Ontinyent cierra 2022 con un superávit récord de 2,5 millones de euros

El ayuntamiento amplía su resultado positivo un 25 % respecto a 2021 y eleva sus ingresos un 11,6% pese a los efectos de la guerra y la inflación

El alcalde de Ontinyent y la regidora de Hacienda presentan el balance de 2022 en una rueda de prensa.

El alcalde de Ontinyent y la regidora de Hacienda presentan el balance de 2022 en una rueda de prensa.

G. Ramos

En medio de un contexto marcado por la incertidumbre de la guerra y los efectos de la pandemia y la inflación, el Ayuntamiento de Ontinyent cerró el ejercicio de 2022 con un superávit de 2,5 millones de euros en sus cuentas. Se trata del resultado positivo más elevado que contabiliza el consistorio desde antes de la crisis financiera de 2008.  

El importe es un 25 % superior al superávit que se registró el año pasado, cuando la liquidación del presupuesto arrojó un saldo favorable de 1,9 millones de euros para las arcas municipales. En 2019 y 2020 la cifra bordeó el medio millón de euros. El precedente más cercano por volumen se registró en 2016, cuando el ayuntamiento cerró el ejercicio con 2,186 millones de superávit. Con la última liquidación, el gobierno municipal que preside Jorge Rodríguez encadena 12 años consecutivos de resultados presupuestarios positivos después de revertir la tendencia negativa de los últimos años del PP, entre 2008 y 2011, cuando el déficit osciló entre 1,4 millones y 2,7 milones de euros. 

El ejecutivo de Ontinyent pone el foco en la «experiencia de gestión» adquirida para explicar el aumento del superávit. Pero hay más claves, como el ajuste de las partidas de gasto, la generación de nuevos ingresos o el aumento del 11,6% en la recaudación respecto a 2021, el equivalente a dos millones de euros «gastadores» más. Un importe derivado en gran medida de la mayor actividad urbanística y económica y de la labor inspectora y fiscalizadora de las empresas suministradoras de electricidad y gas, «que han pasado a pagar aquello que les corresponde por su facturación real en la ciudad», según explicó ayer la regidora deHacienda, Natàlia Enguix, que también subrayó el ahorro conseguido a fuerza de «buscar los mejores proveedores» y de la «prudencia en el gasto», reduciendo costes en materia de energía eléctrica, consumos, alquileres y en contratos municipales. 

Otro aspecto no menos relevante es la disciplina fiscal demostrada por la ciudadanía ontinyentina, que ha seguido cumpliendo con sus obligaciones tributarias pese al impacto de la inflación en los bolsillos. De hecho, el 90% de los contribuyentes ha pagado religiosamente sus impuestos durante el periodo voluntario. 

Los informes de la Intervención Municipal concluyen que el de Ontinyent es un ayuntamiento saneado: el endeudamiento se encuentra muy por debajo del 75% (en concreto es del 40%), y el ahorro neto positivo es de 4,1 millones de euros, que son los dos indicadores que establece la ley a la hora de poder solicitar cualquier operación de crédito. El periodo medio de pago del consistorio de Ontinyent se situó en 7,25 días a 31 de diciembre de 2022.

Seguridad ante la incertidumbre

El alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, destacó ayer que el superávit «permite situar la ciudad en un perfecto lugar de salida para los retos de la legislatura próxima, y afrontar con solvencia la actividad transformadora que tenemos en marcha y que tiene un ambicioso plan por delante». «Gracias a una gestión responsable y a las subvenciones conseguidas de otras administraciones hemos podido mantener el equilibrio presupuestario y la solvencia. La experiencia avala este trabajo, sabemos cómo hacer las cosas para seguir transformar la ciudad sin poner en riesgo las finanzas municipales», defendió el primer edil.  

La regidora Enguiz coincidió en que el resultado positivo permitirá afrontar «sin tensiones de tesorería» los gastos y las inversiones previstas este año y «atender nuevas necesidades en el periodo de incertidumbre que vivimos». La edil hizo hincapié en que el superávit no ha sido incompatible con el aumento de la protección social y de las inversiones «sin subir impuestos».