Parecía difícil volver a reunir semejante colección de textos literarios alusivos a Xàtiva. Pero el volumen presentado ayer en la Casa de la Cultura amplía notablemente el de hace diez años. Presentado por el director de la Biblioteca de Xàtiva, Vicent Orquín, su coordinador, Xàtiva en la literatura 2 reúne textos de 33 autores, entre novelistas, poetas, historiadores, periodistas o hasta pintores, como Rusiñol o Guiteras. Cobra especial relevancia entre los textos compendiados uno de Benito Pérez Galdós. El gigante de la novela española de finales del XIX y principios del XX ambientó una amplio pasaje de La vuelta al mundo en la Numancia, de 1916, en Xàtiva: más concretamente, en el convento de la Consolación. La obra forma parte de ese monumento literario que es Episodios Nacionales.

Entre la enorme variedad de estilos y épocas de las menciones a Xàtiva reunidas en este volumen también destacan, por su extensión, algunas como la crónica de Rafael Chirbes para la revista Sobremesa, de 1984. En ella, el autor de Crematorio y En la orilla explica con sumo detalle una jornada en las calles de la ciudad. Y es que el volumen no sólo acude a los libros: abundan los textos procedentes de libros de la Fira d'Agost o de reseñas periodísticas.

En ese sentido, otro texto especialmente emotivo y entera (y extensamente) dedicado a Xàtiva es el del jesuita, sacerdote e historiador Ramiro Reig, fallecido recientemente: un interesante artículo para el libro de la Fira de 1968. Con un sorprendente tono crítico, Reig analiza con minuciosidad lo que puede dar de sí la ciudad en un texto titulado El desafío setabense. Y si de autores locales se trata, también hay textos de José López Sellés ( Traigo en mi voz a Játiva); de Elies Barberà ( Abans del bé i del mal), los dos de poesía, o de Ventura Pascual y Gonzalo Viñes.

De «Játiba» a Josep Lozano

Otras veces, la alusión a Xàtiva es tan tangencial como misteriosa. Es el caso del pasaje de L a hija de Natalia. Últimos días del doctor Angélico, de Amando Palacio Valdés. En él, se alude a «Játiba» como un lugar donde son riquísimos los macarrones, la menestra o los albaricoques. Historia pura y dura es, por oro lado, la de El mut de la campana, de Josep Lozano.