La Coordinadora Feminista de la Costera censuró ayer en un comunicado hecho llegar a los medios que la celebración de la feria de restos de temporada impedirá que la manifestación del 8M en Xàtiva, prevista para mañana domingo, pueda finalizar delante del ayuntamiento. «Lamentamos que debido a las numerosas actividades, y en concreto a la Fira Outlet, la manifestación no pueda terminar» en el sitio habitual de los dos últimos años», lo que supone que «nos veamos relegadas a un segundo plano» ya que la marcha «finalizará en las escaleras del Jardí de la Pau», criticaron ayer.
La coordinadora señala que a los organizadores de la feria «les da igual montar sus carpas delante del ayuntamiento o delante del Teatre, pero a las mujeres no nos es indiferente: queremos gritar delante de la institución que representa el poder político, y que en gran parte es responsable de las violencias y desigualdades que padecemos las mujeres», subrayaron ayer.
«Las mujeres trabajadoras de Xàtiva y la comarca „explicaron en su nota„ no salimos a la calle ni el 8M ni cualquier otro día para tener la conciencia más tranquila cuando vamos a dormir; salimos para cambiar nuestras condiciones de vida y las de todo el mundo [...] no necesitamos luces moradas, lo que necesitamos es respeto y visibilidad. Solo así comenzaremos a construir esa ciudad violeta que por ahora solo es pura retórica», resumieron en su comunicado. Y recordaron su «llamamiento» a que se sumen a su marcha el mayor número posible de personas.
Proliferación de actos
Pero no es el emplazamiento de la feria y el impedimento a terminar la marcha ante la Casa de la Ciutat su única queja. La plataforma critica la proliferación de actos en torno al 8M «que nada tienen que ver con nuestras reivindicaciones». Y consideran que la responsabilidad de ello no solo es un «olvido» de las organizadoras ya que «el Ayuntamiento de Xàtiva también es responsable por no intervenir en el momento en el que estas entidades han solicitado los permisos correspondientes; un olvido es algo que hace aún más daño», dice, en una ciudad «que dice ser violeta [...] pero cuyo ayuntamiento es incapaz de intervenir para que esta fecha tenga mayor relevancia».
