La iglesia de los Santos Juanes de Quatretonda afronta una importante obra para restaurar la cúpula de la capilla del sagrario y las pinturas del interior, del pintor Miquel Vaquer. Los trabajos, que comenzaron hace unas semanas, contemplan una primera fase en la que se está llevando a cabo la reparación de la cubierta y su impermeabilización, para evitar daños a los frescos que serán restaurados en la segunda fase. El presupuesto supera los 80.000 euros, de los que el ayuntamiento aporta 42.000 euros, mientras que el resto serán sufragados por el Consell Parroquial a través de donaciones de vecinos y fondos recaudados.
El portavoz del Consell Parroquial, Ignacio Giménez, explicaba ayer a Levante-EMV que la primera fase de las obras, ahora en marcha, «finalizará en breve e inmediatamente después comenzará la restauración de las pinturas, que se prevé algo más lenta», por lo que no se atrevía a aventurar un plazo de conclusión, aunque recalcaba que las obras no impiden la celebración de eucaristías y actividades religiosas en el templo. Giménez señalaba que los trabajos se están centrando ahora en cambiar el tejado de la cúpula, impermeabilizar la cubierta y restaurar el tambor, la parte situada entre el tejado de la cúpula y la iglesia, donde se repondrán las ocho ventanas que lo componen. Se habilitarán unos respiraderos para «disminuir la temperatura de esta parte de la iglesia, la más alta» y evitar los daños que el calor ocasiona.
Una vez concluyan estas obras se llevará a cabo la restauración de las pinturas, obras del pintor Miquel Vaquer, realizadas tras la Guerra Civil. «Unas pinturas muy importantes, por el autor, que tiene otras obras en otras iglesias, como la del Buen Pastor de València, y que, en el caso de la iglesia de Quatretonda, forman parte de un conjunto integrado por estos frescos de la bóveda y cuadros de gran tamaño, sobre la Partición de los panes y la Santa Cena», remarcaba Giménez. La restauración de los frescos correrá a cargo de técnicos especialistas, tras una inspección de la conselleria. «Las pinturas están muy dañadas y era necesaria una intervención para restaurarlas», exponía ayer Ignacio Giménez. La alcaldesa, Aina Benavent, incidía también en la «necesidad» de las obras, ya que la cúpula «presentaba daños que las lluvias han agravado. Y las pinturas también urgía restaurarlas». El consistorio aporta más de 40.000 euros, la mitad de la inversión necesaria. Ignacio Giménez resaltaba la «implicación de los vecinos, que han colaborado en todas las actividades que desde el Consell Parroquial venimos realizando desde hace cuatro años para estas obras».
