Las imprudencias al volante pueden salir muy caras. Un descuido, un despiste o una conducción negligente pueden acabar de la peor forma. Hay que extremar precauciones.

Sin embargo, los episodios de este tipo no cesan. Así, el pasado 16 de junio, la Guardia Civil recibió varios avisos sobre las diez de la noche en los que se alertaba sobre la circulación de un vehículo que circulaba sentido contrario a la altura de Canals, en el km 401 de la A-7 dirección Barcelona. El conductor iba por los carriles sentido Alicante.

Inmediatamente, efectivos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil establecieron un dispositivo para localizar al vehículo, siendo interceptado sobre el km 368 de la A-7 a la altura de Alginet, "con lo que se pudo evitar que acabara en un fatal desenlace", exponen desde la Benemérita.

El conductor es un varón de 83 años y ha sido investigado por un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria.

A su vez, también se investiga otro episodio que tuvo lugar en horario nocturno, concretamente durante la madrugada del día 17 de junio. La Guardia Civil recibió aviso a través del 112 de la existencia de un vehículo circulando en dirección contraria a la altura de Moixent en la A-35. Iba en dirección Valencia por los carriles en sentido Albacete.

Este vehículo se vio implicado escasos minutos después en dos siniestros viales consistentes en una colisión por raspado con otro vehículo en el km 17 y una colisión contra un tractocamión y semirremolque de Estonia en el kilómetro 25, donde fue interceptado por efectivos de la Guardia Civil de Xátiva.

Desde la Guardia Civl apuntan que a la llegada del Equipo de Atestados pudo comprobarse que el conductor, un varón de 59 años, triplicaba la tasa de alcohol permitida en aire espirado, siendo investigado por dos delitos contra la seguridad vial al conducir de forma temeraria y bajo la influencia de bebidas alcohólicas.