El estanque de Canals arrastra seis años de problemas de insalubridad

La zona del Gorg de l’Omet, en el parque de la Canaleta de Canals, arrastra seis años de problemas de insalubridad. Las quejas de los vecinos han sido recurrentes durante todo este tiempo e, incluso, se llegó a a trasladar algunos patos a Bolbaite. Sin embargo, la situación del pequeño paraje ubicado en una de las entradas a Canals sigue despertando quejas. Rosa Francés es una vecina de la localidad. Ayer atendió a Levante-EMV y explicó que es un espacio abandonado: «Es algo que se repite desde 2017. El otro día pasé y daba lástima. Es un tema reincidente. Le pedimos al nuevo gobierno municipal que actúe. No es un tema político, ya que los anteriores eran de otro partido y no hicieron gran cosa». 

La insalubridad del estanque del parque de Canals irrita al vecindario

Un paseo por el Gorg de l’Omet deja entrever que no se encuentra en la mejor situación. A la falta de limpieza en algunas bancos se une la impresión de que en uno de los tramos el agua está estancada. En el espacio donde se encuentran el mayor número de patos hay un especie de sistema de bombeo —una manguera— que oxigena el caudal de forma constante. Aunque sorprende el número de animales de la zona. 

Así viven los más de 50 patos del parque de Canals

Desde el pasado 28 de Mayo, el Ayuntamiento de Canals está presidido por una coalición integrada entre el PP y la agrupación Suma’t. Ricardo Carbonell es el nuevo concejal de Medioambiente. Ex presidente de la asociación naturalista «el Brot» y bombero forestal de profesión, ayer atendió a este diario y explicó que es consciente de la situación: «Llevo 15 días en el cargo y me he encontrado con problemas gordos. Hay cierto riesgo de perder el caudal del río Sants sino actuamos. Hemos planteado un proyecto de retanuralización en una zona cercana al pabellón». Carbonell confirmó que el Gorg cuenta con un sistema que oxigena el agua y reconoció el riesgo por el crecimiento de las poblaciones de patos y ratas de agua: «No quiero demonizar a los patos, pero lo cierto es que están ahí porque alguien los llevó, no son una especie autóctona. La gente los sobrealimenta, tiran de todo.Pondremos carteles para que pase y, si hay que multar, lo haremos. Llega tanta comida que no la consumen y esto también ha conllevado un incremento de la presencia de ratas de agua». Por todo ello, el concejal de Medioambiente expuso que el primer paso a dar es censar la población patos y luego estudiar sistemas de control:«Es algo a medio-largo plazo. No vamos a acabar con los patos así de repente. Pero su presencia está afectando a especies autóctonas como la ‘gallineta’ o el ‘blavet’, por citar dos ejemplos. Cuantificaremos el número de ejemplares y estudiaremos métodos de esterilización para que no se reproduzcan». 

«Con las ratas de agua actuaremos igual, si tenemos que usar ultrasonidos lo haremos. Causan muchos problemas», apostilló.