Recibe a las visitas en un despacho cuyas paredes están pobladas por siete cuadros de diferentes estilos y en las que destacan una fotografía en blanco y negro del centro de Xàtiva y los retratos del rey Felipe VI y Juan Pablo II.
Lleva dos años como jefe en Xàtiva, ¿Cómo es que ahora le entregan el bastón de mando?
Es un símbolo que se da a todos los responsables de una comisaría. Por circunstancias de protocolo y por la pandemia este acto se ha ido demorando. Ahora, ya podemos organizarlo.
La pandemia afectó a toda la población... ¿Cómo se ha vivido este año tan difícil dentro del seno de la Policía Nacional?
Hemos cambiado los protocolos de organización interna, nos hemos adaptado a las medidas de prevención sanitarias. Teníamos que ser un referente de apoyo y ayuda al ciudadano.
¿Ha habido más trabajo? ¿Menos? ¿Ha sido diferente?
Ha sido diferente, porque hemos tenido que hacer otro tipo de actividades de auxilio a los ciudadanos. Fundamentalmente, hemos sido un respaldo. Durante todo el tiempo de pandemia la normativa ha estado evolucionando y hemos tenido que estar muy pendientes de informar primero. También tenemos la función de sancionar, pero hemos procurado realizar antes una labor de asesoramiento.
Estuvieron en primera línea durante el confinamiento...
Era una situación nueva para todo el mundo. Nosotros somos cuerpos de seguridad muy dinámicos y nos hemos ido adaptando a las situaciones que encontrábamos en cada momento. Hemos estado en la calle, ha habido muchas actuaciones, pero por suerte ninguna ha sido de extremo riesgo en Xàtiva.
¿Cree que el trabajo de los agentes ha sido más importante en estos últimos tiempos?
Eso es algo que no nos compete a nosotros decirlo. Creo que son los ciudadanos los que tienen que analizar nuestro trabajo.
¿Y nota que se valora?
Siempre hay ciudadanos que te dan las gracias, sobretodo a las patrullas. Es un sentir que creemos que comparte más gente en la actualidad. Al final, nosotros servimos a los ciudadanos.
Hace unos días una víctima de maltrato de Navarrés denunció que se sentía desprotegida. ¿Qué se puede hacer en un caso de este tipo?
Desconozco los detalles concretos. Sin embargo, sí puedo decir que en Xàtiva tenemos una unidad especializada que se dedica ex profeso a la investigación y seguimiento de los asuntos de violencia de género y violencia doméstica. Y es un seguimiento diario. Los agentes están sobre los casos y trabajan con los juzgados, los servicios sociales y con las entidades que luchan contra la violencia machista.
¿Se puede decir que Xàtiva es una ciudad segura?
Si nos ceñimos a los índices de criminalidad, sí. Pero hay que ser realistas y partir de la base de que la seguridad total no existe. Es algo que se va gestionando día a día. Siempre surgen situaciones nuevas. Es una actividad permanente. En ello estamos.
¿Ha cambiado mucho el trabajo policial en las más de cuatro décadas que usted lleva sirviendo?
Sí, ha aumentado mucho la profesionalidad y la especialización. Lo digo claramente: ahora hay policías mejor preparados.
¿Cómo son las relaciones entre las policías nacionales de Xàtiva y Ontinyent? ¿Y con la Policía Local y Guardia Civil?
Somos dos ciudades muy parecidas y, como es normal, las relaciones son buenas. Y con los otros cuerpos el contacto es frecuente y necesario. Las competencias están muy bien delimitadas y lo que hacemos es colaborar entre nosotros. Si podemos, nos ayudamos sin dudarlo.
Ahora se estará hablando del dispositivo de la Fira...
Este año solo tenemos de momento referencias, pero nos adaptaremos a la programación. La Policía Local nos mantiene informados y entre ambos prepararemos todos los servicios.
¿Hay suficientes policías en la comarca de la Costera?
Estos temas siempre son relativos. Da igual el cuerpo de seguridad del que hable: con más medios y efectivos siempre se pueden hacer más cosas. Siempre buscamos la máxima eficiencia.
