El pasado jueves tuvo lugar en la Casa de la Cultura de Xàtiva la tercera charla del ciclo de conferencias organizado por la Associació d’Amics de la Costera en colaboración con el Ayuntamiento de Xàtiva y la Conselleria d’Educació, Cultura i Esport, dedicada a conmemorar el milenario de la escritura del Collar de la Coloma. Una obra del poeta Ibn Hazm, creada en Xàtiva en el año de 1022.

En esta ocasión, el ponente invitado fue el arquitecto responsable del plan director de intervención en el castillo de Xàtiva, Vicente Torregrosa Soler, cuya charla versó sobre el estado de conservación de los lienzos de muralla de la fortificación datados del siglo XI, y que fueron contemporáneos a la creación del Collar de la Coloma en Xàtiva.

Fue presentado Vicente Torregrosa como un descendiente de la histórica saga de los Torregrosa del carrer Sant Josep de Xàtiva, que conocida con el apodo de los “Campana”, se dedicaron al oficio de carreteros. Vivió toda su infancia pegada a la majestuosidad del Castillo de Xàtiva. Tal vez ello determinara su vocación por la arquitectura, y sobre todo, por la conservación de patrimonio histórico, al ser testigo de todas las corrientes arquitectónicas no conservacionistas, que postulaban el derrumbe de edificios históricos en nombre la funcionalidad pública o privada. A partir de los años 90, pudo poner en práctica sus ideas de optar por la recuperación y rehabilitación de edificios históricos, no sólo como el castillo de Xàtiva, sino también en la ermita del Puig o Sant Domènech, entre otros muchos ejemplos.

En su disertación, el arquitecto presentó cómo ha delimitado todas las murallas, puertas y torres del Castillo de Xàtiva, dividiéndolas en diversas épocas históricas en base a las técnicas de construcción que se han empleado. Una larga serie de intervenciones que datan de época medieval hasta las guerras carlistas en fechas más contemporáneas, donde los lienzos de muralla eran reforzados o reconstruidos atendiendo a las amenazas de las diversas coyunturas bélicas. Se centró sólo en la explicación de las intervenciones que ha realizado en las murallas medievales, del siglo XI, que son las que debió conocer Ibn Hazm cuando llegó a la Medina Xateba de entonces.

Calcula que unos tres kilómetros de la muralla son de fábrica medieval de diversas épocas, y las correspondientes al siglo XI, se pueden identificar en base al rústico almohadillado de herencia romana o a la sillería engatillada. Los mejores ejemplos que se han podido conservar los sitúa en la Torre del Sol, o varios lienzos de las murallas de Poniente en las cercanías de la Cova dels Coloms. A través de imágenes explicó muy didácticamente las intervenciones para evitar derrumbamientos, de recuperación siguiendo las técnicas constructivas de la época, o de limpieza de hierbas, que permiten descubrir elementos que han permanecido ocultos durante décadas. Una labor ardua, difícil y costosa, que requiere de tiempo, y sobre todo, de las subvenciones, que no son siempre fáciles de conseguir, como apuntó el ponente.