El TSJ avala la clausura de la cantera de Salem por funcionar sin licencia ambiental

La sentencia desestima las demandas de la empresa titular de la explotación y refrenda tanto la orden municipal de extinción del permiso de actividad como la resolución de la Generalitat que exigió la restauración de la legalidad urbanística en la zona

La cantera de Salem, a los pies del Benicadell, en una imagen captada en 2019.

La cantera de Salem, a los pies del Benicadell, en una imagen captada en 2019. / AGUSTI PERALES IBORRA

Sergio Gómez

Sergio Gómez

En 2021, la dirección general de Urbanismo de la Generalitat ordenó la clausura de la actividad de extracción de áridos de la cantera Elvira de Salem y la restauración de la legalidad urbanística en la explotación ubicada en la partida Garroferal por no disponer de licencia ambiental. Dos años más tarde, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ha refrendado esa resolución autonómica al desestimar el recurso interpuesto por la empresa titular de los derechos mineros.

La medida llegó a raíz de una denuncia vecinal que condujo al Seprona de la Guardia Civil a emitir un informe que advertía de que en la cantera se estaban realizando actividades "careciendo de licencia y sin cumplir las medidas correctoras", en septiembre de 2020.

En 2013 el antiguo titular manifestó su renuncia a la actividad y su compromiso de restaurar la zona

La sentencia también ha validado la decisión el Ayuntamiento de Salem de declarar extinguido el permiso de actividad que regía la pedrera después de la paralización de la ampliación ilegal del perímetro de extracción en 2013, que condujo al antiguo propietario a comunicar el cese de la actividad y a manfiestar su compromiso de restaurar la zona de acuerdo a los requerimientos de la Conselleria de Medio Ambiente tras 30 años de trabajos de extracción.

El consistorio denunció entonces que las actuaciones se habían adentrado presuntamente de forma irregular en el paraje natural de la Foia.

La cantera de Salem.

La cantera de Salem. / GOOGLE MAPS

Un año después, sin embargo, los terrenos de la cantera fueron vendidos a una nueva empresa y, a finales de 2014, el consistorio ordenó la suspensión inmediata de la actividad que se estaba desarrollando en el enclave sin la correspondiente licencia ambiental, concediendo un plazo de dos meses al promotor para solicitarla. En 2015, la Generalitat autorizó el cambio de titularidad de la explotación minera a favor de la propietaria que actualmente la gestiona.

La mercantil llevó tanto a la Generalitat como al Ayuntamiento de Salem a los tribunales alegando que la extinción de la licencia no le fue notificada y que dicha decisión vulneró "el trámite legalmente establecido", por lo que pidió la anulación de las resoluciones impugnadas al considerar que fueron "contrarias a derecho".

La empresa aseguró en su denuncia que no sabía que estaba trabajando sin licencia, una afirmación que el consistorio de Salem considera "absurda"

En su contestación al recurso, el consistorio de Salem recordó que el suelo y la actividad pertenecían a un matrimonio y que el dueño presentó un escrito de renuncia, por lo que la licencia de actividad "dejó de tener vigencia", de ahí que en 2014 se declarara la extinción del permiso de extracción de áridos de la cantera Elvira y se ordenara la suspensión de los trabajos en la misma. La defensa de la corporación municipal calificó de "absurdas" las afirmaciones de la empresa denunciante cuando indicó en su demanda que desconocía que estaba trabajando sin licencia, dado que la resolución de extinción del permiso sí le fue notificada y no se registraron alegaciones, por lo que devino en un "acto firme y consentido".

Autorización desde 1978

Según la firma propietaria, la "verdadera titular" de la actividad cuando se produjo el traspaso de la cantera, materializado en 2015, era la mujer y no su esposo. Este, en cualquier caso presentó el escrito de renuncia actuando en representación de ambos y sin que se pusieran objeciones.

Igualmente, la Generalitat defendió ante la sala de lo contencioso-administrativo del TSJ que estaba "claramente acreditado" que la promotora de la cantera estaba realizando su actividad "sin disponer de licencia para ello". Tampoco la solicitó en el plazo posterior al decreto de clausura que le fue concedido para ello. En 2016, además, se inició un expediente de restauración de la legalidad urbanística en la zona por la construcción de una nave, aunque el proceso se archivó.

En la cantera, situada en la parte de Levante de la sierra del Benicadell, existe una planta de hormigón ajena a la actividad de extracción, que produce áridos usados en naves, carreteras, caminos, albañilería, hormigón, prefabricados y obras en general. En 2013, desde el consistorio indicaron que la empresa había agotado el 100% de los recursos extraíbles en la partida donde tenía concedido el permiso de la Generalitat tras sacar 55.000 toneladas de material. La pedrera comenzó a operar en 1978 y tenía autorizada una superficie de actuación de 5,2 hectáreas.