Sus años de entrenador de infantiles y del Olímpic juvenil o su extraordinaria forma física como corredor veterano habían convertido a Francisco Sanfélix en una de las personas más conocidas de Xàtiva. Por eso, quien no sabía de su enfermedad se sorprendía al principio de que en ocasiones no le saludara. O no le reconociera. Con el tiempo, se fue sabiendo que Paco padecía alzheimer. El terrible mal del olvido aún no había anulado del todo su capacidad. Así que era muy frecuente que, con cierta cautela, saliera a caminar solo. Cada vez menos, es cierto. Pero hace hoy justo una semana, la familia todavía confiaba en que un pequeño recado a la tienda de la esquina no ofrecía demasiado riesgo.

Sanfélix, de 75 años, desaparecía la tarde de la pasada Nochebuena. La tienda de comestibles a la que tenía que ir a realizar una pequeña compra, a tiro de piedra de su casa en la plaza del pintor Tudela, ya había cerrado según se supo después. Paco, con cierta lucidez, decidió entonces acudir al Mercadona de la calle de Vicente Boix, a unos 800 metros. Entró, compró una bolsa de frutos secos, pasó por caja, salió... Quedó grabado. Eran las ocho de la tarde. Ahí se pierde su rastro, que luego se recuperaría: las cámaras de la gasolinera de Novetlè, a unos dos kilómetros de Xàtiva, le captarían a las once de la noche. Al ritmo de Paco, todavía muy en forma pese a la edad y la cabeza, tres horas es un tiempo enorme entre su salida del supermercado y su paso por la estación de servicio. Lo que da idea de que antes de esa última evidencia debió de andar bastante.

Ayer por la tarde, al anochecer, concluía la sexta jornada de batidas en busca de Paco. Desde el día de Navidad hasta ayer, tanto un enorme dispositivo policial como una legión de voluntarios particulares han ayudado en la búsqueda. Primero, por el casco urbano y la periferia (el día de Navidad no se sabía aún de su paso por Novetlè). Y en días posteriores, por zonas ya muy alejadas de Xàtiva como las urbanizaciones de Mirabolvens, el término de Canals o incluso el antiguo puerto de l'Olleria.

La coordinación de la búsqueda está en manos de la Policía Nacional, que ha movilizado estos días a 40 agentes: la UIP (Unidad de Intervención Policial); caballería, seguridad ciudadana, un helicóptero y un dron. A ellos se han unido, según los datos proporcionados por la jefatura superior, seis agentes de la Policía Local de Xàtiva (uno de ellos, el primer día, con el dron municipal); cuatro bomberos, más su unidad canina, con dos perros, y una veintena de voluntarios de Protección Civil. Asimismo, han participado entre 150 y 200 voluntarios particulares: familiares y amigos de los Sanfélix, pero también vecinos de Xàtiva sin mayor vinculación que no han dudado en sumarse a la búsqueda al disponer de tiempo libre con motivo de las fiestas navideñas. La familia ha alabado la extraordinaria implicación del regidor Ignacio Reig, primer teniente de alcalde, que organizó la primera batida.

Seis días de batidas

La hija menor del desaparecido, Rocío, pedía ayer ante los medios que «sigan ayudándonos». Mostró su agradecimiento por «las incontables» muestras de apoyo recibidas. E insistió en que no van a dejar de buscarle. Las batidas de estos seis días se han iniciado a las ocho de la mañana desde el domicilio donde Paco reside con su esposa, Tere; posteriormente, a las tres y media se activaba una segunda. La policía ha reconducido la actividad de los voluntarios para evitar el buscar varias veces en el mismo lugar. Según explicó ayer una portavoz policial a Levante-EMV, las batidas policiales se han practicado «en círculo» desde «el último punto en que fue visto»; un círculo que tras cerrarse se amplía de nuevo, hasta haber alcanzado ya una extensión que abarca los términos municipales de Xàtiva, Novetlè, Canals y l'Olleria. Cuando cae la noche se desactiva todo el dispositivo hasta el día siguiente.