Una decena de ERTE en dos meses afectan a 139 trabajadores de 7 municipios

El aumento de los costes energéticos y financieros hacen mella en las industrias de la Vall d'Albaida y la Costera con un repunte de los paros productivos - En 2022 se tramitaron 45 expedientes temporales que afectaron a casi un millar de empleados en ambas comarcas

Trabajos en una industria textil.

Trabajos en una industria textil. / JUANI RUZ

Sergio Gómez

Sergio Gómez

Llegaron y se extendieron como la pólvora en los primeros compases de la pandemia, pero han acabado asentándose con la última reforma laboral como un instrumento habitual en momentos de baja producción que permite a las empresas afrontar las crisis sin tener que despedir a la plantilla. Los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) son ahora un buen termómetro para calibrar la evolución del mercado de trabajo y el funcionamiento cíclico de los distintos sectores.

A juzgar por los últimos datos proporcionados por la Conselleria de Economia, a lo largo de 2022 se tramitaron 43 ERTE en 15 municipios de la Costera y la Vall d'Albaida que afectaron a 713 trabajadores con suspensión de empleo y 205 con reducción de jornada, casi un millar en total. Casi la mitad (400) pertenecen a la plantilla de una gran empresa de cartonaje de l'Olleria. En total se promovieron una media de cinco expedientes de regulación cada mes y la mitad de los que se contabilizaron en 2021, cuando la pandemia aún estaba muy presente.

Sin embargo, el número de estos procedimientos diseñados para momentos de ralentización aumentó en la recta final del año con siete solo en el último mes y diez desde el mes de noviembre, que dejan 139 afectados con suspensión o reducción de empleo en siete municipios de las dos comarcas. Un reflejo de la desaceleración que algunas empresas comenzaron a notar en la recta final del año en un contexto en el que la subida de los costes financieros empieza a hacer mella en los bolsillos de las familias.

Los dos últimos ERTE notificados se han registrado ambos en Ontinyent y fueron solicitados este pasado 3 de enero por dos firmas industriales, una dedicada a la fabricación de tejidos textiles (con 6 empleados afectados) y otra a la fabricación de papel y cartón ondulado (con 17 empleados incluidos en el expediente). La causa que esgrimen ambas mercantiles para acogerse al instrumento es la misma: una bajada de la producción.

El 78 % de los ERTE tramitados en la Costera y la Vall d'Albaida desde enero de 2022 hasta este mismo mes (en la Canal no se ha notificado ninguno) se correspondían con el ámbito de la industria. Dentro de este sector, las empresas dedicadas al textil son las que más se ha acogido al mecanismo, con 19 expedientes reguladores en este periodo de tiempo. Entre estas, las mercantiles de los acabados han sido las que más han tenido que parar la producción.

Estas firmas son las que más han notado el impacto del incremento de los costes energéticos como consecuencia de la guerra de Ucrania. De hecho, desde la patronal textil Ateval vinculan a los problemas derivados de este gasto disparado el repunte del número de empresas obligadas a interrumpir la producción a partir de la segunda mitad de 2022. El presidente de la asociación empresarial, el ontinyentí Pepe Serna, ha reclamado un plan especial de expedientes de regulación temporal de empleo que considere los costes energéticos como causa de fuerza mayor para exonerar a las industrias del pago de la Seguridad Social.

Además, en plena Feria de Frankfurt, el sector textil de la Vall d'Albaida está en pie de guerra para exigir al Gobierno que no excluya a las empresas de acabados del último decreto de ayudas a las industrias extensivas del gas que están sufriendo dificultades. En los últimos compases del pasado año el textil ya registró una ralentización de las exportaciones que Serna atribuye al menos poder adquisitivo que tienen las familias y las empresas por la inflación y el aumento de los tipos de interés. "Teniendo en cuenta que los nuestros no son unos productos de primera necesidad, la cosa no pinta demasiado bien", augura el dirigente empresarial.

Doce empresas acogidas a ERTE en el último año están radicadas en Ontinyent, seis tienen domicilio en l'Olleria (tres de fabricación de cartón ondulado, dos de fabricación de vidrio hueco y una de plástico), cuatro en Agullent (todas ellas textiles), tres en Albaida (todas textiles), tres en Xàtiva (una de fabricación de carrocerías para coches, otra de impresión y artes gráficas y otra textil), otras tres en l'Alcúdia de Crespins, tres en Moixent (dos de muebles y una textil), tres en Benigànim (dos de madera y una textil), dos en Vallada (ambas de muebles y madera), una en Canals, una en Aielo de Malferit, una en Atzeneta d'Albaida y Bufali, otra en Vallada y una en Bocairent.

Además, en 2022 tres empresas se acogieron a Expedientes de Extinción de Empleo (ERE) que suponen el despido de 39 trabajadores. La última en solicitarlo fue una firma textil de Agullent con 20 empleados. Las otras dos mercantiles se dedican a la construcción: una en Canals incluyó en un ERE a principios del año pasado a 13 empleados, mientras que otra de Montesa hizo lo propio con sus 6 empleados.

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