El voto en contra del PSPV-PSOE de Albaida a los presupuestos de 2019 es insignificante en números. Los socialistas tienen un solo edil, y el equipo de gobierno (Compromís) goza de mayoría absoluta, con siete de los once concejales. Pero es significativo porque ambas formaciones logaron arrebatar el poder en 2011 al PP y, juntos también, tuvieron que gestionar la ruina económica que dejó el alcalde Beneyto. El portavoz socialista, Josep Penadés, justifica ese no a las cuentas (cuentas que no cuestiona ni el PP) en la actitud del alcalde, Josep Antoni Albert, que ha actuado «unilatreralmente», asegura.

Penadés admite que «hubo una reunión informativa antes del pleno, es verdad. Pero era meramente técnica, con el interventor. La participación política volvía a ser nula. La senda económica la marca el Plan de Ajuste, gobierne quien gobierne. Pero aún así, el presupuesto contiene decisiones políticas que se deberían poder discutir por todos los grupos políticos», afea el regidor socialista, quien recuerda que pese a esa manera de proceder, apoyó el presupuesto de 2017 y se abstuvo en el de 2018.

«El presupuesto es el documento más importante para la gestión política de un consistorio y pienso que se debería poder gestionar conjuntamente entre todas las fuerzas políticas», añade Penadés. «Pero en este ayuntamiento no se hace así. Todas las decisiones políticas se toman unilateralmente. Compromís tiene mayoría absoluta y la hace valer. En otros ayuntamientos, hace años que se están llevando a cabo presupuestos participativos; es decir, no sólo se facilita la participación de los grupos políticos opositores, sino de toda la ciudadanía», pide.

Pero al margen de la participación, el PSPV alerta de que el gasto de personal aumenta año tras año hasta llegar a los 2.846.000 euros para el 2019, lo que representa el 59% del total de gastos del ayuntamiento. En 2016, el gasto de personal era de 2.435.000, y en 2015 era de 2.351.000 euros, recuerda.