El borrador del Plan Especial de Protección del centro histórico de Xàtiva sienta las bases de la ordenación pormenorizada que deberán seguir las edificaciones enclavadas en alguna de las tres grandes áreas en las que se divide el conjunto protegido, con el objetivo de preservar los rasgos esenciales de organización tradicional.
El documento de avance elaborado por el estudio de arquitectura Vetges Tu Mediterrània, SLP mantiene las alineaciones exteriores existentes en las diversas manzanas que integran el ámbito, introduciendo «un número muy reducido de pequeños cambios para mejorar las condiciones de habitabilidad», formando «espacios reconocibles de pequeño tamaño en los que la actuación potencia la revegetación de la escena urbana».
En esa línea, el equipo redactor propone tres actuaciones. La primera consiste en la recuperación del trazado histórico en la prolongación de la calle Carneros hasta la calle Sant Pasqual, donde existía un portillo en la muralla, posteriormente edificado para construir una vivienda, que ahora se apuesta por recuperar.
La segunda intervención aboga por «corregir las distorsiones provocadas por el planeamiento anterior» en «lugares especialmente significativos», como es el caso de la fachada norte del Monasterio de Santa Clara (donde se produce una saliente recayente a la Avenida Selgas que afea el edificio BIC) o los accesos y zonas de transición a la montaña, como la calle Menor Cuesta y los tramos altos de las calle Ardiaca y Enríquez.
La tercera propuesta consiste en el «aprovechamiento de las oportunidades ofrecidas en los vacíos provocados por la demolición de edificios anteriores» (en calles como Trobat, Caldereria, Tomás o Sant Agustí) o por edificaciones públicas. En ese sentido, se sugiere la continuación del espacio arbolado ampliando la calle Portal de Sant Jordi (la subida del ambulatorio), entre la plaza del Espanyoleto y la calle Pintor Jacomart.
Los redactores del Plan Especial advierten de la existencia de una serie de parcelas en el casco antiguo «de tamaños excesivamente reducidos» que son «totalmente incompatibles con los estándares de habitabilidad actuales y que imposibilitan la reutilización de la edificación preexistente o su renovación». Los inmuebles más recientes, agrega el documento, «se han valido de agregaciones parcelarias para alcanzar tamaños de terrenos que han permitido la construcción de edificios considerados impropios de los ámbitos históricos». Partiendo de este escenario, el Plan regulará las agregaciones y segregaciones parcelarias, limitando dicha posibilidad a determinados casos concretos en los que la situación actual se considere «totalmente inadecuada». Así, se pretende «conservar una parcelación histórica compatible con la recuperación del uso residencial y evitar la aparición de parcelas impropias», a la vez que se facilita la reutilización de fincas de tamaños insuficientes y se permite la recuperación de parcelas históricas y la rehabilitación y reutilización de la edificación asociada.
El Plan -que aún ha de ser tramitado por la conselleria- mantiene el régimen de alturas característico de cada inmueble preexistente y señala de modo individualizado el número de plantas asignado al cuerpo principal de cada una de las parcelas del casco antiguo. En ese sentido, se introducen pequeñas modificaciones en un número reducido de casos «por la aplicación de criterios de regularización de las siluetas resultantes», ante la «excesiva irregularidad en algunos tramos de calles en los que coexisten edificios con distinto número de plantas». Además, los redactores plantean como rasgo identitario la conservación o recuperación de las cambras o andanas existentes en la última planta de muchos edificios tradicionales, con su particular geometría, dimensiones y composición.
El documento trata de conservar los valores espaciales y ambientales derivados de la tipología histórica de cada zona, «manteniendo los espacios libres o no densificados formados en el interior de las manzanas por la agrupación de patios de parcela y que, en conjunto, permiten ofrecer mejores condiciones ambientales, paisajísticas, de soleamiento y ventilación de las calles, a menudo estrechas». Como propuesta inicial, en el avance del Plan se define una profundidad edificable de unos 12 metros en la mayoría de los barrios históricos, a falta de que esta cuestión se detalle más en profundidad en el texto definitivo. El borrador establece que las cubiertas de los edificios dentro del ámbito de ordenación serán inclinadas, con pendientes de entre el 30 y el 40%, de teja árabe y cumbrera paralela a la fachada. Las vertientes serán continuas y la altura máxima de la cumbrera no podrá superar una altura de 3,2 metros sobre la cornisa del edificio.
En las fachadas también se fijan unos criterios estrictos y armónicos: los proyectos deben fundarse en la reutilización y reciclaje de elementos arquitectónicos de interés del edificio original y en la interpretación de los patrones característicos de cada zona protegida. El Plan contendrá una carta de colores derivada del estudio cromático de los diferentes barrios y espacios. No se permitirán los revestimientos cerámicos ni los tratamientos ni imitación de materiales u ornamentos de falsos elementos históricos. Las carpinterías serán de madera, no se autorizará el uso de materiales con brillo metálico y habrá que procurar mantener las rejerías y balcones preexistentes.
Edificios fuera de ordenación
Respecto a los edificios que no se ajustan a las determinaciones del Plan, se distinguen tres tipos. En aquellos que se encuentran fuera de ordenación por ocupar suelo destinado a viales, espacios libres, zonas verdes o equipamientos públicos, solo se podrán autorizar obras de mera conservación. En los inmuebles que superen el número máximo de plantas, la altura u otros parámetros de edificabilidad, se podrán admitir obras de reforma y mejora y cambios objetivos de actividad «siempre que no se acentúe la inadecuación al planeamiento vigente ni suponga la completa reconstrucción de elementos disconformes». En esta categoría se incluye el Centre d'Especialitats Espanyoleto. Por último, en los edificios que chocan con las características morfológicas, compositivas y estéticas (en especial las requeridas para las fachadas exteriores o cubiertas, balcones y cuerpos volados, acabados u ornamentos), podrá exigirse su adaptación a las condiciones del Plan Especial si la intervención promovida afecta a elementos contrarios a la normativa o supone una reforma global de la vivienda.
