Cierran dos restaurantes del centro de Xàtiva por el aumento de costes y la falta de personal

Los dueños de los establecimientos «Pebre Negre» y la «Borda de Lola» identifican al aumento de los costes, las dificultades para encontrar personal cualificado y el comienzo de nuevos proyectos como principales causas de la decisión empresarial

El restaurante "Pebre Negre" anuncia su cierre en l'Albereda de Xàtiva

Perales Iborra

Es un goteo constante. Las ciudades pierden establecimientos que forman parte de su oferta de ocio y restauración desde hace años. El aumento de costes, los golpes de la pandemia que aún se sienten y los problemas para encontrar personal son algunas de las causas. Ahora, dos negocios emplazados en el centro de Xàtiva bajan la persiana. Los dueños de «Pebre Negre» y «la Borda de Lola» confirmaron ayer a Levante-EMV su cierre inminente. No hay marcha atrás en su decisión.

José Manuel Montaner es el responsable del local «Pebre Negre», que abrió sus puertas en 2007 en l’Albereda. Ayer confirmó que el 7 de enero cerrará:«Los principales motivos son personales, estoy cansado. Pero es como una suma de muchos factores. Nos iremos a otro sitio. Empezaremos de nuevo».

«El sistema no es factible»

Así, entre las razones apuntadas por el restaurador se encuentran los problemas para encontrar personal cualificado, el aumento de costes o el tener que afrontar un alquiler alto: «Es muy difícil encontrar personal en hostelería, es una misión complicada. Además, el alquiler que tenemos el alto, son 6.000 euros más IVA. Se juntan muchas cosas que hacen que el sistema no sea factible», razonó Montaner. «Las cosas han cambiado. Yo, por ejemplo, he trabajado toda la vida en la hostelería, cobrando mis sueldos y haciendo los horarios que tocaban. Creo que ahora ya no se trata solo de dinero, creo que ha cambiado la forma de ver la vida», expuso.

También comentó que los costes habían subido mucho: «Se paga mucho por todo, está todo más caro. La gente quiere salir, siempre hay gente por ahí, pero también quieren precios apretados. Nosotros tenemos una clientela fija, son muchos años. Abriremos a finales de febrero un nuevo proyecto en otro local. Pero no será un restaurante». «Hemos sido los únicos que han hecho arroces a leña en Xàtiva. Además, tenemos desde hace años unos motores de los aparatos de aire acondicionado y unos conductos para los extractores que pasan por el patio de la biblioteca... si viene otro negocio no sé si el Ayuntamiento podrá dar permiso para que siga todo igual», apostilló el restaurador setabense.

«La borda de Lola» es el otro local que cerrará sus puertas en breve. En este caso lo hará antes, ya que los últimos clientes visitarán el lugar durante este fin de semana. Hace tres días anunciaron su decisión en una carta publicada en redes sociales: «La Borda de Lola llega a su fin. Como ya os podéis imaginar, escribir este mensaje de despedida no va a ser nada fácil. Son demasiadas experiencias las vividas desde aquel septiembre de 2015 en el que ‘La Borda de Lola’ abrió sus puertas. Son ocho años de emociones, de muchas alegrías, muchas horas de trabajo...», reza el texto.

Fernando Cebrià, dueño del establecimiento, atendió ayer a este diario y explicó que ha sido un cúmulo de condicionantes lo que le ha llevado a tomar la decisión: «Una de las razones es que voy a ser funcionario con plaza, he aprobado una oposición. Además, es mejor ser claro:la situación no es boyante. Todos los costes se han duplicado y la gente tiene un poder adquisitivo menor. Prefieren salir más, pero gastar menos». A su vez, Cebrià también ha notado las dificultades para encontrar personal cualificado:«La gente ya no quiere trabajar en hostelería. Lo más complicado son los horarios, es cierto que no se paga mal pero hay que trabajar durante los fines de semana». 

Y aún nota los golpes del Covid: «La pandemia nos destrozó, cuando llegó había terminado de pagar un préstamo. Y tuve que pedir otro para sobrevivir». Este fin de semana será el último en el que abra su local en Xàtiva.