Los productores agrícolas no ganan para disgustos. A los desastrosos resultados que está dejando la campaña de la fruta de verano en la Vall d’Albaida se le ha sumado una nueva amenaza que ha activado las alertas en el sector. Según ha trascendido, en julio se detectó el primer caso del virus de la "sharka" en unos bancales de melocotoneros ubicados en el término municipal de Carrícola, cuando hasta ahora esta afección solo había golpeado a albaricoqueros. La enfermedad identificada es de tipo M (Marcus) y origina una situación "extraordinariamente grave" en los cultivos. De hecho, en los últimos años es uno de los factores que ha contribuido a la drástica reducción de albaricoqueros en la comarca.
Entre los agricultores de la comarca con árboles frutales se palpa el malestar porque consideran que la administración autonómica no está actuando con toda la diligencia necesaria para evitar que la plaga se extienda. De momento, el propietario de los árboles afectados ha tenido que arrancarlos, asumiendo el coste. Pero otros productores temen que al año que viene haya más campos en la misma situación.
La "sharka" es la enfermedad más destructiva de los frutales a nivel mundial, debido principalmente a los serios daños que provoca en los frutos, impidiendo su comercialización. Pero la Unión Europea no la considera una plaga a la que se le imponen cuarentenas, lo que limita las acciones a desplegar.
La Unió de Llauradors ha instado a la Conselleria de Agricultura a adoptar medidas urgentes, aunque la respuesta por el momento es que se está analizando la procedencia de la plaga. Desde la organización agraria exigen que se sancione al vivero que vendió todas las plantas infestadas en Carrícola. También solicita que se ponga en marcha un protocolo específico de actuación que garantice la trazabilidad a partir de las ventas de plantas del vivero para detectar posibles parcelas afectadas o potencialmente afectadas. Y abogan por impulsar medidas obligatorias y recomendaciones que deberían seguir los productores con plantas afectadas o potencialmente afectadas en sus parcelas, con tal de evitar la dispersión de material vegetal golpeado por el virus. Recuperar una línea presupuestaria para compensar los costes que conlleva arrancar los árboles en las parcelas infestadas, junto a los trabajos de desinfección y nueva plantación, es otra de las peticiones de la organización a la conselleria.
Poca producción y peor calidad
La noticia de la detección del caso de "sharka" llega en medio de una campaña de la fruta que este año está siendo testimonial para los agricultores de la Vall d’Albaida. Como ya informó este diario, la acumulación de fuertes lluvias y bajas temperaturas, junto con la falta de horas de frío en invierno, ha hecho que la producción global de frutas de verano de este año sea un 65 % inferior a la media la media de las últimas campañas. En el caso específico de los melocotones, la reducción de la cosecha ha sido "alarmante", con pérdidas que rondan el 50%, mientras que el retroceso de la producción de ciruelas ha sido del 67%.
Los productores hacen un balance negativo de la campaña. Aunque la fruta "se ha vendido bien" y ha conseguido un precio superior al de la pasada campaña, los agricultores apenas lo han notado ante el considerable aumento de los costes de producción. A las adversidades ya conocidas, además, hay que sumar los malos rendimientos y los problemas de calidad de la fruta como consecuencia de las adversidades climatológicas. El resultado son "unos ingresos ruinosos" para los agricultores que han sido absorbidos por completo por el espectacular incremento de los gastos que se ha dado este año.
