Antonio Manuel G, el conductor que durante la madrugada del pasado domingo atropelló con su coche a una pareja a las puertas de un pub de Canals, podría enfrentarse a penas de hasta once años de prisión, que podrían aumentar en caso de apreciarse agravantes en su conducta.

Así lo confirmó ayer Verónica Ene, letrada que asiste a las familias de Jesús Córdoba y Bessy García, víctimas del suceso. Dejan a una niña de menos de un año de edad. La letrada explicó a Levante-EMV que pedirán al juez que al responsable de los hechos se le imputen dos delitos de homicidio imprudente, además de otros dos por conducción temeraria y por ir al volante bajo los efectos del alcohol y las drogas.

El delito de homicidio imprudente está penado de uno a cuatro años de cárcel, por lo que el doble atropello mortal supondría una privación máxima de libertad de 8 años. Por lo que respecta al delito de conducción temeraria, se penaliza con una estancia en prisión de seis meses a dos años. A su vez, conducir bajo los efectos de las drogas y el alcohol también conlleva un castigo con penas de seis meses a un año de prisión.

La abogada recalcó que el proceso penal se encuentra en una fase de investigación muy preliminar, por lo que aún se tienen que tener en cuenta muchos factores: «Creo que es pronto para hablar de los años en prisión que podría pasar por todo lo que ha ocurrido, pero nosotros vamos a pedir las penas máximas. La familia ya ha dicho públicamente que quiere justicia».

La letrada enfatizó que está acelerando las gestiones para que los cuerpos sean repatriados a Honduras y reciban un entierro digno con sus familiares: «Es la prioridad ahora mismo. Estamos finalizando todo el proceso, gestionando todos los permisos necesarios y estimando los gastos. Estamos realizando gestiones con las administraciones públicas y los seguros implicados, ya que el desembolso es tremendo».

Jesús Córdova y Bessy García fueron atropellados el pasado domingo cuando salían de un pub de Canals. Era de madrugada. Habían pasado la noche con unos amigos, con los que vieron la final de Champions League entre el Real Madrid y el Liverpool. No tuvieron nada que ver con la discusión que llevó a Antonio Manuel G. a cruzar en dirección contraria y a 80 kilómetros por hora en una vía de un solo sentido de circulación en la que se puede ir a un máximo de 30.

Amigos, familiares de la pareja y autoridades de Canals participaron ayer en un emotivo acto de homenaje a los fallecidos celebrado en la localidad donde residían. Todos compartieron un emotivo minuto de silencio y lanzaron un mensaje común de recuerdo a las víctimas del atropello. Mai Castells, alcaldesa de Canals explicó que ha mantenido varias reuniones con los familiares de los fallecidos: «Han sido diferentes tomas de contacto. Todo el municipio está consternado por lo ocurrido y queríamos saber cómo se encontraban y en qué podíamos ayudar desde el ayuntamiento».

Entra al juzgado el kamikaze de Canals acusado de atropellar mortalmente a una pareja

Entra al juzgado el kamikaze de Canals acusado de atropellar mortalmente a una pareja Foto: Perales Iborra | Vídeo: José Luis G. Llagües

Apoyo psicológico

Castells expuso que en las citas se han tratado diferentes temas, como las gestiones para la repatriación de los cuerpos: «Hemos ofrecido apoyo psicológico a los afectados, además de las ayudas que podemos prestar desde servicios sociales en caso de necesitarlas. Hablamos de dos personas que llevaban varios años en la localidad, estaban muy asentados e integrados. De hecho algunos de los presentes en la concentración vieron de primera mano lo que pasó esa noche».

Castells fue la primera en tomar la palabra en el acto de homenaje que tuvo lugar ante las puertas del ayuntamiento: «Intentaré hablar sin que se me rompa la voz. Este es un homenaje merecido. Eran personas jóvenes, con mucha ilusión, que vinieron aquí para tener una vida mejor».

Algunos de los participantes portaron una bandera de Honduras y muchos iban con la camiseta del equipo de fútbol-sala de «los gladiadores», del que formaba parte Jesús Córdova. De hecho algunos de sus compañeros tomaron la palabra en la cita:«Tenemos una piedra en el pecho, que no nos deja respirar. Se nos ha ido el alma del equipo. Espéranos arriba para jugar un partido».

El cónsul de Honduras también estuvo presente, pero sin duda el discurso de Chirley Córdova fue el más emotivo: «Mi hermano tenía un gran corazón, yo lo recordaré por su alegría. Lo único que quiero es justicia».

El detenido declara ante el juez que no recuerda haber atropellado a nadie

La declaración en los juzgados de Antonio Manuel G, en prisión provisional por el doble atropello, es un testimonio en el que destacan algunas lagunas. Así, según la documentación a la que ha tenido acceso este diario, reconoce que bebió dos cervezas, tres gintonics y esnifó tres o cuatro rayas de cocaína. También fumó marihuana, sustancias a la que fue invitado «porque no llevaba».

Expuso ante el juez que unos chicos de 25 años empezaron a pegarle «sin ningún tipo de provocación» y que se fue al coche corriendo tras ser agredido para parar en la puerta del pub, entrar, pegarles por sorpresa y tener el turismo en la puerta para marcharse. Argumentó que no sabía que iba en dirección prohibida, que no vio la señal de prohibición y que sabe que no podía ir a más de 30 km/h, «pero solo pensaba en pegarles».

Y ahí empiezan las ausencias. Declaró que no recordaba haber atropellado a nadie y no sabía ni cuanta gente había:«Saltó el airbag y lo siguiente fue estar en el suelo, con un policía local, engrilletado o sujetándome por detrás al otro lado de la calle».

De hecho, el responsable del doble atropello mortal apuntó que no sabía cómo había caído al agua ni porqué estaba mojado. Defendió que no tiene ninguna enfermedad mental ni problemas de adicción. Antonio Manuel G. también dijo que no vio las consecuencias de lo que había hecho, sino que «se enteró por la policía».

El detenido ni siquiera confirmó cuando entró en la calle donde tuvo lugar el atropello ni si había coches estacionados. Sí reconoció coger el coche bajo los efectos del alcohol y las drogas.

A preguntas de la abogada de la acusación particular, declaró que los chicos que le pegaron estaban fuera del pub y llegaron en el momento, no pidió ayuda a nadie ni pensó en llamar a la policía. También reconoció que a las víctimas no las conocida «de nada» ni había tenido altercados con ellas y que tomo las drogas antes de la agresión sufrida.