en el municipio, añaden desde el consistorio.

Estas medidas se enmarcan en la estrategia contra la despoblación que azota muchas de las localidades del interior de la provincia y que persigue recuperar el pulso demográfico de esta localidad y promover la llegada de nuevos vecinos desde otras zonas más pobladas, según resaltaron ayer fuentes del municipio.

El alcalde, Ricardo Pérez, ha insistido en que el próximo curso solo hay dos niños en Primaria y «un municipio sin niños y sin escuela se asfixia», asegura el primer edil. Por ello, el ayuntamiento ofrecerá ayudas municipales de 100 euros al mes por niño escolarizado, incluidos los meses de verano, lo que supone 1.200 euros al año para «devolver la vida a un pueblo que tiene mucho que ofrecer en lo patrimonial, lo cultural, lo turístico y medioambiental», subraya Pérez. Se trata de 1.200 euros que serán distribuidos en bonos para consumir en los diferentes comercios de Millares y que persiguen el reactivar también la economía local.

En ese sentido, se ha complementado la ayuda del bono escolar con el citado bono-bebé de 100 euros al mes. Va destinado a niños no escolarizados pero empadronados y residentes en el municipio, dinero que también podrán ser canjeados por productos en los establecimientos comerciales del municipio, añaden.

Comercio en retroceso

Pérez también ha señalado que el ayuntamiento impulsará el comercio local y el emprendimiento mediante ayudas para facilitar el traspaso de los comercios tradicionales, una serie de tiendas „explica el primer edil„ que están amenazadas de desaparecer a corto plazo ante la falta de mano de obra o porque no hay relevo al frente de las mismas, ya que Millares cuenta con una pirámide de población cada vez más envejecida y es víctima, asimismo, del éxodo rural, ha añadido Pérez.

El Ayuntamiento de Millares también está estudiando medidas que favorezcan el acceso a la vivienda de los nuevos residentes y, según ha señalado el alcalde, se está analizando el número de inmuebles deshabitados de la localidad para poder darles una salida rentable tanto para el propietario como para el municipio «porque ganando en población, ganamos todos», resume el alcalde.

Millares, en la Canal de Navarrés, cuenta actualmente con una población de 349 habitantes según el censo del INE de 2017. Esta cifra supone una caída progresiva desde hace tres décadas: en 2011 tenía 466. Y hace poco más de 25 años, en 1990, contaba con cerca de 800 habitantes (795).