El Ayuntamiento de Ontinyent ha declarado en situación de ruina otro inmueble del centro histórico cuyo mal estado compromete la seguridad tanto de las viviendas aledañas como de las personas. La resolución atañe esta vez a una edificación del año 1880 ubicada en el número 20 del tramo más angosto de la calle Tomàs Valls que alberga varios pisos y cuya propiedad es compartida por siete titulares, algunos de ellos en paradero desconocido.
A propuesta de la Concejalía de Territorio y Servicios Municipales, el consistorio ha dado un plazo de tres meses a los dueños de la vivienda para iniciar las obras consistentes o bien en la rehabilitación integral o bien en la demolición del edificio. La notificación de ruina no ha podido hacerse llegar a algunos de los herederos de los antiguos propietarios que deberían asumir su mantenimiento, al desconocerse el domicilio de los mismos.
La resolución se acordó por unanimidad en la junta de gobierno local de Ontinyent a finales de octubre a pesar de no haberse incluido previamente en el orden del día, ante la urgencia de actuar en la citada propiedad del barrio de Poble Nou. Hace pocos días, el consistorio inició los trámites para demoler otra casa datada del siglo XIX a escasos metros de distancia, en el carrer Nou, por el peligro que entraña su estabilidad.
Coste desproporcionado de reformalo
La junta de gobierno desestimó las alegaciones formuladas contra la declaración de ruina del edificio de Tomàs Valls por uno de las titulares de la edificación, el fondo buitre Global Pantelaria, SL, al considerarse que el mismo no aportó ningún elemento que desvirtuara la situación del inmueble, recordando su obligación de mantener en condiciones de seguridad, salubridad y ornato público el bien. Entre los propietarios del bien también figura Criteria Caixa, SAU, la sociedad de inversiones que gestiona el patrimonio de la Fundación "la Caixa".
Según los informes de los técnicos municipales, el coste de las reparaciones necesarias para devolver la estabilidad, seguridad, estanqueidad y consolidación estructurales al edificio, manifiestamente deteriorado, o para restaurarlo con las condiciones mínimas que permitan su uso efectivo, supera el límite del deber normal de conservación.
En caso de que los titulares de la construcción incumplan la orden municipal, la administración local procederá a ejecutar su demolición -manteniendo únicamente la fachada- con carácter subsidiario.
El Plan General cataloga como parcialmente protegida la vivienda ubicada junto a la que se ha declarado en ruina, en un antiguo eje comercial que se ha visto degradado por el abandono con el paso del tiempo.
